Imagen nada favorable de David Rockefeller, último nieto del magnate
División de riqueza
En los orígenes de los Estados Unidos existían leyes muy particulares, que indicaban que al morir una persona sus hijos deberían heredar por igual su propiedad. Esto se hizo para impedir, como en la tradición europea, que solo el hijo mayor heredara las grandes riquezas del padre perpetuando una tradición nobiliaria y el poder de una sola familia sobre la sociedad.
El asunto funcionó bastante bien: las familias solían tener bastantes hijos y así en el lapso de unas pocas generaciones una gran hacienda de, digamos, 10.000 hectáreas, podía quedar dividida en porciones “razonables” de 400 hectáreas.
La muerte del magnate
Con el fallecimiento de John D. Rockefeller en mayo 23 de 1937 su inmensa riqueza se repartió entre sus 5 hijos. Estamos hablando de una sociedad un tanto machista, y por lo tanto su único hijo varón heredó gran parte de lo que sería su prestigio. Con la muerte del magnate no se deshizo la magia de la palabra Rockefeller.
Pero no cabe duda de que ya había perdido mucho de su encanto. Como señalamos en el artículo anterior, la cúspide de la riqueza de Rockefeller se dio en 1913, año en el que llegó a tener un porcentaje considerable (casi 2%) de toda la riqueza presente en los Estados Unidos. Para 1937 décadas de leyes anti trusts y la Gran Depresión habían hecho mucha mella en su riqueza.
John D. Rockefeller Jr.
John D. Rockefeller Junior nunca tuvo la audacia de su padre. Sin embargo, su talante tranquilo y su compromiso con el apellido Rockefeller lo convirtieron en un hombre fundamental para la dinastía, pues fue el primero que comenzó a darle un aire “humano” a la familia. Durante la llamada “Masacre de Ludlow”, que llevó a que miembros de la Guardia Nacional de Colorado atacaran carpas con las familias de obreros mineros en huelga, matando a 24 de ellos, Rockefeller Jr. logró superar el incidente al hacer presencia y ofrecer disculpas, evitando que el de por sí desprestigiado apellido cayese aún más en el escarnio público norteamericano.
Durante su vida, se caracterizó por dar una gran cantidad de dinero en forma de donaciones (algo bastante sencillo cuando heredas la riqueza más grande del mundo), pero su talento para los negocios no era el de su padre y, además, en estos nuevos tiempos hacer grandes riquezas no era tan fácil como lo había sido en el pasado. Así, John D. Rockefeller Jr. se convirtió más en una especie de celebridad que en el genio de los negocios que había sido su padre.
Los nietos de Rockefeller
Al contrario que su padre, Rockefeller Jr. tuvo 5 hijos varones y una sola mujer. Dentro de ellos estuvieron varios personajes importantes de la vida política norteamericana de mediados del siglo XX, siendo quizás el más reconocido Nelson Rockefeller, un importante asistente de asuntos políticos estadounidenses que llegó a acumular una cantidad considerable de poder (siendo vicepresidente de los Estados Unidos entre 1974 y 1977).
Nelson Rockefeller llegó a ser vicepresidente de los Estados Unidos
Pero pese a la fuerza que daba su apellido, pocos de estos personajes vinieron a ser conocidos por sus talentos para los negocios. De los nietos Rockefeller dos se convirtieron en políticos (Nelson y Winthrop), dos en filántropos (John III y Laurence, este último siendo un reconocido conservacionista) y sólo uno siguió lo que podríamos llamar los pasos de su abuelo: David Rockefeller, quien habría de volverse un banquero.
Este último personaje murió hace pocas semanas, con más de 100 años y 6 cirugías de corazón encima. Tenía una fortuna de unos 3.000 millones de dólares, una cantidad considerable pero que no se compara con la de Bill Gates o Warren Buffet (ambos con más de 10 veces esa cantidad).
Su poder político era importante, pero no se trataba del personaje del año y muchos ni siquiera conocían su nombre. Y dentro de su familia, sus hijos y nietos no son tan reconocidos ni han alcanzado posiciones políticas tan prominentes.
En su momento, la familia Rockefeller pareció tener las llaves del mundo. Hoy parecen haber quedado en el olvido. ¿Fue su gloria obra de un solo hombre? Pues yo diría que sí.
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Imagen: 1: worldnewsdailyreport.com, 2: wikipedia.org.