La investigación espacial
Como ya hemos afirmado en repetidas ocasiones, estamos en un momento particularmente prolífico para la investigación espacial, que ha tenido mucho impulso en los últimos años y parece que lo seguirá teniendo en la década por venir. Ya sea con las abundantes sondas que se han enviado al espacio o con las naves que han aterrizado en Marte y en la Luna, ya sea con los proyectos que planean enviar sondas a las lunas de Júpiter o Saturno y construir un centro poblado en la Luna o en Marte, los años por venir se ven bastante interesantes en términos de exploración espacial.
Así mismo, en tiempos recientes han aumentado los descubrimientos de planetas en sistemas extrasolares y los análisis orientados a encontrar cuáles de ellos podrían tener condiciones aptas para la vida muestran perspectivas bastante positivas.
La noticia de hoy se debe a un descubrimiento bastante interesante: en una región relativamente vacía del espacio se encontró el “sistema solar” más grande que hayamos conocido.
El Sistema Gigante
Se trata de una relación entre un planeta gigantesco (de 12 veces la masa de Júpiter) con una estrella enana que se encuentran a más de 6.900 unidades astronómicas (UA) de distancia, o alrededor de la décima parte de un año luz. Para hacernos a una idea de lo que esto significa, la Tierra está a 1UA del sol (es la base del sistema) y Plutón, a 40 (con una desviación de 9 cuando está en el punto más cercano o el más lejano).
Los científicos no esperaban que un sistema pudiese funcionar a distancias tan largas, y suponen que estos dos cuerpos no se crearon juntos sino que terminaron orbitando uno en torno al otro por casualidad. El equilibrio que los sostiene, sin embargo, es débil, y de no ser porque están en una zona relativamente aislada la gravedad de otra estrella ya habría podido hacer que uno de los dos se desviara de su órbita.
Fuente de imagen: smh.com.au