Pero sabemos que en tiempos antiquísimos, justo después de su creación, la Luna seguramente tuvo una atmósfera primigenia que podría haber durado unos siglos, milenios o decenas de milenios antes de evaporarse en el espacio. Y en esta atmósfera, seguramente, hubo agua.

Y aquí viene lo interesante. A medida que la atmósfera se evaporaba disminuían las temperaturas en las zonas no golpeadas por el sol. Y el agua en estas zonas, antes de evaporarse podía congelarse.

Como la Luna gira (con respecto al sol), las únicas áreas que quedaron permanentemente protegidas de los rayos solares fueron los polos, y en ellos algunos cráteres que básicamente se ubican por debajo del horizonte de manera permanente. Por décadas se ha elucubrado sobre la posibilidad de que allí se encuentre hielo… hasta que un estudio de la Universidad de Hawái reveló que sí, hay hielo en la Luna.

Hielo en la Luna

El hallazgo fue realizado por un grupo dirigido por el Profesor Shuai Li de la Universidad de Hawái, y que incluyó a miembros del Centro de Investigación AMES de la NASA, ubicado en California.

El estudio utilizó datos del “mapeador de mineralogía” (M3) de la nasa NASA que se encuentra a bordo del satélite Chandrayaan-1, lanzado por el gobierno indio en el 2008. Mediante el análisis de la información recolectada se determinó que la luz proveniente de estos lugares sólo podía ser emitida por hielo, verificando así la hipótesis de que hay hielo en estos lugares. Información anterior parecía indicarlo, pero no había certeza (podían ser errores de medición, u otras sustancias, como radón).

Esto es importante porque el hielo se encuentra en un área relativamente accesible y podría convertirse en una fuente de agua para eventuales colonias lunares. La otra fuente posible, el agua subterránea de la Luna, es mucho más inaccesible.

Fuentes:

1. https://www.sciencedaily.com/releases/2018/08/180820203638.htm