El eterno temor a un Asteroide
Es curioso como cosas que tienen una probabilidad ínfima de suceder – como el impacto de un rayo o la caída de un avión – suelen despertar en nosotros un temor considerable, mientras que eventos que ocurren en el día a día y con una probabilidad muchísimo mayor de matarnos o lastimarnos – como un accidente de coche – no despiertan este mismo sentimiento. Y en este mundo la colisión de un asteroide seguramente sea el temor más recurrente y más importante.
Esto es fácil de explicar. Al ser un evento relativamente común, un accidente de coche se ha “normalizado” en nuestro pensamiento. Así mismo, hay muchas circunstancias que podrían hacer que una persona sobreviva a un accidente de coche, incluso a uno bastante serio. Sobrevivir a un choque de avión, por otra parte, va desde una alta improbabilidad a la práctica imposibilidad.
Y en el eventual choque de un asteroide muy seguramente pocos quedarían indemnes. Quienes no murieran en el primer impacto bien podrían hacerlo a consecuencia del descalabro climático inmediatamente posterior. Aquellos que sobrevivan tendrán que reconstruir el mundo en la peor de las circunstancias: con un clima nefasto para los cultivos, una gran cantidad de personas en la ruina y un contexto propicio para el surgimiento de conflictos.
El Asteroide Gigante
Por esta razón generó honda preocupación el anuncio de Vladimir Lipunov, jefe del Laboratorio de Monitoreo Espacial del Instituto Estatal Ruso de Astronomía, con respecto a un asteroide de tamaño considerable cuya órbita podría encontrarse en trayectoria de colisión con nuestro planeta.
El asteroide, según Lipunov, tendría poco más de un kilómetro de diámetro, o lo suficiente para causar un cataclismo mundial en nuestro planeta en caso de colisionar. De quizás una cuarta parte del tamaño del monstruo que acabó con los dinosaurios, este titán se tarda unos dos años en dar una circunferencia completa en torno al sol.
Por ahora el anuncio está en veremos. Pese a que se sabe que la órbita podría coincidir con la de la Tierra, hace falta más información para determinar si existe algún peligro de que en el futuro cercano el objeto impacte nuestro planeta. Sin embargo, ahora que lo conocemos será mucho más fácil evadir este escenario.
Fuente de imagen: i.telegraph.co.uk