Cuando revisaron las imágenes, los científicos descubrieron una población de tiburones martillo que habitaba en el cráter volcánico. Aunque el volcán no se encuentre en erupción, se esperaba que los niveles de acidez, la contaminación y las altas temperaturas provenientes de éste desestimularan la llegada de animales complejos. Sin embargo, parece ser todo lo contrario: además de los tiburones martillo se encontraron varias especies de peces, de tiburones, de rayas y de medusas habitando dentro del cráter.

¿Cómo pueden sobrevivir en un volcán?

¿A qué se debe que estos animales puedan sobrevivir tan bien en un ambiente que se supone que les es hostil? No lo sabemos, pero seguramente se trate de fuentes de alimento desconocidas, basadas quizás en las poblaciones de bacterias del cráter. Lo cierto es que la presencia de estos animales en el cráter resultó ser completamente inesperada.

Las limitaciones físicas a la vida son bien conocidas, pero parece ser que muchos animales son más resistentes de lo que se creía y son muy capaces de adaptarse a condiciones extremas. Quizás muchos ecosistemas que se consideraban inhóspitos son en verdad cuna de vida e incluso de vida compleja.

Uno de los asuntos que más generó preguntas es el destino de esta fauna en la eventualidad de una erupción volcánica. Philips comentaba que “no se sabe qué harían estas criaturas en este caso. ¿Se sienten amenazadas y abandonan el cráter enseguida o se elevan en el agua con ceniza?”

¿Conoces algún otro lugar inhóspito en el que haya vida?

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