La aparición del esqueleto
Hace poco menos de 9 años un cadáver misterioso apareció en las playas de Sakhalin, una isla en Rusia oriental, muy cerca de Japón. Hallada por soldados rusos, se estimó que alguna vez había medido unos 6 metros de longitud, pero en aquel momento su especie no fue determinada. Lo más importante del esqueleto era la capa de grueso cabello que parecía cubrirlo, y que hacía bastante difícil determinar con exactitud las características del esqueleto.
En aquel momento, muchos comenzaron a elucubrar sobre la naturaleza del esqueleto y la posibilidad de que se tratara de un animal desconocido. Algunos, entretanto, llamaban a la calma (afirmando que, a fin de cuentas, el mar está lleno de titanes conocidos) y decían que había que esperar a los dictámenes oficiales. Pero las semanas fueron pasando, una tras otra, y dichos dictámenes nunca llegaron.
Se determina la especie
Al fin, el año pasado las autoridades emitieron un comunicado en el que afirmaban que el animal era una beluga. El esqueleto, en efecto, parece el de una ballena, y está documentado que estos animales pueden apenas alcanzar unos 6 metros de longitud, por lo que el esqueleto encajaría bastante bien con la descripción del cetáceo. Sin embargo, algunas personas han sembrado dudas sobre esta conclusión de los investigadores.
En primer lugar, se afirma que los análisis de ADN que se realizaron originalmente no dieron resultados concretos y que las conclusiones finales se hicieron basándose meramente en fotografías. Esto llevaría a concluir, necesariamente, un interés de las autoridades rusas por ocultar lo que verdaderamente se descubrió en aquel entonces.
En segundo lugar, el cabello que cubría el esqueleto no encaja con ninguna descripción. Las únicas belugas que tienen vello corporal son los infantes, pero el esqueleto ha de ser necesariamente el de un adulto. Por esta razón, el cabello no encaja con la evidencia.
Y ya para terminar, ¿por qué esperar 8 años? El veredicto concluyente podría haberse dado esa misma semana. Al fin de cuentas, identificar una beluga no es difícil. Así que, o bien estamos ante un particular caso de ineficiencia, o hay algo oculto en el esqueleto que apareció en Sakhalin en el año 2006.
Fuente de imagen: i1.mirror.co.uk