Antes de avanzar sobre una definición del sufijo –bundo, quizás lo más conveniente sea revisar de forma breve algunos conceptos, que permitirán entender esta partícula lingüística dentro de su contexto preciso.
Definiciones fundamentales
En este sentido, puede que también sea prudente delimitar esta revisión teórica solo a dos nociones específicas: la primera de ellas, la propia definición de Sufijo, puesto que esta será vital para entender la naturaleza a la cual pertenece –bundo como sufijo que es. Por otro lado, será igualmente conveniente lanzar luces sobre el concepto de sufijos adjetivales, por ser esta la categoría de sufijo en donde puede ser incluida el morfema –bundo. A continuación, cada uno de ellos:
Los sufijos
De esta manera, se comenzará por decir que la Lingüística ha clasificado los sufijos como un tipo de afijo, por lo que son considerados junto a los prefijos, los infijos, los interfijos y los circunfijos, diferenciándose de ellos básicamente por el lugar de la palabra en el que se inserta, así como por ser el único de ellos, capaz de variar o modificar la categoría gramatical de la palabra a la cual se une.
Así también, esta disciplina opta por definir al sufijo como un morfema tónico que se une de forma posterior a una palabra, para crear una nueva forma. Sin embargo, la naturaleza de esta palabra a la que da forma el sufijo variará según el proceso morfológico que le ha dado origen, y que pueden ser descritos de la siguiente forma:
- En primer lugar, se tendrá que los sufijos podrán desempeñar una función flexiva, por lo que se unirán a una palabra, para constituir algunas de las formas que esta debe asumir, en correspondencia a los distintos accidentes gramáticas que se pueden generar en su contexto lingüístico.
- De igual manera, los sufijos podrán ser los artífices de un proceso derivativo, uniéndose entonces de forma posterior a una palabra, para generar una nueva forma lingüística, que aun cuando guarda cierta relación con la palabra que le ha servido de origen, en realidad puede ser entendida como una nueva palabra, con independencia semántica y gramatical.
Sufijos adjetivales
En otro orden de ideas, la Lingüística se ha dado también a la tarea de definir los sufijos adjetivales, los cuales han sido explicados como un tipo de sufijo derivativo, el cual se une a una palabra, generando una nueva, la cual gramaticalmente hablando podrá ser identificada como un adjetivo.
No obstante, esta disciplina ha señalado también que los sufijos adjetivales no producen un solo tipo de sufijos, sino que estos se considerarán según la categoría gramatical de la palabra que les ha dado origen, distinguiéndose entonces entre adjetivos deverbales, adjetivos deadjetivales y adjetivos denominales.
Sufijo –bundo
Teniendo presente estas definiciones, quizás entonces sea mucho más sencillo aproximarse a una explicación sobre el sufijo –bundo, el cual será entendido como una partícula lingüística de tipo derivativo, el cual se encuentra clasificado además en los sufijos adjetivales, puesto que las palabras que crea pueden ser identificadas como adjetivos. Así mismo, los adjetivos creados en base al sufijo –bundo serán interpretados como sufijos deverbales, ya que las palabras que le dan origen, o a la que este sufijo se ha unido, son un verbo.
De igual forma, la Lingüística ha explicado cómo los adjetivos que se forman gracias a la acción de este sufijo podrán ser considerados de dos maneras, de acuerdo a su carga semántica:
- En primer lugar, el sufijo –bundo puede dar lugar a adjetivos de intensidad, como ocurre por ejemplo en las siguientes palabras: meditabundo, cogitabundo o furibundo.
- Así también puede contar con la carga semántica que indique duración, un ejemplo de esto lo constituyen las siguientes formas: moribundo, vagabundo.
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