Tal vez lo más conveniente, previo a aproximarse a una explicación del sufijo –ón / -ona, sea revisar de forma breve algunas definiciones, que permitirán entender a esta partícula propia del Español en su contexto lingüístico específico.
Definiciones fundamentales
En este sentido, puede que también sea necesario delimitar esta revisión teórica a cuatro nociones específicas: en primer lugar, se deberá tener en cuenta la definición misma de Sufijos, pues esto permitirá cobrar conciencia sobre la naturaleza morfológica de la partícula –ón / -ona. Así también, se deberá traer a capítulo los conceptos de Sufijo aumentativo, Sufijo según su significado y Sufijos despectivos, por ser estas las categorías en las que ha sido clasificado este morfema del Español. A continuación, cada una de estas definiciones:
Los sufijos
De esta manera, se podrá comenzar a decir que la Lingüística ha descritos los Sufijos como un tipo de morfema tónico, el cual se caracteriza por unirse siempre de forma posterior a determinados lexemas, con el fin de generar nuevas palabras. Sin embargo, la disciplina lingüística subraya que este comportamiento, en realidad, puede responder a dos diferentes procesos morfológicos, los cuales han sido explicados a su vez de la siguiente manera:
- Flexión: por un lado, la Lingüística señala que existirá un grupo de sufijos, que se unirán de forma posterior a ciertos lexemas, con el fin de cumplir tareas flexivas, conformando entonces alguna de las tantas formas que deben asumir estos lexemas, en la medida en que dan respuesta a los diferentes accidentes gramaticales, ofrecidos por su contexto lingüístico.
- Derivación: en segunda instancia, la Lingüística también hablará de un grupo de sufijos, que cuentan con roles derivativos, uniéndose entonces de forma posterior a ciertas palabras, con el fin de generar nuevas palabras, las cuales se caracterizarán por contar con total independencia gramatical y semántica, de la palabra que les ha servido de origen.
De igual forma, es necesario señalar que la Lingüística subraya la importancia de entender los sufijos como uno de los cinco distintos tipos de afijos, que existen en las Lenguas naturales, lo que lleva también a considerarlos dentro del mismo grupo que los prefijos, infijos, interfijos y circunfijos. Empero, los sufijos se distinguirán del resto de afijos por ser los únicos con la capacidad de modificar la categoría gramatical de la palabra a la cual se ha unido.
Sufijos aumentativos
En otro orden de ideas, será igualmente pertinente pasar revista al concepto de los sufijos aumentativos, los cuales son entendidos entonces como aquellas partículas morfológicas tónicas, que se unen siempre de forma posterior a ciertos lexemas, junto a los cuales crean nuevas palabras, en donde el hablante logra imprimir su opinión personal y subjetiva sobre el gran tamaño, que percibe en la entidad a la que señala. En algunos casos, este tipo de sufijos son usados por las comunidades lingüísticas como sufijos despectivos o incluso apreciativos, lo cual dependerá realmente de cada comunidad y sus respectivas convenciones.
Sufijos según su significado
Por otra parte, puede que también sea de provecho lanzar luces sobre el concepto de Sufijos según su significado, los cuales podrán ser interpretados como un tipo de morfema tónico, el cual se caracteriza no solo por unirse de forma posterior a ciertos lexemas, para formar nuevas palabras, sino que cuenta con la peculiaridad de contar con su propia carga semántica. Así mismo, la Lingüística apunta que esta cargar semántica, se une también a la nueva palabra, orientando su sentido, los cuales pueden apuntar a profesiones, lugares, acciones, cualidades, gentilicios, superlativos, entre otros.
Sufijos despectivos
Finalmente, será también necesario echar mano del concepto que da la Lingüística sobre los Sufijos despectivos, los cuales son entendidos como aquellos morfemas tónicos, que además de unirse de forma posterior a ciertos lexemas -tal como se comporta todo sufijo- son usados por el hablante para conformar nuevas palabras, en donde imprime su opinión negativa, sobre la entidad que quiere señalar o de la que habla.
Sufijo –ón /-ona
Habiendo revisado cada una de estas definiciones, quizás sea mucho más sencillo aproximarse a la definición que da la Morfología sobre la partícula –ón, y su versión femenina –ona, morfema tónico, que es identificado como un sufijo propio del Español, lengua esta en donde cumple con distintas funciones, determinadas por las diferentes categorías de sufijos en los cuales puede desempeñarse. A continuación, una breve descripción de cada una de las tres categorías y funciones en donde ha sido catalogado el sufijo –ón / -ona:
Como Sufijo aumentativo
En primer lugar, le sufijo –ón / -ona será usado para unirse de forma posterior a ciertos sustantivos, con el objetivo de crear en base a ellos nuevas palabras, en las que el hablante pueda expresar el gran tamaño que percibe en la entidad a la cual refiere. Entre los distintos ejemplos que pueden existir sobre el uso de este sufijo como partícula aumentativa se encuentran los siguientes: Casona, Cucharón, Sillón, Muchachona.
Como Sufijos según su significado
Por igual, esta partícula propia del Español cumple con la función de anexarse a ciertos lexemas para así crear nuevas palabras, las cuales contengan en sí una carga semántica, referente al concepto de “acción que se desarrolla de forma brusca o repentina”. Algunos ejemplos de las palabras que pueden formarse en el Español con el uso de este sufijo son Apagón, Chapuzón, Paradón, etc.
Como sufijos despectivos
Finalmente, el sufijo –on / -ona podrá fungir igualmente como un sufijo despectivo, uniéndose entonces de forma posterior a ciertos lexemas con el fin de crear nuevas palabras, en donde el hablante, en consonancia con las convenciones sociales logradas por la comunidad lingüística a la cual pertenece, imprime el sesgo negativo que tiene en cuanto a la entidad a la que se refiere. Algunos ejemplos del uso que tiene este sufijo cuando se comporta de esta manera en el Español serán los que se muestran a continuación: Tragón, Barrigón, Bocón, Cincuentón, Inocentona, etc.
Combinaciones del sufijo –ón / -ona
Finalmente, será menester también resaltar que, de acuerdo a lo que señala la morfología del Español, el sufijo –ón / -ona cuenta también con la cualidad de poder combinarse con otras partículas o sufijos de esta lengua para conformar combinaciones de sufijos, algunos de estos casos serían los siguientes:
-ete (sufijo) + -ón (sufijo) = guapetona (adjetivo)
-acho (sufijo) + -ona (sufijo) = ricachona (adjetivo)
-arro (sufijo) + -ón (sufijo)= ventarrón (sustantivo)
-ejo (sufijo) + -ón (sufijo) = cerrejón (sustantivo)
-astro (sufijo) + -ón (sufijo) = camastrón (sustantivo)
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