Es probable que la mejor forma de aproximarse a una definición de Sufijos peyorativos, sea deteniéndose previamente en algunas definiciones, que pueden ayudar a entender este tipo de morfemas dentro de su contexto lingüístico preciso.
Definiciones fundamentales
En este orden de ideas, quizás sea también prudente delimitar esta revisión teórica a dos nociones específicas: la primera de ellas, la propia definición de Sufijo, a fin de entender cuál es la naturaleza de los morfemas en base a los cuales se establece la categoría de Sufijos peyorativos. De igual forma, será necesario tener en cuenta el concepto de Sufijos apreciativos, por ser el tipo de sufijos en el cual se encuentran clasificados los de tipo peyorativo o despectivo. A continuación, cada uno de estos conceptos:
Los sufijos
Por consiguiente, se podrá comenzar a decir que la Lingüística considera a los sufijos como uno de los cinco afijos contemplados en las Lenguas naturales, junto a los prefijos, los interfijos, los infijos y los circunfijos. Así mismo, esta disciplina ha señalado a los sufijos como morfemas tónicos, que se unen a la palabra de forma posterior, teniendo incluso la capacidad de cambiar la categoría gramatical a la cual pertenece el lexema al cual se anexa.
En cuanto a su función morfológica, la Lingüística ha explicado que en general los sufijos cumplen con dos tareas específicas, las cuales pueden ser descritas a su vez de la siguiente manera:
- En primera instancia, los sufijos pueden ejercer una función flexiva, uniéndose a la palabra para constituir las diversas formas que esta tiene, en cuanto a los distintos accidentes gramaticales que puede sufrir de acuerdo a su contexto lingüístico. Cuando los sufijos ejercen esta función son llamados sufijos flexivos.
- En segundo lugar, los sufijos son reconocidos también por ejercer una función derivativa. De esta manera, este tipo de morfemas se unen al lexema (o raíz) para conformar una nueva palabra, la cual aun cuando se encuentra relacionada con el significado de aquella que le ha dado origen, en realidad tiene independencia semántica. Este tipo de sufijos son conocidos como sufijos flexivos.
Sufijos apreciativos
Dentro de los distintos sufijos derivativos, es decir, aquellos usados para generar nuevas palabras, se encuentran los sufijos apreciativos, descritos por la Lingüística como aquellos morfemas tónicos, usados en las Lenguas naturales para crear palabras, en donde el hablante además de señalar una acción, objeto o sujeto, plasma en la palabra su apreciación personal sobre la entidad a la que hace referencia, revelando una cualidad específica de esta.
Entre las calificaciones o características destacadas por los sufijos apreciativos, la disciplina lingüística ha señalado que estas pueden referirse objetivamente al tamaño físico de la entidad, así también como al tamaño, valor o apreciación subjetiva que el hablante quiera expresar, de ahí que se clasifiquen los sufijos apreciativos en diminutos, aumentativos y peyorativos.
Sufijos peyorativos
Teniendo presente estas definiciones, quizás entonces sea mucho más sencillo abordar el concepto de Sufijos peyorativos, los cuales son vistos como aquellos morfemas tónicos, que se anexan a un lexema para dar como resultado una nueva palabra, en la cual el hablante, además de hacer referencia a una entidad, expresa el grado de desprecio que siente hacia ella.
Dentro de los principales sufijos peyorativos que han sido señalados dentro del Español, se encuentran los siguientes:
-acho / -acha: pupulacho, richacho, libracho, amigacha
-aco / -aca: pajarraco, libraco, bicharraco, bellaca
-ajo / -aja: escupitajo, migaja, sombrajo
-ango / -anga: zanguango, fritanga, bullaranga, bullanga
-astro / -astra: camastro, politicastro, medicastro
-ato / -ata: niñato, cegata
-ejo / -eja: tipejo, aminalejo
-ete: gordete, amiguete
-orrio / -orria: vidorria, villorrio, bodorrio
-orro / -orra: cacharro, viejorro
-ucho / -ucha: casucha, aguilucha, delgaducho
-uco / -uca: ventanuco, mujeruca
-uzo / -uza: gentuza, pajuzo
-zuela / -zuelo: mujerzuela
Otras connotaciones
Sin embargo, tal como refieren algunas fuentes lingüísticas, no siempre la derivación por medio del uso de uno de estos sufijos, creará palabras de carácter peyorativo, pues estos significados o apreciaciones dependerán sobre todo del cómo lo conciba la comunidad lingüística en donde tienen lugar.
Un ejemplo de esto lo constituye el sufijo –uco /-uca el cual es usado en la gran parte de Hispanoamérica, sobre todo en España como un sufijo peyorativo, con el cual se forman por ejemplo palabras como ventanuco. No obstante, en Cantabria, al norte de la península ibérica, este sufijo es usado como diminutivo, el cual puede tener un sesgo de cariño o aprecio (como en el caso de hermanuco) o establecerse simplemente como un diminutivo (bajuco) teniendo este uso solo en esta comunidad lingüística.
Así mismo, puede suceder que una palabra, formada en base a la derivación hecha con un sufijo apreciativo peyorativo termine perdiendo este sesgo negativo. Un ejemplo de esto puede ser la palabra fritanga, la cual aunque se ha formado con el sufijo peyorativo -anga, en algunas comunidades lingüísticas, como Colombia, esta se ha lexicalizado como el nombre de un plato típico: la fritanga colombiana, perdiendo su sentido peyorativo. Empero, esto no quiere decir que dentro de esta comunidad lingüística esta forma no coexista con la palabra “fritanga” usada peyorativamente.
En consecuencia, el entendimiento del sesgo negativo que puede tener una palabra formada a través de un sufijo peyorativo dependerá también de las competencias interpretativas del hablante, quien deberá tener en cuenta también el contexto lingüístico en donde se da la comunicación, la connotación que una palabra tiene en la cultura en donde se comunica, e incluso la intención de su interlocutor.
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