Hacía tiempo que no contaba una de las tantas historias paranormales que he vivido en varias etapas de mi vida, esta sucedió hace casi 16 años, fue en mi periodo del servicio militar.
Por opción personal lo realice en formato estudiante, eso quiere decir que en dos periodos de vacaciones, cada periodo de 3 meses, ya que aquella época estaba ingresando a la universidad y no deseaba congelar mis estudios para cumplir con mi deber, además no tenia ningún motivo para poder eximirme.
Bueno, pero la historia en si, sucedió en el servicio; ya llevaba varias semanas del segundo periodo, nada del otro mundo, aunque decían que en otros periodos era muy cruel, pero los tiempos han cambiado.
Recuerdo que lo cabos en horas de descanso nos contaban una historia, que hace 20 años, ocurrió un grave error, hablamos a mediados de la década del 70, en Chile se vivía un período difícil, mucha desunión entre chilenos.
La historia que nos relataban siempre los cabos, que en una oportunidad de noche, dos hermanos pasaron por los patios traseros del cuartel del regimiento, con el fin de acortar camino, y como dije no era un buen periodo, el soldado de guardia en esa oportunidad grito «alto!», y los dos pequeños en vez de detenerse optaron por correr, quizás por susto, el soldado nuevamente realizo grito de alerta «alto!, o disparo!», ambos pequeños por segunda vez no hicieron caso, en la penumbra de la noche, el soldado opto por disparar, él no sabia que no tenia como es costumbre la primera bala de salva, sino que ya estaba con la bala real, y sin querer mata al menor de los hermanos, alertado corre a ver quien era, pero el hermano mayor en un ataque de ira trata de atacar al soldado, el cual en defensa también lo mata, de un disparo certero a la cabeza.
Ya cerca, se percata que solo eran dos niños, el menor tenia en su mano apretando muy fuerte unos caramelos, confundió la presencia de estos dos infantes por terroristas, recuerden que la época no era de amistad, además de la confusión de la noche.
Bueno, hasta ahí siempre nos contaban la historia los cabos, de que fue del soldado, no sabemos…
Pero, se preguntaran que tiene de sobrenatural o paranormal.
Que un segundo cabo, cada vez que debíamos realizar guardia de noche, nos daba caramelos, indicando que si se nos aparecía un pequeño pidiendo dulce, deberíamos entregárselos, algunos se burlaban, otros eran mas escépticos, y quienes creían aceptaban los caramelos y los ivan guardando en cada guardia no importando sino se aparecía el pequeño.
Como decía también habían escépticos, que se comían los dulces, ya que también la jornada de vigilancia nocturna era muy tarde y cada dos horas se hacían los relevos.
En una oportunidad llego un escéptico contando como gracia que se había comido todos los dulces, y más encima había dejado los envoltorios sueltos en los patios traseros del cuartel, incluso aquel mismo dijo como gracia que vio a un pequeño a lo lejos, pensando que era un niño normal que le gritaba y se burlaba comiéndose los caramelos y le gritaba nuevamente, y el pequeño salia corriendo.
Pasaron las semanas, muchos olvidamos del relato del escéptico, pero una noche el camarada incrédulo, despertó gritando DEJENMEEEE!!!!, muy asustado, aquella noche no le dimos importancia, pero la noche siguiente se volvió a repetir la escena, despertaba gritando muy fuerte DEJENMEEEE!!!, y así fue una semana completa, en la cual interrumpía las horas de descanso.
En varias veces él comentó que cuando salíamos de franco, en su hogar no tenia ninguna pesadilla, regresabamos del fin de semana libre, y con ello volvían los gritos y las pesadillas del camarada, en varias oportunidades le preguntábamos que soñaba, él muy asustado guardaba silencio, la escena ya se volvía irritante.
Ya cuando la situación no daba para más, nos contó que soñaba en su pesadilla, nos dijo que soñaba que estaba haciendo guardia y se le acercaba unos pequeños niños, los cuales ambos le pedían dulces, y antes que el respondiese los infantes los atacaban, golpeándole muy fuerte, que en todo el sueño lo seguían y lo molestaban, que él no podía defenderse y solo podía gritar DEJENMEEE!!!.
Después del relato comentado por el camarada nos acercamos al cabo quien nos pasaba los caramelos, le contamos lo sucedido por el escéptico, y acordamos una noche en salir todos de campaña, todos llevamos unos caramelos, el escéptico junto con el cabo al frente, dejamos los caramelos en un punto, y el escéptico casi llorando pidió disculpa de su atrevimiento, y después de aquello jamás tuvo pesadillas.
A quienes no creen, pero esa noche fue la más fría, al otro día vimos en el patio del cuartel los envoltorios de los caramelos repartido por el patio, y más de uno escucho risas de pequeños fuera de la cuadra.
Crea quien crea, pero algo paso en ese cuartel aquella noche…
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Experiencia cedida a Tejiendo el Mundo por CarlosmXaX
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