Tejiendo relatos. Pesadilla, por Alan Udai

Tejiendo relatos. Pesadilla, por Alan Udai

Tabla de contenido

    Pesadilla

    I

    La tarde llegó, así que decidí descansar de tanto trabajo arduo. Al llegar supe que debía visitar a Charlie para hablar de la empresa, ya que los últimos años habían sido fatales por la crisis económica que debíamos enfrentar solos, ya que nada estaba saliendo bien; personal escaso, maquinas defectuosas, deudas por todos lados, nada podía ser peor, pero prefería no pensar en eso, ya que siempre que lo decía, empeoraba, así que deje eso de un lado y me concentré en el partido que estaban pasando en la televisión y olvidarme de todo lo demás…

    Todo iba bien, hasta que el teléfono sonó, nunca pensé que eso cambiaria mi vida por completo, que mi concepto sobre la existencia estaría equivocado y que mi percepción de los hechos jamás serian los mismos.

    Esperaba encontrarme con una voz familiar, alguna que reconociese, una familiar, pero no era así, una voz completamente desconocida, incapaz de reconocer y nada familiar fue la que me contestó, llena de angustia, desesperación y un sentimiento extraño, no supe exactamente cuál sería, pero supe que se acercaba un poco al odio y desprecio:

    La Guitarra Acústica y la Guitarra Flamenca Dos Instrumentos con Personalidad Propia ...
    Biografía de Bobby Fischer Orígen de un ajedrecista Robert Jame...
    Tejiendo relatos. Suspiros al viento, por Alan Dalloul Suspiros al viento La tierra tiembla. El ci...

    Mira, se que estas aburrido – comenzó – así que te propongo un trato, te revelare un secreto si hacemos un trato – añadió la voz con malicia – , pero no creas que será gratis, tendrá un precio alto por pagar, más de lo que te imaginas – me previno, pero su voz había cambiado, ahora tenía cierto tono de desinterés en lo que podía ocurrirme – ¿Hacemos el trato?

    Sin poder reaccionar, no respondí en ese instante, creo que entré en un estado de shock pero no sé por qué, aun así, decidí que debía responder, pero no sabía que palabras elegir, esperaba que ese no fuese un momento en que las palabras usadas fuesen lo más importante y esencial de todo, así que pensé muy bien que decir antes de contestar varios segundos luego de su oferta…

    – Bueno, eso depende, no estoy muy seguro de si aceptar o no…Sin embargo, creo que si estaría dispuesto a aceptarlo, pero primero, ¿cuál es el precio que debo pagar?

    …Y esperé una respuesta, como estaba seguro de que mis palabras no eran las adecuadas, anticipé una negativa y una retirada de la oferta junto con algún comentario despectivo o algo por el estilo, pero estaba equivocado en eso…

    Bueno, me alegro que piense así – me contesto con un muy mal fingido entusiasmo – asumo que acepta la oferta, así que, lo esperaré a las 14:27 PM. del día de mañana en el parque, al lado de la fuente central para decirle el secreto que le menciono…

    …Y cortó de repente, no supe que debía hacer luego de eso, todo era confuso y la cabeza me daba vueltas…Sin saber cómo, había quedado con un desconocido a verme en un lugar público, ¿Cómo pasó esto?, ¿Qué debía hacer?, ¿Cómo me debía sentir?,…Tantas preguntas y ninguna respuesta, muchas dudas y nada aclarado, esto era la más extraño que me había pasado, así como lo más peligroso, no sabía si estaría solo, si era peligroso ese hombre con el que hablé y muchas otras incógnitas que surgían sin parar en mi mente, pero tenía que tomar una decisión en ese momento, pero tantas cosas en que pensar, tantas decisiones que tomar, cosas que prever y mucho más, sin embargo, ese momento no significó nada comparado con lo que se me avecinaba encima.

    II

    Estaba algo perdido en mis pensamientos cuando me di cuenta de que debía colgar el teléfono, así que colgué y fui a mi cuarto un momento a reflexionar sobre lo que acababa de ocurrirme, todo aún me resultaba muy confuso…

    …así que empecé del principio: esa voz no me resultaba familiar, así que no conocía al que me llamó, no entendía a que se debía, así que debía ser un asunto ajeno a mí, y habíamos quedado en vernos en un área pública, así que en caso de ser una persona peligrosa, estaría a salvo, de todos modos, decidí prevenirme por si acaso, así que fui un momento a la cochera y busque mi pistola, asegurándome de que estuviese cargada, pero aún así, deseaba no tener que usarla, no me gustaba en lo absoluto ser el centro de atención de los medios.

    Cuando desperté a la mañana siguiente sabía que había llegado el día, y no podía dar marcha atrás, así que me prepare, escondí mi pistola en mi bolsillo trasero, tenía el número de la policía en marcación rápida y tenía el consuelo de que estaríamos en público…

    Así que fui rápidamente a mi carro, y me sorprendió que prendiera, ya que normalmente tenía problemas para hacerlo, aún que no presté mucha atención a eso, conduje hacía al parque, pero mientras lo hacía escuchaba una voz que me decía que no fuese, que todo saldría mal, y tantas cosas que me hicieron dudar sobre si seguir mi camino y arriesgarme, o a volver y estar a salvo en mi casa…

    …pero, ¿y si me vigilaban?, ¿si ahora mismo me estaban viendo para ver que cumpliera?, al fin y al cabo, no conocía a quien iba a ver, pero seguí a mi destino.

    III

    Seguí mi camino, sin ser consciente de que me dirigía a un encuentro con alguien que no conocía, ya que mantenía mi mente ocupada en otras cosas, como lo que haría mañana, que deudas debía pagar, y muchas otras, sabía que si me concentraba en mi destino me pondría nervioso y las palabras me fallaran en el momento que más las necesitara.

    Mientras seguía conduciendo, una extraña sensación invadió mi cuerpo, algo entre la confusión y el miedo, una sensación casi indescriptible, no muy específica, y que jamás había sentido, además de ser imposible de ignorar, por más que tratara, pero sabía que debía continuar mi camino, solo debía seguir y hacer nada más, luego me ocuparía de lo que ocurriera después, pero primero debía llegar y no lo lograría preocupándome por cosas que no entendía.

    Pero, algo extraño me sucedía, por más que avanzara, no llegaba al parque, ni siquiera sabía dónde estaba, pero algunas cosas me eran familiares, y hacía que mi confianza se reforzara, pero nada, no lograba llegar, y vi que el reloj cada vez avanzaba más rápido, esto no tenía sentido…

    …Una sensación que sentía por primera vez, un tiempo que iba cada vez más rápido, lugares de los que solo lograba identificar algunas cosas, una llamada de un extraño, una acontecimiento inesperado, todo era demasiado extraño para ser real, todo era cada vez más rápido e inusual, parecía tan…

    …Irreal…Fue entonces que pasó, solo unos ruidos raros, un golpeteo, una explosión, un revolqué, y una muerte…

    …Mi presentimiento era real, sabía que ese sentimiento me alertaba, porque era lo que todo mundo siente cuando está en peligro, y todo tuvo explicación: la llamada desconocida, el lugar de encuentro, el presentimiento, todas las piezas del rompecabezas de mi mente encajaron a la perfección en el momento cuando ya nada tenía marcha atrás y era demasiado tarde: planeaban asesinarme…

    …Por más que quisiera que eso no hubiese ocurrido, me di cuenta de que yo lo había buscado, tantos maltratos a mis empleados, tanto odio que había esparcido hacía un tiempo que ya no recordaba, tantas cosas, ya me pasaban factura de la peor forma, la realidad, ahora era una pesadilla…

    Relato cedido a Tejiendo el Mundo por Alan Udai. (Derechos reservados por el autor).

    Fotografía crédito

    ARCHIVO DE RELATOS DE TEJIENDO EL MUNDO

    .

    .

    Si quieres que tu relato sea publicado en el blog, envíalo a:

    Bibliografía ►
    El pensante.com (enero 14, 2010). Tejiendo relatos. Pesadilla, por Alan Udai. Recuperado de https://elpensante.com/tejiendo-relatos-pesadilla-por-alan-udai/