Orígenes de la leyenda
De acuerdo con la leyenda, vivía hace algunas décadas en Japón una joven a quien caracterizaba un temperamento asustadizo. Como era de esperarse, sus compañeros de escuela aprovechaban esta circunstancia para jugarle bromas, que en ocasiones se pasaban un poco de tono. La última de estas bromas sucedió un día de verano, cuando sus compañeros le arrojaron una cigarra mientras esperaba el tren. Aterrada, la niña pegó un brinco con tan mala suerte que fue a dar a las líneas mientras pasaba un Shinkansen (un tren bala). Su cuerpo quedó partido en dos, pero su muerte fue lenta y dolorosa y generó en ella un deseo de venganza: a partir de entonces ronda las ciudades en busca de víctimas a quienes ataca con sus manos, que asemejan garras. Ella se convirtió en el Teke – Teke.
El nombre se debe al sonido que hace al moverse. Debido a que carece de piernas, camina sobre sus garras dando pequeños saltos que al contacto con el suelo semejan el sonido que representa su nombre. Busca personas incautas, ya sea por venganza o sencillamente para darles una muerte tan terrible como la suya, en una tradición que parece bastante común en las leyendas japonesas. De acuerdo con la leyenda, aquellas víctimas que tengan una muerte igual a la suya se convertirán, a su vez, en el Teke – Teke.
Son muchas las historias sobre las acciones de esta mujer. La más famosa (y ampliamente reconocida en los centros educativos japoneses) habla de un muchacho, hace algunos años, que detalló una bella mujer sentada al otro lado del parque, tras un muro, en un colegio de hombres. El joven no pudo más que sorprenderse ante la belleza de la muchacha, quien lo miraba fijamente, y se preguntó qué hacía una mujer así en un colegio de varones. Mientras caminaba hacia ella, la muchacha dio un salto sobre el muro y presentó al aterrado estudiante un cuerpo incompleto, al que le faltaba la mitad inferior. El joven, aterrorizado, no fue capaz de moverse ni de pronunciar palabra cuando la mujer vino y usando sus garras lo partió en dos. Ahora él la acompaña en sus cruzadas nocturnas.
Terror en las noches de Tokio
El (o los) Teke – Teke no solo atacan con sus garras. También se dice que empujan a los transeúntes desprevenidos a las vías y que lo asustan procurando que caiga de una gran altura. Su motivación parece ser el forzar que otros corran su desgraciada suerte.
Una variante de esta leyenda (que algunos afirman la misma persona, mientras que otros dicen que se trata de dos personas diferentes) es la historia de Kashima Reiko, quién también murió en las vías del tren. Ella advertirá antes de atacar, con la pregunta ¿dónde se encuentran mis piernas? Si la persona no sabe o responde erróneamente, Kashima Reiko (también conocida como el demonio de la muerte enmascarada) lo atacará y matará. La respuesta correcta es “el ferrocarril de Meishin”, a lo cual ella generalmente pregunta ¿quién te lo dijo? De nuevo, la respuesta correcta debe ser Kashima Reiko, pues de lo contrario ella atacará al transeúnte. En ocasiones se dice que pregunta: “¿cuál es mi nombre?”, con la intención de confundir a su interlocutor, pues la respuesta inmediata (“Kashima Reiko”) no es correcta. La respuesta correcta es “el demonio de la máscara de la muerte” o alguna variante semejante que involucre estos tres términos. Si la persona es capaz de dominar el terror y responder correctamente a estas tres preguntas, podrá abandonar el lugar sin sufrir daño alguno.
A pesar de su desarrollo, Japón sigue siendo el hogar de cientos de leyendas sobre entes demoníacos que rondan el mundo de los vivos en busca de víctimas para sus oscuros designios. Nadie sabe a ciencia cierta si tales demonios existen – o no – pero para millones de japoneses, el Teke – Teke no es una historia para asustar niños, sino una verdadera razón para evitar, a toda costa, quedar solo en una estación del metro.
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