Mar Océano
Desde el momento mismo en el que los hombres comenzaron a recorrer la superficie de las aguas (originalmente en ríos y lagos) quedó claro que estos dominios no estaban pensados para los seres humanos. Y aunque tras milenios algunos han aprendido a adaptarse a ellos casi a la perfección (recordemos las Gentes del Agua de las que hablábamos unos días) lo cierto es que el agua ha cobrado innumerables vidas y se ha llevado miles de secretos.
El océano es la expresión máxima de este inconmensurable poder: sólo recorrerlo le tomó al hombre miles de años y aún quedan espacios sin explorar. Visitar el océano, por lo general, significaba quedar a merced de la naturaleza y de la pericia de los navegantes, en constante peligro y sin posibilidad de recibir ayuda alguna.
El océano está lleno de leyendas. Muchos relatos hablan de barcos perdidos, de tripulaciones desaparecidas o de misteriosos hallazgos que desaparecen cuando los golpea directamente la luz del sol. Pocos, sin embargo, reúnen en sí mismos el misterio y la leyenda que ha generado el Ourang Medan, un carguero holandés que habría naufragado en aguas indonesias en junio de 1947 tras emitir un terrible pedido de auxilio.
Ourang Medan
La historia va como sigue: hacia mediados de junio de 1947 (o de febrero de 1948, según otras fuentes) varios barcos que recorrían la ruta comercial junto a las Islas Molucas, en Malasia, recibieron insistentes mensajes de ayuda. De acuerdo con los testigos que quedaron del hecho los mensajes repetían la siguiente información:
Todos los oficiales de mando, incluyendo al Capitán, yacen muertos en la sala de mapas y el centro de mando. Posiblemente toda la tripulación haya muerto.
Estoy muriendo.
El Silver Star, en las cercanías de la región, alcanzó a llegar al navío que entonces le mostró el más tétrico de los escenarios: una tripulación muerta en su totalidad con una expresión de terror en el rostro, la mayor parte con su mirada hacia el sol que entonces se ponía. No había en los cuerpos herida alguna o rastro que indicara la causa de la muerte: de no ser por la expresión de terror podría haberse pensado que las personas estaban profundamente dormidas.
Antes de que los cuerpos pudiesen ser evacuados, un fuego se encendió en el contenedor número 4 forzando a los rescatistas a una rápida retirada y hundiendo para siempre los secretos del Ourang Medan en medio del océano.
Orígenes de la historia
Lamentablemente, las fuentes con respecto al naufragio son en ocasiones contradictorias y pocas citan los documentos originales. Sin embargo, algunas investigaciones parecen indicar que en efecto un accidente con tintes sobrenaturales sucedió en los mares de Indonesia en algún momento de los 1940’s.
El primero en revelarla al público de manera concreta fue Silvio Scherli, un escritor italiano que habría publicado la historia narrada por misioneros que habrían conocido un superviviente del barco. Aunque muchos consideran a Scherli como un farsante, lo cierto es que varias búsquedas parecen indicar que, más que mentir, el hombre habría modificado datos de una historia verídica ocurrida en 1939 o 1940, año este último en el que apareció momentáneamente en varios medios británicos antes de ser olvidada para siempre.
Sin embargo, existen datos que no están del todo claros. ¿Por qué el Ourang Medan aparece bautizado únicamente en los relatos de Scherli y aparece anónimo en las noticias originales? ¿Por qué no está en los registros de los navíos holandeses? ¿Qué pasó con las bitácoras del Silver Star, fuente primaria de información al respecto?
Teorías sobre lo sucedido
Por obvias razones, suele hablarse del accidente del Ourang Medan como consecuencia de un fenómeno paranormal: quizás del desafortunado choque con un navío fantasma que habría desatado fuerzas incomprensibles sobre los desafortunados navegantes.
Según esta versión, el Ourang Medan habría sido un caso particularmente nefasto del influjo de las fuerzas ocultas en el mundo de los vivos: un ejemplo de cómo los espíritus pueden desatar su furia sobre los seres humanos. Así, lo que los marinos del Silver Plate encontraron no fue más que la prueba de la injerencia de estas entidades en nuestro mundo.
Otras versiones se alejan de esta teoría y postulan otras más mundanas, vinculadas al secretismo natural del periodo de la II Guerra Mundial (o en su defecto, de la Posguerra), concentrándose en la posibilidad de que la tripulación del Ourang Medan llevara como cargamento algún secreto peligroso, quizás un arma de guerra, quizás otra cosa.
En vista de las pocas pruebas disponibles, no podemos más que elucubrar. Hasta el momento dos parecen ser los candidatos predilectos: armas químicas de algún tipo o sustancias con altos niveles de radioactividad.
En el primer caso, los barcos estarían cargando sustancias que podrían ir desde los gases nerviosos hasta venenos como potasio de cianuro. Estos, destinados a las tropas norteamericanas – o en su defecto, al territorio continental de los Estados Unidos – se habrían embarcado en un navío extranjero, previamente modificado, en donde un problema habría llevado a la muerte de la tripulación. Quizás incluso el incendio habría sido deliberado, para ocultar las pruebas disponibles.
El segundo caso es semejante, pero involucra sustancias radioactivas orientadas a crear una nueva bomba atómica.
Aunque interesantes, ambas teorías dejan de lado el rostro aterrorizado de los pasajeros. ¿Creatividad del escritor o prueba que hay algo más allí que no conocemos?
Fuente de imágenes: 1: guioteca.com, 2 y 3: youtube.com