Un sentido misterioso
A lo largo de los años, el humano se ha preguntado qué mecanismo natural es el que logra que cientos de animales emigren años tras año a su lugar de origen, como si un mapa interno los orientara a la dirección correcta que buscan, para poder continuar con su ciclo sexual y reproductivo, conservando la continuidad de su especie.
Recientes descubrimientos parecen revelar que la expresión “brújula interna” no es tan errada y que ciertos animales tendrían en sus células partículas de magnetita de óxido férrico, las cuales tendrían la propiedad de convertir la información sobre el campo magnético de la Tierra en un impulso nervioso que, enviado al cerebro, podrían indicarle al animal cuál es el camino correcto.
¿Pueden tener una brújula interna?
De acuerdo a un reportaje publicado por el portal informador.com.mx, el descubrimiento fue hecho en 2012 por investigadores de la Universidad Ludwing Maximilian de Munich, quienes pudieron hallar células contentivas de esta sustancia en las mucosas olfatorias de las truchas arco iris, parientes cercanos del Salmón del Pacífico, las cuales años tras año regresan del mar a la cabecera exacta del río donde nacieron para desovar.
Así mismo –prosigue el portal mexicano- Michael Winklhofer, director del estudio publicado por la Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) explicó que las células con magnetita de óxido férrico apenas se encuentran 1 en 10 mil, cosa que tal vez explica la gran cantidad de tiempo que le tomo a la Ciencia haberlas descubierto.
Año tras año numerosas especies de animales regresan al sitio donde nacieron para reproducirse, orientados por una brújula interna que los guía usando el campo magnético de la Tierra
En cuanto a si esta célula también podría estar presente en los humanos, los científicos opinan que no es cierto que nuestra especie posea ese sentido, que lo oriente de acuerdo al campo magnético de la Tierra, o que al menos sea consciente de ello. Sin embargo, no descartan la posibilidad de que en nuestro cuerpo existan también estas células con magnetita.
Según prosigue la nota del Informador de México, un estudio anterior, realizado por la Universidad alemana de Duisburg-Essen comprobó que los grandes mamíferos también son capaces de orientarse siguiendo el campo magnético de la Tierra, y que reaccionan de forma errónea ante la presencia de campos electromagnéticos que puedan crear interferencia, desorientándolos.
Para los científicos el malestar que experimentan algunas personas por contaminación eléctrica, ante la exposición a emanaciones electromagnéticas, tal vez sean indicio de presencia de células magnéticas dentro del cuerpo humano.
Aparentemente el artículo, desmentido por los científicos en 2006, sobre el supuesto descubrimiento, de un Instituto de Tecnología en California, sobre un pequeño cristal de magnetita, encontrado en el hueso etmoidal humano, justo detrás de la nariz, que servía como brújula, no estaba tan errado, ya que, a la luz de estos descubrimientos, a pesar que no se trate de un cristal, sino de pequeñas células, sí sería la magnetita ubicada en las mucosas de la nariz la que ayudaría a ciertos animales a orientarse, mostrándoles el camino.
Por tu parte, ¿sientes que tu capacidad de orientación está ligada a algo más que tu intuición? ¿Alguna vez has experimentado saber exactamente hacia dónde ir sin conocer el camino o eres de los que se desorienta constantemente?
Fuente de imágenes: 1. Pixabay; 2. club.royal.es