El Pensante

Tipos de sufijos

Idiomas y lenguaje - noviembre 21, 2017

Es probable que la mejor forma de abordar una explicación sobre cada uno de los tipos de Sufijos contemplados por la Gramática, sea revisar previamente la propia definición de Sufijos, a fin de entender cada uno de sus tipos, dentro un contexto gramatical preciso.

Imagen 1. Tipos de sufijos

Los sufijos

En este sentido, se puede comenzar por decir que la Lingüística entiende los sufijos como uno de los cinco tipos de afijos con los que cuentan las Lenguas naturales. Así mismo, esta disciplina los describe como morfemas o estructuras lingüísticas que se unen a los lexemas de forma posterior, dando origen a nuevas palabras, las cuales o bien señalan los distintos accidentes gramaticales de esta (sufijos flexivos) o crean nuevas palabras con independencia semántica (sufijos derivativos).

Por otro lado, la Gramática ha señalado que los sufijos se distinguen también por estar constituidos por morfemas tónicos, así como por tener la propiedad de poder cambiar la categoría gramatical de la palabra a la cual se unen.

En cuanto a su incidencia en las Lenguas naturales, la mayoría de los autores coinciden en señalar a los sufijos como los morfemas responsables de la mayor productividad lingüística en las Lenguas naturales. En este orden de ideas, algunos estudios revelan que al menos 70 % de las Lenguas naturales a nivel mundial utilizan la derivación por sufijación como su principal procedimiento de producción de palabras.

Tipos de sufijos

Teniendo presente esta definición, quizás sea mucho más fácil entender cada uno de los seis distintos tipos, y múltiples subtipos, de sufijos que pueden distinguirse en el Español, y que son diferenciados según sus implicaciones gramaticales o distintas procedencias. A continuación, una pequeña descripción de cada uno de los Tipos de sufijos de la Lengua española:

Sufijos apreciativos

En primer lugar, se contarán entonces aquellos morfemas o sufijos que se unen a un lexema, a fin de originar palabras con cierto sesgo calificativo. En consecuencia, los sufijos que cumplen con esta misión reciben el nombre de Sufijos apreciativos, pues llevan con ellos una carga apreciativa.

Así mismo, la Lingüística señala que pueden distinguirse tres distintos tipos de sufijos apreciativos, según la emoción o calificación que sumen a la palabra, y que pueden describirse a su vez de la siguiente manera:

  • Sufijos apreciativos diminutivos: se anexan a la palabra, para hacer que la nueva palabra señale una persona, objeto o situación de menor tamaño. Por ejemplo: mujer → mujercita.
  • Sufijos apreciativos aumentativos: por el contrario, los sufijos aumentativos estarán constituidos por morfemas que se unen a la palabra, para que la nueva forma señale la idea de un mayor tamaño. Por ejemplo: mujer → mujerón.
  • Sufijos apreciativos peyorativos: así mismo, dentro de los sufijos apreciativos pueden encontrarse los de tipo peyorativos, conformados por morfemas que al unirse a un lexema, crean una palabra con valor peyorativo dentro de la lengua. Por ejemplo: gente → gentuza.

Sufijos flexivos

En un segundo grupo, se encontrarán entonces aquello morfemas que se insertan de forma posterior en el lexema, a fin de señalar los distintos accidentes gramaticales que puede sufrir la palabra a la cual está anexándose. Este tipo de sufijos reciben el nombre de Sufijos flexivos, precisamente por cumplir con la función de Flexión dentro de la Lengua. En el caso específico del Español, se pueden distinguir cinco distintos subtipos:

  • Sufijos flexivos de género: son aquellos morfemas que se unen a la palabra para señalar si esta pertenece al género masculino o femenino. Por ejemplo: cocinero / cocinera. Claro que no siempre el masculino viene dado por la “o”, ni el femenino por la “a”, pudiendo ser señalado el género por ejemplo por la “e”: nene (masculino); por la terminación –ez: madurez (femenino).
  • Sufijos flexivos de número: serán los sufijos que se insertan de forma posterior al lexema para señalar si la palabra es singular o plural. Por ejemplo: amarillo / amarillos.
  • Sufijos flexivos de persona verbal: así también dentro de los sufijos flexivos se encontrará aquellos que se unen a la palabra para señalar a qué persona refiere la conjugación verbal. Por ejemplo: comer / comes (segunda persona del singular).
  • Sufijos flexivos del modo-tiempo-aspecto: igualmente en el Español, los morfemas flexivos tendrán dentro de sus distintos tipos de sufijos aquellos que se unan al verbo para indicar el modo, tiempo y aspecto. Por ejemplo: leer / leería (con este sufijo se señala que el verbo se encuentra en modo indicativo, tiempo pasado y aspecto imperfecto).
  • Flexivos de formas no personales de verbos: por igual, dentro de los diferentes sufijos flexivos existirán aquellos que sirven para indicar cuál es la forma no personal a la que refiere el verbo, encontrándose tres sufijos distintos: ar, er, ir para el infinitivo (cantar, correr, reír); -ando / -endo para el gerundio (hablando, corriendo); o –ado / -ido para el participio (hablado, comido).

Sufijos derivativos

Por otro lado, dentro de las más importante funciones de los sufijos se encuentra la Derivación, es decir, cuando el sufijo se une a un lexema, para dar como resultado otra palabra, que aun cuando guarda relación con el sentido de la palabra que le ha dado origen, tiene su independencia semántica. Dentro de este tipo de sufijos, se distinguen cuatro distintos tipos, cuya principal diferencia será la categoría gramatical a la que pertenece la palabra que se ha generado. A continuación, una breve descripción de cada uno de ellos:

  • Sufijos derivativos adjetivantes: son aquellos morfemas que al unirse a una palabra crean otra que puede ser clasificada como un adjetivo. Por ejemplo: cantar (verbo) → cantado (adjetivo).
  • Sufijos derivativos adverbializantes: por su parte, los sufijos adverbializantes serán aquellos que cumplan con la misión de generar una palabra considerada como adverbio. Por ejemplo: bueno (adjetivo) → buenamente (adverbio).
  • Sufijos derivativos nominalizantes: así también dentro del Español existen una serie de sufijos que al unirse a otra palabra pueden crear sustantivos. Por ejemplo: Cocinar → Cocinero.
  • Sufijos derivativos verbalizantes: finalmente, dentro de los sufijos derivativos, pueden encontrarse aquellos que al anexarse a un lexema den como resultado una palabra que pueda ser identificada como un verbo. Por ejemplo: Alegre → Alegrar.

Sufijos clasificados según su significado

Igualmente, dentro del Español existen una serie de sufijos, que más allá de imprimir un determinado accidente gramatical en una palabra, o generar otra con independencia semántica, ellos mismos contienen un significado, por lo que al agregarse al lexema lo hacen responder a ese contenido semántico. Algunos ejemplos de los sufijos en Español con carga semántica son los siguientes:

  • Sufijos de gentilicio: son aquellos que al unirse al nombre de un país, forman una palabra que se utiliza para señalar al nacional de este. Por ejemplo: venezolano, chileno, danés.
  • Sufijos de pertenencia: también existen aquellos sufijos que pueden ser empleados para indicar que la palabra pertenece a un conjunto mucho mayor: Por ejemplo: semanal.
  • Sufijos superlativos: dentro de este grupo se encuentran aquellos que introducen la noción de superlativo a la palabra a la cual se unen. Por ejemplo: buenísimo.
  • Otros tipos de sufijos por su significado: dentro de este amplio grupo se encuentran también aquellos sufijos que señalan Profesión (ingeniero), Lugar (osario), Acción (asesinato), Cualidad (sutileza) o noción de Colectividad (estudiantado).

Sufijos de acuerdo a su procedencia

Otro criterio de clasificación de ha adoptado la Gramática, en cuanto a los sufijos, será aquel que los clasifica según la Lengua de procedencia, y que se refiere específicamente a si el sufijo que se ha agregado a la palabra es de origen latino o griego. Algunos ejemplos serían los siguientes:

  • Sufijos de procedencia latina: presente en la palabra omnívoro. De acuerdo a las distintas fuentes, -voro es un sufijo de origen griego que significa “que come”. En tal sentido “omnívoro” será aquel ser que come de todos los alimentos, tanto plantas como carne.
  • Sufijos de procedencia griega: presente por ejemplo en la palabra Lumbalgia. Por su parte, el sufijo –algia será de origen griego, y podrá traducirse directamente como “dolo”, por lo que la palabra “lumbalgia” significará “dolor en la parte lumbar”.

Sufijos provenientes de otros idiomas

Finalmente, la Gramática también señalará un tipo de sufijos, cuyo origen puede situarse en otras Lenguas, como por ejemplo aquellos que del inglés han pasado al Español: humorista, palabra que contiene el sufijo –ist, usado en inglés para referir a profesión: humorist, linguist, novelist, dentist.

Imagen: pixabay.com