Energía solar
Para los fanáticos de la energía renovable la energía solar es una gran favorita. Su implementación está prácticamente libre de consecuencias negativas, pues incluso energías renovables como la eólica o la hidroeléctrica – esta última muy popular a lo largo del mundo – pueden presentar serios efectos ambientales. En el caso de la primera (eólica), se trata principalmente de la muerte de aves, que puede llegar a ser masiva, en el caso de la segunda para que funcione tienen que anegarse vastas regiones destruyendo ecosistemas y afectando la vida de centenares, miles o incluso decenas de miles de habitantes.
En el caso de los paneles, las únicas consecuencias importantes son el hecho de que una vez se implementen será difícil usar la zona para otras cosas. Esto, sin embargo, no parece ser un problema en un contexto en el que grandes regiones han sido degradadas y existen vastos desiertos desprovistos de vida: cualquiera de estas zonas podría ser usada sin problema.
Lo que nos deja entonces el problema de los altos costos de la energía solar como su principal limitante.
Paneles impresos
Sin embargo, el precio de los paneles solares sigue disminuyendo con el paso del tiempo y es probable que en poco tiempo puedan volverse competitivos económicamente… algo a lo que ya parece apuntarle la innovación de una empresa australiana.
La Victorian Organic Solar Cell Consumption ha comenzado a desarrollar celdas solares que pueden fabricarse con ayuda de una impresora 3D sobre una lámina de plástico. La tecnología, que tomó 7 años para desarrollarse, permite ubicar pequeñas celdas en superficies de todo tipo y, más importante, hacerlo con un costo bajo.
El componente fundamental de este tipo de dispositivos es una “tinta solar” capaz de acumular la energía lumínica y que luego solo debe conectarse mediante cables a la batería o dispositivo que debe potenciar. Aunque los “paneles impresos” no han salido al mercado se espera que pronto lo hagan, y si esta tecnología se masifica podríamos estar ante una revolución en la generación de energía.
Resulta poco probable que se implementen grandes centrales solares con los paneles impresos, pero podrían adherirse a celulares, paredes, automóviles y, en general, prácticamente a cualquier superficie. Así, en general permitiría que muchos dispositivos se desconectasen de la red eléctrica, generando una gran cantidad de energía en pequeñas cantidades desagregadas.
Puede que no parezca mucho, pero si el consumo dependiente de fuentes tradicionales desciende sólo en un 10% ya estaríamos viendo un cambio dramático en las dinámicas económicas… y en el impacto ambiental.
Fuente de imágenes: blog.drupa.com