Historia del Asterisco

De acuerdo con lo que señala la Historia de la Tipografía, el Asterisco fue un símbolo gráfico que se originó en la disciplina de la Genealogía, debido a la necesidad de los editores tipográficos de contar con un signo, que les permitiera dentro del árbol genealógico, especificar la fecha de nacimiento de un individuo de la familia descrita. De esta forma, los editores desarrollaron un signo que emulaba un escudo de armas, en donde seis armas se encontraban atadas en su centro. Así mismo, otras corrientes tipográficas también encontraban similitud entre este signo y una salpicadura, por lo que el asterisco es conocido en algunas lenguas también por la denominación “splat”, debido a su parecido con una gota que ha dejado una salpicadura sobre la hoja.

Asterisco actual

Con el paso del tiempo y el desarrollo de las impresoras actuales, el asterisco dejó de ser representado por seis puntas, evolucionando a una estrella de cinco puntas, emulando la forma de  la Estrella de David, razón por la cual también se bautizó de esta forma. Sin embargo, este hecho lejos de simplificar lo referente a este símbolo tipográfico, provocó la creación de un segundo signo con el cual señalar también el asterisco. La razón residió básicamente en que los países árabes, en consonancia al conflicto que sostienen con el pueblo judío, se negaba a emplear este signo, lo que hizo que se desarrollara el asterisco de ocho puntas, inspirado en la estrella arábiga, la cual invoca a Alá.

De esta forma, el mundo tipográfico terminó entonces por contar con tres distintos tipos de asterisco, que son usados de acuerdo al país, la religión o incluso las competencias de la imprenta o impresora. Así existen entonces el asterisco original, de seis puntas: (*); el asterisco de cinco puntas y el asterisco de ocho puntas usadas por el pueblo árabe: (٭).

Reglas de uso del asterisco

Sin embargo, independientemente de la forma que se escoja para este signo, en el Español, su uso está regulado por un conjunto de Leyes, promulgadas por la Real Academia Española de la Lengua, la cual se pueden encontrar por la Ortografía redactada por esta instancia. A continuación, algunas de las reglas que regulan su uso:

• Por lo general, el asterisco es empleado en el desarrollo de un texto como una forma de hacer un llamado a pie de página o una nota al margen.
• En este sentido, se pueden usar varios llamados a pie usando el asterisco en una misma página, sólo que deben ir sumándose: (*), (**), (***), (****). Sin embargo, a este respecto la Academia también ha dictado que sólo se podrán usar enumeraciones de asterisco que se extiendan a cuatro, por lo que al ser empleado como llamados a pie se deberán emplear sólo cuatro por página.
• Se admite por igual el uso de los asteriscos entre paréntesis o fuera de ellos: * ó (*).
• Así mismo, el asterisco puede cumplir con otras funciones, destinadas a llamar la atención sobre alguna parte del texto, como por ejemplo cuando se quiere señalar una palabra o expresión que se ha escrito de forma incorrecta: *pienso de que no está bien lo que se está haciendo / pienso que no está bien lo que se está haciendo.
• Dentro de la disciplina de la Filología, o en los estudios diacrónicos de la Lingüística se usa el asterisco para indicar una palabra que se origina por un proceso reconstructivo, es decir, cuando se trata de un vocablo hipotético.
• Finalmente, la Academia también le concede al escritor o editor la libertad de usar el asterisco, para llamar la atención sobre determinadas palabras o construcciones.

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