Quizás uno de los productos alimenticios de origen más antiguo en occidente sea el Aceite de oliva, aceite vegetal que se obtiene gracias al prensado del fruto del olivo, conocido como olivo, y más comúnmente como aceituna.
Breve historia del Aceite de Oliva
De acuerdo con su origen geográfico e histórico, algunas fuentes especializadas indican que con respecto a al Aceite de Oliva se puede considerar a Siria y a Canaán como algunas de las antiguas naciones, de las muchas, que desde el año 5000 a.C. ya conocían esta sustancia, de fácil extracción, pues de acuerdo a lo que indican también los expertos, casi la tercera parte de la aceituna es aceite, por lo que estas antiguas civilizaciones encontraron en el olivo una buena fuente de aceite, el cual era usado tanto para la culinaria, como para otros usos cosméticos. Más adelante, aproximadamente sobre el año 4000 a.C. el Aceite de Oliva comenzó a producirse también en otras zonas africanas y del medio oriente. En la actualidad, es un producto que se elabora principalmente en el Mediterráneo, en donde España se lleva la cabeza en cuando a la producción de Aceite de Oliva al encargarse de la mitad de la producción mundial, siendo secundada sólo por Grecia e Italia. Así mismo, constituye uno de los condimentos y aderezos de más delicadeza, sabor y pureza, por lo que es considerado también parte de la alta cocina.
Propiedades nutricionales del aceite de oliva
No obstante, en cuanto al Aceite de oliva no sólo se puede hablar de sabor, puesto que este ingrediente es reconocido por los nutricionistas y la Ciencia en general como uno de los elementos que más propiedades nutricionales contiene, por lo que su ingesta regular es recomendada con frecuencia. En este sentido, el Aceite de Oliva es considerado entonces como una importante fuente de vitamina E, así también como de antioxidantes y de grasas monoinsaturadas, por lo que entonces –a nivel nutricional- se le considera un gran aliado en el camino de procurar la regeneración de tejidos, la prevención del cáncer, así también como la reducción del colesterol. Así mismo, puede constituir una buena forma de combatir los niveles de glicemia en la sangre.
Usos sorprendentes del Aceite de oliva
Empero, la cocina es también sólo uno de los ámbitos en donde se puede ver todo el potencial de esta sustancia olea, que ha estado al servicio de occidente durante milenios, en los cuales se ha ido conociendo igualmente sus grandes cualidades y beneficios cosméticos e incluso domésticos, los cuales sorprenderían a más de uno. En este orden de ideas, resulta entonces pertinente traer a colación algunos de los usos más sorprendentes del Aceite de Oliva. A continuación, algunos de ellos:
Acondicionador capilar
Uno de los usos cosméticos más antiguos del Aceite de Oliva, cuyo uso es atribuido incluso a la propia Cleopatra, es el de aplicarlo en el cabello, a fin de hidratarlo y devolverle su brillo y sedosidad. En cuanto a este uso, algunas fuentes de cosmética natural reseñan que la forma de sacar el mayor provecho de esta sustancia, cuando se tiene pensado este uso específico, es la de calentar en baño maría el aceite de oliva que se usará, aplicándolo sobre el cabello cuando este haya alcanzado una temperatura tibia, que haga que su uso sea seguro. De esta forma, se aplicará el aceite de oliva tibio, en el cabello, dejándolo reposar por un rato, antes de retirarlo con ayuda del champú, para así descubrir un cabello mucho más hidratado y brillante.
Desmaquillante
Así mismo, para aquellas personas que no están del todo contentas con aplicar cremas en la cara, e incluso si sucede que justo cuando se va a realizar la rutina de desmaquillarse, se descubre que la crema se acabó, el Aceite de Oliva es el aliado indicado, ya que removerá rápidamente cualquier tipo de maquillaje que se encuentre en la piel, dejándola limpia, y por si fuera poco, hidratada. Por otro lado, las propiedades antisépticas de este aceite hace que también la piel quede libre y protegida de algunas bacterias peligrosas.
Como crema de afeitar
También puede suceder que en el momento en que se decide afeitarse, bien sea la cara –en el caso de los hombres- o las piernas –en el caso de las chicas- se descubra con desencanto que la crema de afeitar se ha acabado. Llegado el caso, o simplemente si se quiere optar por una forma un poco más natural, se puede usar Aceite de Oliva. En este caso, de acuerdo a lo que señalan algunas fuentes naturistas, bastará aplicar el Aceite de Oliva sobre la piel que se afeitará, para protegerla, ofreciéndole a la máquina una superficie lubricada, alejando entonces la posibilidad de que sobrevenga la irritación.
Eliminar las manchas de tinta de la piel
Igualmente puede ocurrir que por accidente o debido simplemente al contacto directo con esferos o tinteros, los dedos, las manos u otras zonas de la piel se manchen con tinta, la cual por más que se aplique agua y jabón pareciera amenazar con pasar una buena temporada sobre ella. No obstante, según señalan algunas fuentes expertas, el Aceite de Oliva puede ser una solución bastante efectiva. Para esto, bastará entonces con mojar un algodón en esta sustancia aceitosa, para después frotarlo contra la piel manchada, viendo entonces cómo la mancha va quedando en el algodón, dejando para siempre la piel.
Sacar brillo a los muebles
Sin embargo, no sólo la piel o el cabello son los que pueden resultar beneficiados con el Aceite de Oliva, puesto que de acuerdo a lo que apuntan algunas fuentes de economía doméstica, esta sustancia puede ser también bastante provechosa para los muebles, sobre todo aquellos que son de madera. En este sentido, algunas guías de cuidado de muebles aseguran que se debe realizar una mezcla que contenga dos (2) cucharadas de aceite de oliva y una (1) de limón, para con ella limpiar la superficie del mobiliario, el cual lucirá brillante y renovado.
Cuchillos sin óxido
Otro de los problemas que pueden experimentar los cuchillos de cocina, además de perder su filo, puede ser el de oxidarse, debido a un almacenamiento inadecuado. En este tipo de casos, algunas fuentes recomiendan que el aceite de oliva es un compuesto ideal para prevenir esta situación, por lo que una vez que los cuchillos –y todo utensilio de cocina doméstico- se haya lavado con agua y jabón, se debería secar y untarse con al menos dos o tres gotas de aceite de oliva, el cual creará en la herramienta una capa de protección, que mantendrá el óxido a raya.
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