El mensaje que hizo célebre al «Asesino del lápiz labial»
Asesinos seriales
Hemos hablado con bastante largueza en estas páginas de varios asesinos seriales, e incluso hicimos una lista con los hombres con más muertes a sus espaldas. Como ya mencionamos en aquella ocasión, se considera como asesino serial a un personaje que realice tres o más asesinatos, vinculados únicamente a su interés en asesinar y no a motivaciones como la guerra o la venganza.
En este artículo hablaremos de William Heirens. Bautizado como “El Asesino del Lápiz Labial”, Heirens se hizo famoso en los Estados Unidos cuando apareció un pedido de auxilio sobre la víctima de uno de sus asesinatos. Aunque muchos consideran que su caso nunca fue resuelto del todo, en la justicia norteamericana terminó por considerársele culpable.
Pero como en cualquier historia, empecemos por el principio:
Los orígenes de Heirens
William George Heirens nació el 15 de noviembre de 1928 en la ciudad de Evanston, Illinois, en una familia particularmente proclive al conflicto. Con ánimos de evitar las discusiones de sus padres solía embarcarse en viajes callejeros desde su infancia, y pronto encontró en el crimen una manera de relajar sus tensiones.
En su juventud sería detenido en dos ocasiones por robo. En la escuela obtuvo altísimas calificaciones, lo que llevó a sus docentes a insistirle en que se inscribiera en la Universidad de Chicago, a la que fue fácilmente admitido.
Ya en la Universidad seguiría con sus hábitos de hurto, pero también se convirtió en un joven bastante popular por su cara, su inteligencia… y su habilidad en la pista de baile.
Primer asesinato
Heirens asesinaría su (supuestamente) primera víctima recién llegado a la Universidad. Se trataba de Josephine Ross, un ama de casa de 43 años que apareció muerta en su apartamento el 5 de junio de 1945. De acuerdo con el reporte de las autoridades, había sido repetidamente apuñalada. En aquel momento, la policía no tenía ninguna pista que la llevara al culpable.
El hecho de que su cara estuviera cubierta con un vestido, así como encontrar cabellos negros en su mano, hizo sospechar a la policía que la mujer se defendió y que seguramente había encontrado a un intruso. Nada fue robado.
Segundo asesinato
Menos de 6 meses después, el 10 de diciembre de 1945, aparecería una su segunda víctima. Se trataba de Frances Brown, una mujer divorciada que fue encontrada con una puñalada en el cuello y una bala en la frente. Junto a su cuerpo, escrito en la pared, estaba el mensaje que lo haría mundialmente famoso:
“Por todos los
cielos, captúrenme
antes de que mate más
no me puedo controlar”
For Heavens
sake catch me
before I kill more
I cannot control myself
Tercer asesinato
El tercer asesinato habría ocurrido en enero de 1946, cuando Suzanne Degnan, de 7 años, fue secuestrada. Pese a que originalmente apareció una nota pidiendo el pago de un rescate, poco tiempo después el cuerpo de la pequeña apareció en una lavandería.
Heirens en prisión
Un caso no resuelto
Heirens sería capturado apenas 20 días después del incidente en una casa del mismo barrio a donde habría entrado a robar. De acuerdo con todas las evidencias, habría sido sometido a un brutal trato en la comisaría y drogado con pentatol de sodio (en aquel entonces considerado “suero de la verdad”) antes de firmar su confesión.
El hombre moriría en el año 2012 tras muchas peticiones de revisión de su caso que siempre fueron denegadas. Muchos consideran que él no fue en verdad el asesino del lápiz labial y que fue inculpado para justificar la operación de la policía. Las principales pruebas que lo incriminaron fueron una huella digital hallada en el hogar de Frances Brown, pero un análisis de su letra indicó que no había sido él quien escribiese los mensajes.
En cualquier caso, luego de su captura las muertes cesaron. Al final – si en verdad fue él el culpable – su mensaje fue bien recibido.
Fuente de imágenes: 1: pinterest.com, 2: internacional.elpais.com, 3: beforeitsnews.com