Querer controlarlo todo

Algunas personas quieren controlar desde el clima, hasta las horas de su reloj. No es necesario desgastarse buscando la perfección de las situaciones, pues todos los días traen diferentes experiencias y hay que vivirlas, sean buenas o malas.

Angustiarse por el futuro

Las personas que se preocupan por lo que va a pasar, sin que haya pasado, están generando un aire de mala suerte, según indican los expertos, pues con su vibración se encuentran sugiriendo al Universo que lo venidero no es nada agradable. Lo ideal es ser positivo y disfrutar del presente.

Querer tener la razón siempre

Dentro de una conversación, siempre hay alguien que quiere tener la última palabra. Esa persona se somete al disgusto con los otros y a la incomodidad de tratar de convencer a alguien de algo específico. Se deben aceptar todos los comentarios con total libertad y esto evitaría gran parte del sufrimiento.

Compararlo todo

“La comparación es la muerte de la alegría”, dijo Mark Twain, famoso escritor hacia los años 1800; y tenía razón, las personas que comparan su estilo de vida, su trabajo, su pareja y hasta su casa con las de otros, dejan de disfrutar el ser ellos mismos; todos somos diferentes y eso es lo interesante.

Quejarse siempre

La queja pareciera una costumbre muy habitual del hombre. A diario, pequeñeces como que llueva, o haga mucho sol, hace que las personas entren en un mar de quejas incontrolable. Lo mejor es vivir de manera agradable con lo que se tenga y las condiciones que prevalezcan.

Hacerle caso al ego

Todos los seres tienen egos, los cuales descontrolan su vida, haciendo de casi todo, un drama. Los profesionales en el tema aconsejan conocer el interior de cada uno, para hacer de su alma más sabia y limpia.

Dar excusas para todo

Las excusas limitan a las personas, evitando que fluyan dentro de las situaciones. Lo mejor es afrontar con agrado lo que se vaya presentando en el trascurso de la vida.

Prestarle importancia a pequeñeces

Con el mundo digital tan avanzado, las personas andan pendientes de quién se halla conectado en Facebook o quién lo elimino del WhatsApp, dejando a un lado las cosas importantes como la familia y el trabajo, por ejemplo. De tal modo que se deben conocer las verdaderas prioridades.

Criticar

Las personas tienden a hacerlo todo el tiempo: en el trabajo, en la calle, incluso hasta en la casa. Este hábito poco agradable, puede llamar malas actitudes que en vez de felicidad, traen envidia y aislamiento de parte de los demás. Dicen los sabios que criticar es sinónimo de ganar enemigos.

Ser negativo

Afirman los psíquicos que la mente es tan poderosa, que puede influir en todos los momentos de la vida, a través de la energía emitida por los diferentes estados anímicos. Lo ideal es pensar siempre en positivo, para que las situaciones que lleguen sean siempre agradables. El Budha enseñaba que somos y nos convertimos en lo que pensamos y sentimos.

Imagen:mundotkm.com