Los ángeles: seres divinales descritos por el cristianismo y las doctrinas hebraicas de antaño, inclusive los egipcios, aunque les denominaban dioses. Los jeroglíficos y obras de arte encontradas de culturas milenarias, demuestran que curiosamente, también creían en criaturas súper humanas similares. Varias corrientes espirituales de la actualidad consideran su existencia y les piden diversos favores, tanto en la economía, la salud, la familia, la protección, el amor, etc. Pero más allá de la creencia, ¿realmente existen los ángeles? Los siguientes son relatos de la vida real:
El anuncio del nacimiento
El comportamiento con el que describen a los ángeles que según testimonios, han tomado personalidad humana, es muy similar en quienes dicen ser testigos. Llegan siempre en momentos urgentes y críticos, dejan signos y suelen ser muy discretos, como intentando ayudar pero sin dejar su rastro, por eso es que muchas veces hasta después de un evento donde intervinieron, las personas se percatan de que estuvieron frente a un ángel.
Tal fue el caso de Claudia, una mujer mexicana que trabajaba junto con su hermana, en un restaurante en el Distrito Federal. En una noche fría y lluviosa, llegó al establecimiento un hombre que vestía sucio y se veía bastante demacrado, pidiendo algo de comer porque ya no soportaba el hambre. Claudia decididamente le brindó un plato caliente de sopa y le obsequió una bolsa llena de pan. Cuando el sujeto terminó su comida, se levantó, dio las gracias y se dirigió hacia la puerta para salir, pero se devolvió y le dijo a la caritativa mujer que dentro de dos meses iba a quedar embarazada y que su hija debía llamarse Muriel.
Ante lo dicho, la mujer duró unos cuantos segundos en asimilarlo y cuando salió a buscar al hombre para interrogarlo más al respecto, parecía como si se lo hubiese tragado la tierra, porque no se veía en ninguna de las calles próximas. Efectivamente, 60 días después le dieron la noticia de que sería madre de una pequeña y sin dudarlo, la bautizó como ese extraño mendigo le indicó.
Según Claudia y otros creyentes, los ángeles suelen aparecen en las vidas de la gente de una forma muy milagrosa o mágica, a pesar de que para la Ciencia obviamente sea inaceptable. Aparte de que intervienen en alguna difícil situación, acostumbran a dejar un mensaje de luz, esperanza, bendición, como dando a entender que nunca estamos solos.
Hay ángeles entre nosotros
Quizá no con alas y cítaras, sino con una apariencia humana común. Más del 70% de los estadounidenses creen en los ángeles, según encuestas realizadas. Por lo general, se les concibe como los mensajeros de Dios y es precisamente lo que denota la etimología de la palabra ángel. Ross es una mujer muy devota de estas jerarquías celestiales y resultó viviendo algo que le aumentó aún más su fe. Cuando su hija menor nació, se le detectó un grave problema cardíaco, pero podía tratarse con una medicina muy costosa, que se salía abruptamente del presupuesto de su familia y además el seguro médico se negó a asumir el valor.
Cuando el médico estaba dando esta noticia en la sala de espera, a los familiares de Ross, sólo se escuchaba el llanto y los lamentos. De repente, un anciano muy parecido al fallecido padre de la mujer, interrumpió la situación diciendo que no se preocuparan, que él se encargaría de todos los gastos de las medicinas y todo lo concerniente.
Jamás se supo quién fue ese hombre, porque nunca lo pudieron localizar para agradecerle. Simplemente apareció como dicen popularmente “como caído del cielo”, en el instante más adverso. Muchas historias similares se cuentan diariamente en todo el mundo.
Los ángeles de la guarda
Philip era un estudiante de primer grado de secundaria; tan sólo tenía 11 años de edad, pero uno de sus compañeros, Paul el mayor del curso, con 17 años de edad, un muchacho problema que había tenido que repetir varios años, lo había cogido entre ojos y siempre quería infringirle violencia y matoneo. Cierto día que salieron de excursión, Paul se sintió muy ofendido porque Philip no quiso darle el dinero de su almuerzo y sin más, dijo que lo iba a matar.
Entonces el pequeño Phil salió corriendo con todas sus fuerzas, para huir de aquel bravucón. Llegó hasta una autopista principal, pero Paul era muy rápido y lo alcanzó. El tamaño de cuerpos era muy marcado y Paul aprovechó su condición física ventajosa por su edad y estaba empeñado en lanzar a su compañerito a los carros que velozmente transitaban la autopista. En medio de su angustia, Phil oraba con devoción a su ángel de la guarda y de la nada, aparecieron dos señoras, quienes con un golpecito muy suave en la cabeza del endemoniado adolescente, lo dejaron como hipnotizado y adormecido.
Unos policías que iban pasando por ahí, casualmente, se enteraron de lo sucedido y aprendieron al menor. Cuando Philip quiso agradecer a las amables señoras, ellas habían desaparecido como por arte de magia. Muchas personas han tenido experiencias similares y se ven ayudados por algún extraño que por suerte aparece o simplemente por un amigo que se presenta en el momento en que más se le necesitaba; una madre intuitiva que previene a sus hijos antes de que les sucediera algo con alguna llamada inesperada, o una sencilla canción que por coincidencia suena en la radio y la letra es una especie de mensaje que se relaciona con algo muy importante que se esté viviendo, entre otras cosas. Uno mismo, también pudiera ser el ángel de otras personas. No obstante, aquellos seres supranaturales, también han dado muchas muestras de su existencia.
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