Dentro de la Literatura latinoamericana, se conoce con el nombre de Cien Años de Soledad a la novela más afamada del escritor colombiano Gabriel García Márquez, la cual fue publicada por primera vez en el año 1967, gracias al trabajo de la editorial Suramericana, y constituye una de las obras más importantes del movimiento literario conocido como el Boom latinoamericano, así como un punto de referencia crucial dentro del género del Realismo Mágico.
Trascendencia de Cien Años de Soledad
Desde su publicación, esta novela ha cautivado a sus lectores, no en vano, en 1982, constituyó el motivo por el cual su autor, Gabriel García Márquez recibió de manos de la Academia el Nobel de Literatura, ya que además de contar con imágenes hermosas y personajes que atrapan a los lectores, Cien Años de Soledad es considerada una obra maestra de la Literatura, así como una fuente de arquetipos universales, que trascienden la cultura colombiana de la Costa, para insertarse en el sentir humano, puesto que más allá de las formas, como bien lo diría su autor, Cien Años de Soledad es “un vallenato de 300 páginas” que le canta a la Soledad, el Amor, la Familia, la Memoria, el Incesto, las enfermedades mentales, el deseo, entre otros temas inherentes a la condición humana, independientemente de la nacionalidad o cultura.
Fenómeno literario
Así mismo, Cien Años de Soledad ha atravesado los océanos, para convertirse en la novela más leída de otros continentes, contando a la fecha con traducciones a más de 35 idiomas, y erigiéndose en todo un fenómeno de ventas, ámbito en el que reportaba para las primeras décadas del siglo XXI más de treinta millones de ejemplares vendidos alrededor del mundo. Hechos que explican cómo algunos medios impresos, como por ejemplo el diario español El Mundo la haya incluido en su lista de las 100 mejores novelas en español que fueron publicadas durante el siglo XX, entre otras clasificaciones similares, como la del prestigioso Club de libros de Noruega, que calificó a Cien Años de Soledad como uno de los cien mejores libros de toda la historia de la Literatura.
Argumento de Cien Años de Soledad
Básicamente, Cien Años de Soledad, del autor colombiano Gabriel García Márquez puede resumirse como la historia de las distintas generaciones (siete en total) de la familia Buendía, desde la fundación de Macondo (pueblo creado por la imaginación del autor) donde residirán y de donde nunca saldrán, hasta que el ciclón bíblico arranque de sus cimientos la casona de esta familia, para no dejar huella de esta estirpe sobre la tierra.
De esta forma, la novela comienza contando cómo José Arcadio Buendía –el patriarca de la estirpe- se casó con Úrsula Iguarán, quien en realidad era su prima, situación que abre las puertas a un intenso miedo, pues Úrsula es del pensar que los hijos de familiares nacen con cola de cerdo, temor éste que incluso ocasiona que se niegue a cumplir con sus obligaciones de mujer, privando a José Arcadio de consumar el matrimonio. Sin embargo, como si esto fuese poco, la noticia trasciende las fronteras de la alcoba matrimonial, para regarse como pólvora por las calles, hasta que un día, después de ganar una pelea de gallos, el perdedor resentido insulta a José Arcadio comentándole que quizás el gallo de éste resulte más eficaz con su mujer Úrsula. La ofensa ha sido tan grande y pública que José Arcadio mata en honor a Prudencio Aguilar, y ese mismo día consuma su matrimonio con Úrsula.
No obstante, el fantasma de Prudencio Aguilar comienza a penar por la casa de los Buendía, mostrándose en cada parte de la casa con su cara de tristeza y soledad, al punto que José Arcadio no da más, así que decide matar todos sus gallos de pelea y partir con su mujer hacia un lugar nuevo para vivir. Así, José Arcadio y Úrsula partirán con un grupo de amigos, quienes contagiados con los aires de una nueva vida, acompañas a la pareja en una travesía de meses por el dificultoso camino de la ciénaga. El viaje dura tanto que incluso Úrsula llega a dar a luz a uno de sus hijos en pleno transitar sin rumbo.
Una tarde, mientras descansaban a la orilla de un río, José Arcadio Buendía sueña con un pueblo, con paredes de espejo, el cual llama su atención. Al preguntar qué pueblo es ese, una voz le responde: Macondo. Al despertar, había tomado la decisión de fundar Macondo en ese sitio, así que el viaje había terminado. Rápidamente, y con un talento excepcional para la organización, José Arcadio Buendía tomó el liderazgo de los trabajos relacionados con la fundación de lo que sería el nuevo hogar de su familia.
Ya establecidos, y con José Arcadio y Aureliano (hijos mayores de los Buendía), José Arcadio comenzó a mostrar gran pasión por la invención y la creación de artefactos. Un día mientras se encontraba investigando sobre nuevas creaciones llegaron los gitanos a Macondo, fue así como conoció a Melquíades, un gitano -que tiene la habilidad de ir y regresar de la muerte- con el que establecería una amistad de por vida y quien es el escritor de los manuscritos donde está contenida la Historia completa de esta familia, pero que sólo pueden ser descifrados cien años después. Sin embargo, a medida que avanza la novela, José Arcadio va abandonando el espíritu organizador, para entrar en una especie de obsesión con ciertos temas, al punto de que terminará sus días atado a un árbol del patio, por considerársele loco.
Por su parte, su esposa Úrsula Iguarán es quien termina echándose, sobre los hombros y durante más de cien años, todo el peso de la casa, además de cuidar a sus tres hijos biológicos: José Arcadio, Aureliano y Amaranta, así como de la hija adoptiva de ambos, Rebeca (niña que come tierra y que trajo la enfermedad del insomnio a Macondo). Posteriormente, los hijos irán creciendo: José Arcadio se irá con el circo, Amaranta y Rebeca entrarán en una rivalidad terrible por el amor de Pietro Crespi, que se resolverá con la renuncia de Rebeca –quien lo deja por José Arcadio que ha regresado hecho un semental y que morirá misteriosamente- y el suicidio de Crespi ante el rechazo sorpresivo de Amaranta, quien decidirá férreamente permanecer soltera por siempre. Por su parte, Aureliano –que siempre fue callado y taciturno- termina convirtiéndose en el coronel Aureliano Buendía, y comandando el Ejército de resistencia de la Guerra Civil.
Así continúa la historia, contando la vida de las siguientes generaciones, que se abrirán paso desde el vientre de Pilar Ternera, quien procreará un hijo con José Arcadio Buendía: Arcadio. Aún cuando esta mujer también tuvo un hijo con Aureliano Buendía, Aureliano José, es Arcadio quien cumplirá con la tarea de proseguir con la estirpe de los Buendía, al concebir con Santa Sofía de la Piedad a la cuarta generación de los Buendía: Remedios, José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. Así mismo, será Aureliano Segundo el camino genealógico por donde continúe la descendencia al procrear con Fernanda del Carpio a sus hijos (quinta generación Buendía): Amaranta Úrsula, José Arcadio y Renata Remedios, quien concebirá con Mauricio Babilonia a Aureliano Babilonia, personaje que finalmente, sin que estuviese viva Úrsula Iguarán para impedirlo termina concibiendo con su tía, Amaranta Úrsula al último Aureliano, quien nace con cola de cerdo, y que como profetizaron los manuscritos de Melquíades termina siendo arrastrado por todas las hormigas del mundo.
De hecho esa imagen, hace que Aureliano Babilonia recuerde una de las encíclicas de los manuscritos, que estuvo traduciendo durante años, antes de que la pasión del amor por Amaranta Úrsula lo distrajera. Al volver a los documentos, descubre que puede entenderlos, y lee –como si fuese un espejo- la Historia de la Familia Buendía durante siete generaciones, para encontrarse dentro de esa historia a sí mismo, leyendo y entendiendo su contenido, antes de que un ciclón bíblico arrancara de la tierra y la memoria a Macondo y con él a su estirpe, la cual condenada a cien años de soledad, no iba a tener una “segunda oportunidad sobre la tierra”.
Imagen: retrato de Gabriel García Márquez, autor de la novela Cien Años de Soledad. / Fuente: wikipedia.org