El submundo nuclear
Durante buena parte del siglo pasado las tensiones bélicas mundiales se tradujeron, en algunos países, en una vorágine constructora de maquinaria de guerra. En la extinta Unión Soviética se fundían diariamente miles de toneladas de acero para construir aviones, barcos y un sinfín de submarinos. Estos últimos fueron, por sus características, los que más millas recorrieron en aguas enemigas para espiar, perseguir y de ser necesario destruir a la flota enemiga.
Las bases navales para estos submarinos nucleares requerían una condición indispensable: ser secretas e invisibles para el enemigo. De ese modo se perforaron montañas en los lugares más inhóspitos que albergarían los talleres y regimientos necesarios para mantener y abastecer a la flota submarina rusa.
Cuando finalizó la guerra fría y tras el colapso de la antigua Unión Soviética, muchas de estas bases quedaron en desuso, permaneciendo hasta nuestros días en estado de total abandono.
Aquí van un par de ejemplos de lo que podría entrar en la vasta categoría de abandonos bélicos. El primer caso se encuentra en el extremo oriente ruso, en la región de Primorie Krai. Esta base se encuentra abandonada desde mediados de los ochenta. En las épocas más frías, como se puede ver en las fotos, incluso los enormes canales por los que entraban los submarinos hasta su interior se congelan totalmente, por las lúgubres galerías que recorren el recinto las estalagmitas de hielo nos pueden dar una idea de las extremas condiciones de la zona.
Para visitar la siguiente base viajamos hasta la ciudad de Balaklava, a unos 10 kilómetros al sur de Sebastopol, en la costa del Mar Negro. La base está abandonada desde 1996, aunque una pequeña parte de la base fue remodelada para reconvertirla en museo.
Fuentes:
https://www.bored-space.com
https://russiatrek.org
ARCHIVO DE ABANDONOS DE T.E.M