Una batalla sangrienta inesperada
La flota norteamericana que llegó a Guadalcanal en la Segunda Guerra Mundial estaba segura de su victoria. No creía que encontrarían en la pequeña isla más que un montón de salvajes que serían fáciles de exterminar. Habían pocos soldados y generales, como el comandante Ernest King que sabían bien que los japoneses eran peligrosos, ellos se preparaban para morir y la mayoría eran veteranos sanguinarios.
Desde el primer día en que dejaron las tropas en la isla, sabiendo que los japoneses querían construir ahí una base aérea para invadir Australia, se asombraron de no ver ni un solo soldado en las costas. Esto daba una mala impresión, pues era evidente que los japoneses querían que los marines entraran a la selva interna de Guadalcanal.
Esta puede que sea una de las batallas más sanguinarias de la historia de la guerra. Las ametralladoras no daban abasto destrozando los cuerpos de los japoneses que salían a luchar por todas partes. Además es una batalla clave en la conquista del Pacífico que hicieron los norteamericanos hasta la toma de Iwojima, pues allí podían dejar sus aviones.
Antecedentes de la batalla
Con el envío de tropas al Pacífico desde el 7 de Agosto de 1942 para proteger los canales de suministros de los Estados Unidos con Australia y Nueva Zelanda, iniciaron las hostilidades. El general King necesitaba las islas de Guadalcanal y Tulagi para que sus aviones despegaran de ahí para futuros bombardeos a los japoneses.
Mientras tanto los japoneses protegían una gran zona al sur de Japón casi llegando hasta Australia. Allí patrullaban y también buscaban dar el primer paso para la conquista de la Oceanía. Los norteamericanos creen aún que los japoneses no se esperaban esta iniciativa, lo cierto es que resistieron con valor y si no siguieron fue por falta de suministros y la mala posición.
Los japoneses estaban planeando la Operación FS, que era tomar Fiyi y Samoa, para ello construían un aeródromo con casi 3000 ingenieros y obreros en Guadalcanal. En ese instante se encargó al almirante Chester Nimitz organizar todo. Él fue el que eligió de comandante a Douglas McArthur.
Con 3000 soldados tomaron inicialmente Tulagi y Gavutu y Tanambago, dos islas pequeñas provistas por unos cientos de soldados de la Armada Real Japonesa. Murieron al inicio 122 marines y todos los japoneses defensores, ellos con sus ametralladoras destrozaron los pocos barcos japoneses.
Después fue la invasión de Guadalcanal donde no se encontró resistencia alguna en el desembarco, lo malo era que los barcos norteamericanos y australianos eran asediados y hundidos por los japoneses sin percatarse de ello los marines de tierra. Además ahí se dieron cuenta que los destructores japoneses harían lo que fuera para proteger el área.
Como los japoneses no estaban a la vista, los Aliados creían que todo estaba bien y tomaron los suministros japoneses que les alcanzaba para varios días de comida pero no se esperaban la llegada del 17° Ejército al mando del Teniente General Harukichi Hyakutake.
La batalla
Hablar de la campaña en Guadalcanal es tratar de muchas batallas, pero todas ellas son una sola. Una donde avanzar era peligrosísimo y donde a diario hundían portaaviones, destructores, barcos de reconocimiento, hidroaviones y demás. Adentro de la isla era los enfrentamientos en la jungla, en el río, sin olvidar los constantes bombardeos con obuses que reventaban los campamentos militares.
La primera parte de Guadalcanal fue el desembarco de 1000 soldados japoneses (28° Regimiento de Infatería al mando de Kiyonao Ichiki) en Tenaru, una zona de la isla. Allí se encontraron con los marines que los acribillaron con ametralladora. La idea inicial era entrar a la isla de manera desprevenida y de noche.
Los grandes encuentros marítimos y aéreos luego de esta batalla dejaron miles de muertos, pero usualmente las tomas eran ganadas por los marines. Entre las primeras están las batallas aéreas del Campo Henderson donde murieron pocas unidades de lado y lado pero que si acabaron con los suministros de la Us Navy por las bombas.
La parte más irritante de estas constantes batallas donde morían pocos hombres era llevar las tropas a la isla. Los japoneses se dieron cuenta que enviar un destructor con miles de hombres era mala idea, llegaban los marines y tenían carne para dispararle.
Así que las otras brigadas japonesas, unas al mando del general Kawaguchi, tenían que ver la manera de enviar de a pocos hombres para organizarlos en la isla. Claramente no la tenían fácil. Los norteamericanos eran más cobardes y no les gustaba luchar en la noche, momento oportuno para que los japoneses se movilizaran hasta la isla. Lo malo era que eran acribillados en la mañana cuando los marines acababan de despertar y los japoneses ya tenían sueño.
Una batalla larga
Fuera de cada unos de los enfrentamientos que fueron desde Mayo a Noviembre de 1942, con todo lo que tiene que ver con enfrentamientos aéreos, divisiones desembarcando, envíos de tropas y suministros, enfrentamientos en la jungla, en la playa, en los escampados, etc., debemos entender lo larga de esta treta.
Desde malnutrición, malaria y enfermedades por el agua sucia, cada soldado de ambos lados tuvo que soportar mucho. En total los norteamericanos habían llevado 60.000 hombres que combatieron con 36.200 efectivos.
Al final los japoneses fueron destruidos completamente. Más de 31.000 soldados japoneses murieron y sólo 7.000 americanos. La estrategia de los marines era más efectiva por sus nidos de ametralladora y sus excelentes posiciones en la isla. Los japoneses no lograron tomar nunca más la isla, pero lucharon heroicamente por ella.
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2: dailymail.co.uk, 3: ibiblio.org