Â
El perro del Hades
Cerbero, en la antigua mitologÃa, era un perro con tres cabezas y una serpiente por cola cuya labor era guardar las puertas del Hades, para que ningún humano entrara sin permiso y al mismo tiempo, para que ningún espectro consiguiera salir de los infiernos. A la orilla del rÃo Aqueronte, frontera entre los vivos y los muertos, y con la única compañÃa del barquero Caronte, el Can Cerbero siempre alerta, fue la pesadilla para todos aquellos valientes héroes que se atrevieron a cruzar aquellas puertas sin el permiso de Hades.
Su origen se relaciona con la constelación de Cetus, en la que se puede intuir las formas de las puertas del inframundo cerradas y una bestia de tres cabezas en el centro guardándolas.
Las menciones sobre Cerbero a lo largo de la historia son muchas y variadas. En algunas aparece incluso hasta con cien cabezas y cola de dragón y en otras posee serpientes en su lomo. Aunque la clásica de tres cabezas es la más común.
Pese a la fiereza, fueron varios los que consiguieron burlar a tan temible bestia.
El último de los doce trabajos de Heracles(Hércules)  fue capturar a Cerbero, y aunque existen varias versiones, en todas ellas lo consiguen. Personalmente, la que más me gusta es la que Heracles trata a Cerbero con total amabilidad, y Cerbero, como muestra de agradecimiento, pues es el primero que no lo trata con miedo, sale dócilmente del Hades.
Orfeo, con su dulce música consiguió dormirlo.
Hermes también lo durmió, pero esta vez con las aguas del rÃo Lete.
En la mitologÃa Romana, Eneas también lo drogó con dándole a comer tortas de miel, al igual que Psique, que usó el mismo método.
Cerbero era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro. El mito de perros como guardianes de los infiernos aparece también en otras culturas, como es el caso del perro ensangrentado de Garm, de la mitologÃa escandinava.
Quizás la referencia más famosa de Cerbero sea la de Dante en su Divina Comedia, en el canto VI del infierno.Â
En cualquier caso, el mito del Can Cerbero ha llegado hasta nuestros dÃas con tal fuerza que se usa la palabra para denominar comunmente a los porteros de fútbol.
Â
Â
Texto de Sinuhé Gorris. El pensante.
Â
VER ENTRADAS RELACIONADAS