Adam Smith (bautizado en Kirkcaldy, Escocia, 5 de junio de 1723 – Edimburgo, Reino Unido, 17 de julio de 1790). Filósofo, Educador, Politólogo y Economista de origen escocés, considerado el pionero de la Economía Política.
Su obra Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, más conocida como La riqueza de las naciones es el primer texto fundacional de esa disciplina, siendo considerada la biblia del Capitalismo, así como una de las obras escritas más influyentes de la Historia.
Vida temprana
Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento. Registros antiguos señalan que Adam Smith fue bautizado en Kirkcaldy, Escocia, el 5 de junio de 1723. Su padre, Adam Smith, se desempeñaba como director de aduanas. Su madre, Margaret Douglas, era hija de un terrateniente. No obstante, su padre murió antes de que Adam naciera, siendo criado por su madre. Recibió su educación primaria en Kirkcaldy. En la escuela de Burgh estudió Matemática, Latín, Historia y Escritura. A los catorce años ingresó a la Universidad de Glasgow gracias a una beca.
Educación universitaria
En 1740 comenzó sus estudios en el Balliol College de Oxford. No obstante, la Educación impartida en esta institución no llenó sus expectativas, refiriéndose incluso que sus docentes habían “renunciado por completo a la pretensión de enseñar”. Dedicó su estancia en Oxford a la autoformación, consiguiendo sólidos conocimientos en Filosofía, así como en Literatura europea.
Una vez graduado, Adam Smith regresó a casa. Durante 1748 se dedicó a impartir conferencias, que lo hicieron merecedor de una gran reputación. En 1750 conoció al también filósofo y economista escocés, David Hume, de quien sería amigo por toda la vida. Gracias a la fama ganada en sus conferencias y a su relación de amistad con Hume, Smith fue designado como profesor de Lógica en 1751, en la Universidad de Glasgow. Un año después asumió la cátedra de Filosofía Moral.
La Teoría de los sentimientos morales
En 1759, publicó su primer libro, titulado la Teoría de los sentimientos morales, donde esgrime que la moral humana está directamente relacionada y es proporcional a la simpatía existente entre el individuo y los otros miembros de la sociedad. Así mismo, expone la idea, que desarrollaría unos años más tarde en La riqueza de las naciones, según la cual los hombres egoístas son guiados por una “mano invisible” que conduce las acciones de estos –aunque no lo sepan- en pro de garantizar el interés y ganancia de la sociedad en general.
En 1764 abandonó la Universidad, para dedicarse a la enseñanza particular del duque de Buccleuch. Durante más de dos años viajó con éste a través de Francia y Suiza, entrando en contacto con los filósofos Jean-Jacques Rousseau, Voltaire, Francois Quesnay, Benjamín Franklin y el economista Turgot, de quienes fue contemporáneo. Su trabajo lo hizo merecedor de una pensión vitalicia, que aprovechó para retirarse a Kirkclady y dedicarse a su obra.
La Riqueza de las Naciones
Luego de nueve años de estudio y trabajo, en 1776 -mismo año del fallecimiento de su amigo David Hume y de la Independencia de Estados Unidos- publicó Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, considerado el primer texto de Economía Política de la historia.
Conocida comúnmente por su abreviación La riqueza de las naciones, la obra de Smith está conformada por cinco volúmenes donde expone sus ideas sobre cómo una nación debe forjar un sistema económico que se traduzca en la acumulación de riqueza, siendo considerada la base ideológica del sistema capitalista.
Adam Smith señala en su obra que la riqueza de un país no puede ser calculada sólo en base a sus reservas de oro o plata, sino que debe tomar en cuenta la ganancia obtenida por sus sistemas de producción y sus actividades comerciales, factores que son conocidos en la actualidad como Producto Interno Bruto. Así mismo, retoma las nociones platónicas sobre la especialización del trabajo, como medio para obtener un aumento de la productividad, señalando que si cada trabajador asume sólo una parte del proceso, la cantidad de productos al día aumentaría considerablemente.
De igual forma, Smith apunta al beneficio que trae a la economía, que existan diferencias salariales entre los trabajadores, asignándole los más altos para los oficios difíciles o no deseados, estimulando así su aprendizaje y ejercicio, creando con esto el concepto que en la actualidad se conoce como Capital Humano.
La riqueza de las naciones plantea también el ejercicio de un sistema de libre mercado, con la menor cantidad de restricciones, basado en el interés individual y manejado por “una mano invisible” que iría regulando el sistema promoviendo la acumulación de riquezas en beneficio de la nación y la sociedad.
A la luz de este planteamiento, los gobiernos de las naciones deberían cumplir un rol administrativo, que protegiera las patentes y los contratos, a fin de incentivar la invención y las nuevas ideas, al garantizar el resguardo de los derechos de autor. Así mismo, Smith creía que la función del Gobierno era procurar obras públicas para el uso de los individuos de la sociedad, quienes de acuerdo a su planteamiento debían pagar por su utilización, retribuyendo económicamente a la nación.
Años finales
En los años posteriores la obra de Adam Smith recorrió el mundo ganando gran prestigio y convirtiéndose en un texto básico de la Economía Política, adoptado como guía económica de algunas potencias como Estados Unidos e Inglaterra. Por su parte, su autor, Adam Smith se convirtió en rector de la Universidad de Glasgow en 1787. Tres años después, falleció a los 76 años, en la ciudad de Edimburgo, el 17 de julio de 1790.
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