El Pensante

Biografía de Eduardo Acevedo Díaz

Biografía - diciembre 20, 2016

Eduardo Acevedo Díaz (Villa de la Unión, Montevideo, Uruguay, 20 de abril de 1851 – Buenos Aires, Argentina, 18 de junio de 1921). Político, periodista y escritor de origen uruguayo, reconocido por la Crítica de su país como el autor que inauguró el género de la novela nacionalista. Así mismo es recordado como un activa participación política.

Imagen 1. Biografía de Eduardo Acevedo Díaz

Primeros años

Sus biógrafos, han señalado que Eduardo Acevedo Díaz nació el 20 de abril de 1851, en la localidad de Villa de la Unión, en la provincia de Montevideo, Uruguay, convirtiéndose en hijo de don Norberto Acevedo Maturana y su esposa, doña Fátima Díaz. Así mismo, quienes han estudiado su vida, destacan la importante ascendencia y relaciones familiares que tenía este futuro político uruguayo, en este sentido destaca especialmente el general Antonio F. Díaz, abuelo materno de Eduardo Acevedo y quien se destacó ampliamente como ministro durante el Gobierno del Cerrito, presidido por Manuel Oribe. Igualmente, este escritor era tío de Eduardo Acevedo Maturana, hermano de su padre, quien llegó a convertirse en un destacado jurista.

Estudios académicos

Con respecto a sus estudios, sus biógrafos indican que Eduardo Acevedo Díaz cursó sus primeras letras en su localidad natal. Así mismo, en cuanto a sus estudios secundarios, se indica que este escritor uruguayo cursó estudios, entre 1866 y 1868, en la Universidad Mayor de la República, institución en donde se graduó de bachiller, y en donde tuvo la oportunidad de estudiar y conocer a jóvenes que se convertirían también en destacadas figuras de la vida uruguaya, como Justino Jiménez de Aréchaga.

Culminado su bachillerato, Acevedo continúa su formación universitaria, ingresando en 1869, a la Facultad de Derecho. No obstante, su pasión por las Letras ya era tangible, por lo que incluso un año antes de matricularse en sus estudios jurídicos, Acevedo ya pertenecía como socio al Club Universitario, en donde desde temprano demostró lo virtuoso de su pluma, el cual quedó manifestado en el texto publicado como homenaje a su abuelo, general Antonio F. Díaz, el cual publicó en el diario El Siglo, constituyendo esto en su primer texto público.  Sin embargo, su verdadero inicio como escritor vino a raíz de la publicación del cuento Un sepulcro en los bosques, publicado en el periódico La República, el cual había sido fundado por el propio Eduardo Acevedo.

Inicios en la Política

Así mismo, Eduardo Acevedo se encontraba atravesado por otra gran pasión: la política. De esta forma, en 1870, decide suspender sus estudios de Derecho, a fin de militar activamente en el movimiento Timoteo Aparicio, organización revolucionaria que pretendía derrocar a Lorenzo Batle. Así mismo, desde el año 1872 hizo de la escritura su herramienta de militancia, publicando sus análisis y manifiestos políticos en el diario La Democracia, los cuales no sólo constituyen textos icónicos de esta etapa de su vida, sino que también fueron los causantes –junto a su participación en la Revolución Tricolor- de su primer destierro, el cual ocurrió a raíz de la persecución que emprendió en su contra el presidente Pedro Varela.

Destierros y regresos

De esta manera, durante su primer destierro, Eduardo Acevedo se instala en Argentina, en donde se sustenta durante algún tiempo con sus actividades periodísticas. Al poco tiempo regresa a Uruguay, en donde vuelve a retomar su actividad política en el diario La Democracia, esta vez contra la figura de Lorenzo Latorre, teniendo entonces que seguir con igual destino: el destierro, tiempo que decidió pasar nuevamente en Argentina.

Nuevamente, después de un tiempo regresa a Uruguay, donde entre otras cosas como fundar El Nacional, medio histórico de este país suramericano, comienza a  asumir responsabilidades políticas bastante serias. De esta forma es electo por el Partido Nacional –al cual pertenecía desde su juventud- como senador. Así mismo, continúa con su militancia opositora, participando en 1987 nuevamente en una revolución, esta vez al lado de Aparicio Saravia. Un año después, asume igualmente el cargo de Consejo de Estado. Sin embargo, el devenir político hizo que rompiera lazos con este caudillo uruguayo, hecho que trajo como consecuencia su distanciamiento definitivo del Partido Nacional.

Como consecuencia de esta ruptura con el partido con el que había militado desde la juventud, Eduardo Acevedo decidió también abandonar Uruguay. Para ese momento, formaba ya parte del equipo político de José Batlle, quien lo favoreció destinándole varias misiones diplomáticas, las cuales desarrollaría a partir de 1904 y durante los diez años siguientes, en distintos destinos americanos y europeos.

Últimos años

De acuerdo a los que citan sus biógrafos, la decisión de no regresar al Uruguay fue tan férrea, que de hecho cuando hubo llegado a sus años de retiro, persistió en no regresar, sino que se radicó nuevamente en Argentina, país en cuya capital falleció finalmente el 18 de junio de 1921. Así mismo, dejó precisamente explicado que no quería ni siquiera que sus restos regresaran a su país. No obstante, sus conciudadanos lo consideran uno de sus escritores y hombres de letras más importantes, por lo que se le han extendido varios homenajes, entre los que cuentan incluso que uno de los sillones de la Academia Nacional de Letras de este país, haya sido investido con el nombre de este célebre escritor.

Obra

La obra de este escritor latinoamericano está constituida por textos pertenecientes a varios géneros de la Literatura, por lo que debe ser revisada tomando en cuenta esta división. En este sentido, sus novelas son las siguientes: Brenda (1886); Ismael (1888); Nativa (1890); La boca del gato (1890); La novela histórica (1890); Etnología indígena (1891); Grito de gloria (1893); Soledad (1894); Minés (1907) y Lanza y sable (1914).

Así mismo, entre sus cuentos se encuentran los siguientes títulos: Un sepulcro en los bosques (s/f); El combate de la tapera (1892); El primer suplicio (1901); Desde el tronco de un ombú (1902). Igualmente, Eduardo Acevedo cultivó el género del ensayo, publicando los siguientes: Carta política; La civilización americana. Ensayos históricos; La última palabra del proscrito; Épocas militares en el Río de la Plata (1911) y El libro del pequeño ciudadano (1907).

Imagen: wikimedia.org