María Eva Duarte (Los Toldos, provincia de Buenos Aires, Argentina, 7 de mayo de 1919 – Buenos Aires, Argentina, 26 de julio de 1952). Conocida históricamente como Evita, fue una Luchadora social y Lideresa política argentina, quien se desempeñó como Primera Dama de Argentina, durante los primeros años de mandato de su esposo Juan Domingo Perón.
Se distinguió por su estrecho diálogo con las clases populares, así como por su labor social, en la Fundación Eva Perón, desde donde se dedicó a la construcción de escuelas, hospitales, albergues y comedores. Igualmente, su actuación fue vital para la inclusión de la mujer en la política argentina, área en la que fundó el Partido Peronista Femenino, al tiempo que propulsó y logró, en 1947, la promulgación de la Ley de Sufragio Femenino. Seguida por miles de hombres y mujeres humildes, a los que llamaba sus descamisados, Evita constituye una de las figuras políticas más importantes de la Argentina del siglo XX.
Vida Temprana
Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919, en Toldos, provincia de Buenos Aires, convirtiéndose así en la menor de los cinco hijos de la unión extramatrimonial de Juan Duarte con Juana Ibarguren. Tanto ella como sus hermanos por parte de madre, eran ilegítimos, no obstante usaban el apellido paterno, Duarte. Su infancia y adolescencia la vivió compartida entre los poblados de Los Toldos y Junín, los cuales dejó para siempre en 1935, cuando huyó de su ámbito familiar hacia Buenos Aires, a fin de seguir su vocación: la actuación. A los tres meses de su llegada a la capital argentina, consiguió su primer trabajo como actriz. En los años posteriores se construiría cierta fama en el género del radioteatro. En 1942, ya se desempeñaba como directora de una Compañía de Radioteatro. Igualmente, su lucha gremial la harían tomar la Presidencia de la naciente Asociación Radial Argentina.
Inicios política
Dos años después, el 22 de enero de 1944, en medio de un festival artístico, destinado a recoger fondos para las víctimas del reciente terremoto de San Juan, conoce al coronel Juan Domingo Perón, quien se desempeñaba para ese momento como jefe del Departamento Nacional del Trabajo, después de haber participado del movimiento militar, responsable de la revolución que puso fin el 4 de junio de 1943 a los gobiernos conservadores. Unos meses después, Duarte y Perón comienzan una relación sentimental. Desde ese momento, Eva Duarte se convertiría en una ferviente defensora y difusora del ideario de Justicia.
Igualmente, su actuación fue crucial durante la detención del general Perón, quien fue destituido de su cargo y confinado a la Isla Martín García, del Río de la Plata. Con el objetivo de lograr la liberación de su compañero, Eva visitó a importantes militares y abogados de la Argentina. Ante la negativa de los poderosos, Eva Duarte convocó a los sindicatos, los cuales bajo la consigna “hay que rescatar al coronel” emprenden el 17 de octubre de 1946 una huelga general, que lleva a concentración sin precedentes en la Plaza de Mayo, forzando a los gobernantes a liberar a Perón y llevarlo ante el público, para calmar los ánimos. Cinco días después, el 22 de octubre, Duarte y Perón se casan, acto que es interpretado por los historiadores como la consolidación de la identidad política del Peronismo. A partir de entonces, la pareja Perón-Duarte dedicaría sus esfuerzos en aglutinar fuerzas, de frente a las elecciones del 24 de febrero de 1946.
Primera Dama de la Argentina
Una vez ganada la presidencia, Eva Perón comienza a consolidar su imagen como Primera Dama. Ese mismo año, emprende una gira internacional que la lleva a visitar España, Francia, Suiza e Italia, donde tuvo la oportunidad de entrevistarse con el Papa Pío XII. Igualmente, en 1947, consigue que el Parlamento promulgue la Ley del Sufragio Femenino. Unos meses después es elegida Presidenta del Partido Peronista Femenino. Así mismo, inaugura la Fundación Eva Perón, a través de la cual se dedica a la construcción de escuelas de enfermeras, hospitales, hogares y comedores escolares, supervisando personalmente el funcionamiento de las mismas y atendiendo ella misma a los necesitados. Para esta época ya era conocida por el pueblo argentino como Evita, y era imagen de lucha y beneficiencia, y dueña de un discurso señalado por algunos como incendiario y combativo. Igualmente, era reconocida por sus arduas y largas jornadas de trabajo, la cuales son señaladas por algunos como la causa del deterioro de su salud.
Años finales
Hacia 1951, frente a las nuevas elecciones presidenciales, es instada por el pueblo a postularse como vicepresidenta. No obstante, ante los ya presentes síntomas del cáncer que acabaría con su vida unos meses después, Evita –quien siempre se rehusó a asumir cargos públicos- renunció públicamente a esta posibilidad. Aun ya diagnosticada, se esforzó por mantenerse activa en su lucha social.
El 4 de junio de 1952 tiene su última aparición pública, durante el acto en el cual Juan Domingo Perón asumía su segundo mandato. Finalmente, el 26 de julio de 1952, fallece en Buenos Aires, Argentina, víctima de una cáncer de útero. Su cuerpo fue embalsamado por el doctor español Pedro Ara, y colocado en la Sede de la Confederación General del Trabajo. En 1955, después del golpe a Perón, sus restos son raptados y desaparecidos. Dieciséis años después, el 3 de septiembre de 1971, fueron devueltos al general Perón en Madrid, España.
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