Folke Bernadotte (Estocolmo, Suecia, 2 de enero de 1895 – Jerusalén, actual territorio de Israel, 17 de septiembre de 1948). Militar, líder político, diplomático y noble sueco, quien ostentó el título de conde de Wisborg, y llegó a ser reconocido mundialmente por sus temerarias acciones de rescate, al mando de la Cruz Roja Sueca, durante la Primera Guerra Mundial.
Primeros años
De acuerdo a lo que han señalado sus biógrafos, Folke Bernadotte nació el 17 de septiembre de 1948, en la ciudad de Estocolmo, Suecia, convirtiéndose en hijo del príncipe Óscar Bernadotte, conde de Wisborg, y su esposa Ebba Munck af Fulkila, quien a pesar de ser baronesa, pertenecía a una de las familias aristocráticas menos importantes de Suecia, razón por la cual el príncipe Bernadotte fue despojado de sus derechos al trono.
En consecuencia, los primeros años de este futuro diplomático sueco sucedieron fuera del cobijo de la nobleza, estudiando incluso en una escuela común. Al terminar sus estudios, en el año 1915, Folke Bernadotte ingresó a la Escuela de Caballería del Ejército Sueco. Desde entonces continuó su preparación militar, logrando para 1930 ostentar el grado de mayor.
Vida personal
Con referencia a su vida personal, los biógrafos de este líder militar apuntan a que a finales de 1928, específicamente el 1 de diciembre, Folke Bernadotte contrajo matrimonio con Estelle Romaine Manville, quien a diferencia de él no provenía de una familia de la nobleza, sino que era hija de un importante industrial. Sin embargo, una vez casados, la nueva pareja heredó los títulos de Conde y Condesa de Wisborg, los cuales pasaron directamente de los padres de Folke a ellos. Así mismo, este matrimonio tendría su primer hijo en 1930, a quien bautizarían Gustaf Edward Bernadotte, y que lamentablemente no superaría los seis años de edad. Posteriormente, tendrían a Folke (1931); a Fredrik Oscar (1934) a pesar de que no logró sobrevivir; y Bertil Oscar (1935).
Segunda Guerra Mundial
En el año 1939, llegaría su primera oportunidad de ejercer sus funciones a cargo del gobierno sueco, cuando fue enviado por éste a la ciudad de Nueva York, en representación de su país, para la Exposición Universal. Sin embargo, su figura comenzaría a resaltar mucho más a raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial, conflicto bélico que lo elevaría a la categoría de verdadero héroe.
En este sentido, una vez que hubo estallado la Guerra, Folke Bernadotte tomó en sus manos la responsabilidad de enseñar técnicas de defensa. No obstante, su gran misión llegaría en el año 1943, cuando asumió el cargo de vicepresidente de la Cruz Roja Sueca, institución que pasó a dirigir por completo, en representación de su presidente, el príncipe Carlos Bernadotte, tío de Folke, y quien debido a su avanzada edad no podía hacer frente a un trabajo que exigía tanta buena aptitud física.
De esta manera, durante el año 1943 y 1944, Folke Bernadotte comando algunas de las más importantes misiones de rescate, a fin de poder salvar a los prisioneros de guerra, así mismo, logró a través de sus grandes habilidades diplomáticas, considerables intercambios de prisioneros de guerra, logrando que al menos once mil personas regresaran al bando que pertenecían. Así también, una de sus misiones más importantes sucedió el 1 de mayo de 1945, cuando regresó a Alemania, después de su primera reunión con Heinrich Himmler, uno de los principales dirigentes de la Alemania nazi, a fin de rescatar unos 15 mil prisioneros de guerra, entre los que se encontraban gran número de judíos confinados en campos de concentración. Una tarea realmente admirable si se toma en cuenta que más allá de la delicada negociación, el suelo alemán se encontraba bajo el constante bombardeo de las fuerzas aliadas.
Como negociador en Palestina
Otra de las grandes oportunidades históricas que tuvo Folke Bernadotte para dar rienda suelta a sus grandes capacidades diplomáticas, ocurrió el 20 de mayo de 1948, cuando la recién estrenada Organización de Naciones Unidas lo designó como mediador de la Guerra Árabe-Israelí, que había iniciado en 1948, a raíz de la partición de la ciudad de Jerusalén. Pronto, la ONU comprobó que su decisión había sido acertada, pues en primer momento, la presencia de Folke Bernadotte logró el efecto deseado, al dar pie a una tregua y la promesa de mantener la paz, mientras se lograba una negociación que fuese satisfactoria para ambas partes.
Por consiguiente, a fin de llevar a cabo su propósito de lograr pactos y acuerdos entre los dos bandos, Folke Bernadotte se dio a la tarea de organizar dos propuestas. En la primera, daba a los involucrados la opción de amistarse y conformar una nación en donde estuviesen contempladas ambas culturas, permitiéndole básicamente la entrada del pueblo judío a algunas tierras de gran importancia para los árabes, razones por las cuales esta propuesta pudo no ser aceptada.
A fin de lograr su objetivo diplomático, Folke Bernadotte elaboró una segunda propuesta, la cual aun cuando más compleja, planteaba la creación entonces de dos estados independientes, en donde ambas partes se comprometían a volver a llevar la paz para Palestina, mientras se le debía reconocimiento al Estado de Israel. Así mismo, se le pedía a las partes concebir fronteras amables de gran permeabilidad, así como la posibilidad de que los desplazados por el conflicto regresaran a sus hogares. Igualmente en esta segunda propuesta, se denominada a la ciudad de Jerusalén como sitio de relevancia religiosa, por lo que sería tratada con un régimen especial, entre otros ítems que determinaban cómo debía ser la conformación y convivencia de estos dos estados.
Asesinato de Bernadotte
Pese a sus esfuerzos por lograr la paz entre estos dos pueblos, Folke Bernadotte terminó siendo víctima de éste, cuando el 17 de septiembre de 1948 resultara asesinado en manos del terrorista judío Yeoshua Cohen, quien junto a otros hombres interceptaron la comitiva en que el diplomático se trasladaba hacia el hotel en donde se hospedaba en Jerusalén, disparando contra el cuerpo de esta hombre, como venganza a los arrestos de algunos de los miembros del grupo terrorista Lehi, y por considerarlo básicamente un diplomático antisionista, al servicio del gobierno británico. El cuerpo de Folke Bernadotte fue trasladado al día siguiente rumbo a Estocolmo, Suecia, en donde fue inhumado, finalmente, el 26 de septiembre de 1948, contando con un funeral digno de la importancia de este diplomático sueco, quien además pertenecía a la nobleza de este país.
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