Primeros años

De acuerdo a sus biógrafos, José de la Cuadra y Vargas, nació el 3 de septiembre de 1903, en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, convirtiéndose en el primogénito y único hijo de don Vicente de la Cuadra y Bayas, y su esposa, Ana Victoria Vargas y Jiménez Arias, ambos ecuatorianos, pero, en el caso específico del padre de José de la Cuadra y Vargas, descendientes de una adinerada y noble familia vasca, de gran renombre en la época anterior a la Independencia, y que a pesar de haber perdido la influencia que tenían durante la colonia, siguieron conservando el honor y el prestigio, valores que el padre de José de la Cuadra y Vargas cultivaba en su actividad como comerciante. Sin embargo, por mucho que lo quisiera, el padre de este narrador latinoamericano no pudo cumplir con el deseo de verlo crecer, pues la vida quiso que falleciera joven, dejando a su hijo al cuidado de su madre, quien a partir de ese momento se apoyó en su padre, es decir, en el abuelo materno de José de la Cuadra.

Estudios académicos

Con respecto a sus estudios, las distintas fuentes reportan que este escritor se graduó de bachiller a la edad de 17 años, en 1920, misma época en donde ingresó a la Universidad, para iniciar sus estudios de Derecho. No obstante, la vida universitaria no sólo le depararía conocimientos técnicos, sino que también marcaron sus inicios en la Política, área en donde se identificó con los procesos socialistas, dedicando gran tiempo a la militancia, así como a la realización de obras enfocadas en dar ayuda a lo más pobres.

Militancia política

En este sentido, José de la Cuadra se dedicó a la fundación de la Universidad Popular, a fin de ofrecer cursos, talleres y carreras a los más pobres, quienes no tenían ninguna oportunidad de costearse estudios. Igualmente, su militancia política universitaria lo llevó a ser elegido Presidente de la Federación Sur de Estudiantes Universitarios del Ecuador. En lo personal, esta nueva responsabilidad política marcó su traslado a la ciudad de Cuenca, donde el destino lo lleva a conocer a Inés Núñez del Arco Andrade, con quien empezaría un noviazgo, que duraría un año, antes de que la pareja contrajera matrimonio. En esa época, también ingresa como profesor en el Instituto Vicente Rocafuerte, donde entra a enseñar Moral y Gramática.

Vida literaria

Su visión política se reflejó fielmente en sus obras, las cuales son consideradas de gran contenido social, en donde se busca plasmar la cadencia verbal y costumbrista del campesino costero,  lo cual evidencia su nexo con la cultura popular. Así mismo, José de la Cuadra también resalta como el primer escritor latinoamericano –y el más destacado en el Ecuador- en cultivar el género del Realismo Mágico, el cual sería posteriormente popularizado por otros escritores de la región, como el colombiano Gabriel García Márquez. Igualmente, destaca en la trayectoria de este escritor, su participación dentro del Grupo de Guayaquil, conocido también como Grupo de los Cinco, movimiento literario que llegó a convertirse en el grupo más influyentes de las tierras ecuatorianas, marcando así las generaciones de prosistas posteriores a ellos.

Obra literaria

En 1934, José de la Cuadra publica Las Sangurimas, su novela más importante, en donde da cuenta de la vida de una familia dominada por la violencia, el incesto, la muerte y un estado patriarcal, representando un antecedente bastante anterior a los que García Márquez dibujara en sus Cien Años de Soledad, o Juan Rulfo pudiera imaginar en la Comala de su Pedro Páramo.

Entre sus demás títulos se destacan obras, pertenecientes a distintos géneros, los cuales se reseñan a continuación:

• Novelas: Olga Catalina (1925); Perlita Lila (1925); Los Sangurimas (1934); Los monos enloquecidos (1941, la cual no pudo concluir debido a su fallecimiento).
• Cuentos: El amor que dormía (1930); Repisas (1931); Horno (1932); Guashingtón (1938).
• Ensayo: El montubio ecuatoriano (1937).

Fallecimiento

Finalmente, al igual que su padre, José de la Cuadra falleció bastante joven, llegando al final de su vida el 27 de febrero de 1941, en su ciudad natal Guayaquil, a la temprana edad de 37 años, viendo truncada así su obra como escritor, hecho que ha sido analizado por la Crítica como una gran pérdida de las Letras latinoamericanas, pues además de lo escrito, se ha llegado a especular en la teoría de que si la muerte no lo hubiese visitado, José de la Cuadra y Vargas se habría convertido en una verdadera autoridad de la narrativa latinoamericana. Desafortunadamente, esto no pudo ocurrir, y el joven escritor partió de este plano, dejando sin embargo, tras de sí, un importante legado literario, que se adelantó en décadas a lo que terminaría siendo el Realismo Mágico Latinoamericano.

Imagen: wikipedia.org