Lao-Tse, conocido también bajo las formas Lao Tzu, Laocio, Lao Zi o Laozi (Actual territorio de China, c. 604 a.C – ibídem, c. 521 a.C). Filósofo de origen chino al que se le atribuye la creación de la corriente del pensamiento Tao, la cual constituye una de las filosofías más importantes de la cultura china.
Igualmente, se le atribuye la escritura del Tao Te King. Es considerado uno de los filósofos más relevantes de China. Igualmente, su filosofía es seguida y practicada por millones de personas en el mundo, razón por la cual también es catalogado como uno de los pensadores más notables de la Historia.
Vida temprana
Según antiguas fuentes, Lao-Tse debió nacer en lo que es hoy el territorio chino, aproximadamente en el siglo sexto antes de cristo, más exactamente en el año 604 a.C, aunque otros investigadores señalan que su nacimiento pudo haber tenido lugar sobre el siglo cuarto antes de cristo.
No obstante este debate histórico, la falta de pruebas y la carencia de datos, a diferencia de la exactitud con la que se ha transmitido oralmente la vida y obra de otros importantes personajes de esta cultura, ha llevado a algunos ha plantearse la duda de si realmente existió, ya que sobre su vida no se conoce casi nada.
Las primeras referencias a Lao-Tse que han podido rastrear los historiadores datan de leyendas orales antiguas. En cuanto a los hallazgos bibliográficos las referencias más antiguas se encuentran recogidas en una obra de Zhuangzi, así como en el libro Memorias históricas de Sima Qian, escritas en el siglo I a.C. Según la tradición, culturalmente más aceptada, Lao-Tse nació en una aldea de la provincia de Henan, debajo de un árbol de ciruelos, razón por la que fue bautizado por su nombre real Li-Er, el cual puede traducirse como “orejas de ciruelo”.
Sin embargo, otras leyendas tienen a señalar su origen pescador, atribuyéndole el nombre de Po Yang-Li. Así mismo, existen leyendas que hablan del carácter mítico de su gestación, afirmando que su madre lo llevó en el vientre por ochenta y un años (exactamente la misma cantidad de capítulos que conforman el Tao Te King) hasta que logró dar a luz, trayendo al mundo a Lao-Tse, quien nació arrugado y con el pelo blanco, siendo ya un anciano.
Vida en Zhou
De acuerdo a la biografía recogida en su obra por Sima Qian, la cual ha sido incorporada con el tiempo a la tradición cultural, Lao-Tse fue contemporáneo de Confucio, lo cual situaría su vida durante la época de los Reinos Combatientes. Sima Qian ubica a Lao-Tse como archivista de la Biblioteca imperial, durante la dinastía Zhou. Igualmente, algunos especialistas han llegado a erigir la tesis de que la forma “Lao-Tse” podría ser un seudónimo usado por Tài Shi Dàn, quien fungía como Prefecto de los Grandes Escribas. Otros en cambio asocian su nombre a la de un sabio anciado, perteneciente a una prefectura del estado Qi, llamada Lai.
Siguiendo con la biografía de Sima Qian, este antiguo autor chino narra un encuentro entre Lao-Tse y Confucio, ocurrido en Zhou, el cual originó una discusión entre los dos sabios sobre los rituales confucionistas, los cuales eran considerados por Confucio como pilares de la sociedad ideal, mientra que para Lao-Tse, según este autor, constituían prácticas vanas.
Conforme a la tradición, la discusión entre Lao-Tse y Confucio se extendió por meses, resultando sumamente productiva para Confucio. No obstante, algunos historiadores e investigadores han apuntado a que la historia probablemente sea una invención hecha por parte de los seguidores del Tao, a fin de atribuirle cierta superioridad del taoísmo sobre el Confusionismo.
Años finales
Igualmente, se desconocen la fecha y circunstancias de su muerte. La leyenda señala que en algún momento Lao-Tse decidió renunciar a su puesto en la Biblioteca y marcharse de Zhou, debido tal vez a la decadencia de la dinastía reinante. Lao-Tse emprendió entonces un viaje hacia el oeste, sobre un búfalo de agua, a fin de marcharse para siempre.
Cuando arribó al paso de Shanggu, última puerta de la gran muralla, el guardián lo reconoció y le pidió que se quedara un año más. Lao-Tse aceptó, y dedicó el próximo año de su vida a escribir sus enseñanzas, las cuales recogió en los ochenta y un capítulos que tiene su obra el Tao Te King. Luego de terminar su escrito y el tiempo previsto, Lao-Tse cruzó la muralla y entró al país de los bárbaros, para no ser visto nunca más.
Filosofía Taoísta
A través de alegorías que comparan la vida de los hombres con los fenómenos naturales, Lao-Tse aborda en su obra filosófica, el Tao Te King, numerosos temas existenciales que van desde la naturaleza humana hasta los preceptos que conformar un buen gobierno.
Básicamente, el Tao, que puede traducirse como “camino”, plantea la necesidad de no oponerse a la armónica fluidez de la naturaleza, a través de los deseos y la voluntad. Así mismo señalaba que las leyes y reglas obstaculizan el camino del hombre hacia la felicidad, complicando el manejo de la sociedad y coartando la libertad del pueblo.
Para Lao-Tse, el hombre debía analizar el funcionamiento de la naturaleza, a fin de entender las leyes por las que se regía su propia existencia, la cual fluye en base al orden natural por el que se rige todo el cosmos, el cual ha evolucionado en su totalidad del Tao que, abstracto y complementario, contiene el ying y el yang, fuerzas vitales, que conforman la totalidad. Igualmente, Lao-Tse plantea la ley de causa y efecto, donde todo en el universo estaría dado por causalidad y no por casualidad, sentando así una de las bases primordiales de esta filosofía oriental, que apunta a una existencia en constante equilibrio, armonía y libertad.
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