Pedro Albizu Campos (Ponce, Puerto Rico, 12 de septiembre de 1891 – San Juan Puerto Rico, 21 de abril de 1965). Conocido también por sus seguidores como El último libertador de América, fue un líder político, ideólogo y uno de los independentistas puertorriqueños de más relevancia durante el siglo XX.
Primeros años
De acuerdo a sus biógrafos, Pedro Albizu Campos nació en la ciudad de Ponce, Puerto Rico, el 12 de septiembre de 1891, convirtiéndose así en hijo del comerciante vasco, Alejandro Albizu Romero y Juana Campos, quien se desempeñaba como trabajadora doméstica, y que aun cuando también tenía ascendencia española, en sus genes dominaba la sangre africana y taína. Sin embargo, pese al humilde oficio de su madre, la familia paterna le emparentaba a Pedro Albizu Campos con algunas importantes figuras, como Juan Morel Campos, quien era compositor, y con quien sin embargo no pudo tener mucho contacto debido a la negativa de su padre, de reconocerlo, hecho que sólo ocurrió cuando este futuro líder político puertorriqueño ingresó a la Universidad de Harvard, lo que debió ser un aliciente, que venía a compensar la muerte de su madre, hecho que ocurrió cuando Pedro Albizu Campos era bastante joven.
Estudios académicos
Sin embargo, la situación familiar no fue impedimento para que Pedro Albizu Campos comenzara sus estudios, por lo que a muy pocos años comenzó sus estudios en una escuela de la localidad, consiguiendo, posteriormente, incluso graduarse de Bachiller en la Escuela Secundaria de Ponce, la cual contaba con bastante prestigio durante su época. Así mismo, el amor por los estudios y las ganas de continuar con su formación hicieron que este puertorriqueño continuara en su afán de hacerse medios para estudiar, fue así como en el año 1912, Pedro Albizu Campos concursó y ganó una beca de la Universidad de Vermont, a la que asistió con el fin de estudiar Ingeniería Química.
Experiencia en el Ejército
No obstante, luego de un año de estudios, abandonó esta institución, para dirigirse hacia la Universidad de Harvard, en donde continuó con su carrera, a partir del año 1913. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial lo llevó a tomar la decisión de hacer un alto en sus estudios y alistarse como voluntario de la infantería de Estados Unidos. Empero, para su sorpresa, el Ejército lo envió a su ciudad natal, donde cumplió la tarea de organizar la Guardia casera de Ponce. Luego de un tiempo fue llamado nuevamente a cumplir entrenamiento en el Campamento Las Casas, después de lo cual se le permitió su ingreso en el Regimiento de Infantería. Así mismo, fue asignado a las unidades negras del ejército, debido a su ascendencia africana.
Finalmente, en el año 1919, un año después de concluido el conflicto bélico, Pedro Albizú Campos fue dado de alta del Ejército, habiendo llegado a conseguir el rango de Primer Teniente. Sin embargo, la experiencia había transformado en él los pensamientos que en principio le habían hecho querer servir a Estados Unidos, pues el sufrir en carne propia el racismo por parte de los propios estadounidenses, lo había hecho tomar conciencia sobre su procedencia, tanto africana como puertorriqueña, por lo que muchos de sus biógrafos toman esta experiencia como decisiva en el camino de este líder político de descubrir su vocación independentista.
Regreso a Harvard
Con ganas de continuar con su vida, ese mismo año, liberado de su responsabilidad con el Ejército de Estados Unidos, Pedro Albizu Campos regreso a Harvard. En esta institución, y quizás un poco menos interesado en la cultura estadounidense, el destino lo llevó a conocer a gran cantidad de estudiantes y líderes extranjeros, entre los que cuentan en especial dos personajes, que le harían cambiar definitivamente su visión del mundo. Entre ellos, el líder indio Subhas Chandra Bose, quien llegó a acompañar a Gandi en su lucha por la Independencia de la India. Igualmente, tuvo la oportunidad de relacionarse con Éamon de Valera, líder de la Independencia irlandesa, a quien acompañó a varias reuniones de esta causa, llegando incluso a fungir como consultor en el proceso que llevó a redactar la Constitución de Irlanda.
Así las cosas, Pedro Albizu Campos había descubierto cómo en el mundo existían pueblo que luchaban y vivían procesos en pro de lograr su independencia y soberanía, hecho que lo marcó totalmente, al punto incluso de abandonar también los estudios de Química, para interesarse de una vez por todas por el Derecho, carrera de la que se graduó en el año 1921, aun cuando nuevamente el racismo se interpuso, impidiendo que pudiese asistir a su propia graduación, donde por el promedio obtenido había sido elegido para dar el discurso de cierre de generación. Empero, uno de sus profesores retrasó sus exámenes, por lo que Pedro Albizu terminó recibiendo finalmente su título en Puerto Rico, un año después. Y aun cuando contaba con prestigiosas ofertas laborales en Estados Unidos, debido a su desempeño académico, decidió permanecer en Puerto Rico.
Matrimonio
De igual forma, Pedro Albizu rechazó trabajar para las grandes corporaciones puertorriqueñas, al servicio también de Estados Unidos, sino que por el contrario decidió emprender un trabajo social, pues comenzó a considerar que su misión más importante era la de enseñarle a sus connacionales los derechos civiles y políticos a los que tenían derecho, y que no serían posibles de disfrutar mientras Puerto Rico fuese una nación supeditada a Estados Unidos. Con respecto a su vida personal, sus biógrafos señalan el año 1922 también como el año de su matrimonio con Laura Meneses, una mujer de nacionalidad peruana y profesión bioquímica, a quien Albizu conoció durante sus años de Universidad en Harvard, y quien se convirtió en su esposa y en la madre de sus cinco hijos: Pedro, Laura, Rosa, Emilia y Héctor.
Lucha independentista
Por otra parte, se puede considerar que la incorporación de lleno a la lucha por la Independencia de Puerto Rico, por parte de Pedro Albizu Campos ocurrió a partir del año 1924, cuando las fuentes biográficas señalan que se unió al Partido Nacionalista Puertoriqueño, del cual fue elegido vicepresidente casi de forma inmediata. Igualmente, a partir de 1927, este líder político fue enviado por esta organización política, para recorrer varios países de la región –entre ellos Haití, Cuba, Panamá, México y Venezuela- a fin de encontrar en ellos alianzas que vinieran a servir en el movimiento independentista de su país.
En 1930, luego de la salid de uno de los líderes más importantes del Partido Nacionalista Puertorriqueño, José Coll y Cuchí, Pedro Albizu Campos asumió la presidencia de esta organización política, dándole una inclinación mucho más radical, pues creía en la firme convicción de la necesidad de trabajar por la autonomía de Puerto Rico. Posteriormente, en el año 1932, Albizu se postula como candidato a las elecciones legislativas, obteniendo para su sorpresa muy poco apoyo electoral, pese al gran poder que tenía como líder, hecho que lo hace desconfiar del sistema electoral estadounidense.
Presidio
Con una postura mucho más radical, Pedro Albizu concluye que la mejor forma de revelarse contra el poderío estadounidense en Puerto Rico es la lucha armada, camino que toma durante un año, antes de que en 1936, el Gobierno de Estados Unidos decidiera colocarlo bajo custodia, bajo la acusación de conspirador, así como por los cargos de golpista, delitos sumamente graves para la administración estadounidense. No obstante, su reclusión no ocurrió en Puerto Rico, sino que este líder independentista fue trasladado a una cárcel estadounidense, ubicada en la ciudad de Atlanta, en donde pasaría sus próximos once años de vida.
Regreso a la lucha armada
Puesto en libertad en el año 1947, Albizu regresa a Puerto Rico, en donde retoma las armas y la lucha por independizar la Isla, la cual desde 1917 fungía como Estado Libre Asociado de Estados Unidos. Sin embargo, tres años después de haber reiniciado su camino en la lucha armada, tiene lugar, el 30 de octubre de 1950, el Grito de Jayaya, un movimiento subversivo que incluso estuvo relacionado con un atentado directo a la vida del presidente estadounidense Harry S. Truman. De inmediato, la Justicia puso su mirada sobre Pedro Albizu Campos, quien junto a otros líderes independentistas fue nuevamente puesto detrás de las rejas.
Primer indulto
No obstante, luego de tres años de presidio, los cuales sí vivió en Puerto Rico, el gobernador de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín, tomó la decisión de indultar a Albizu en 1953, otorgándole la Libertad, la cual sólo pudo disfrutar por doce meses, antes de verse nuevamente acusado como responsable de hechos desestabilizadores, como el atentado dirigido contra la Cámara de los Representantes de Estados Unidos, el cual ocurrió en 1954, y que llevó a las autoridades a revocarle el indulto, y llevarlo nuevamente a prisión.
Últimos años
El regreso a la cárcel pareció deteriorar rápidamente su salud, la cual incluso parecía afectar su estado mental. La Historia reporta, que dos años después de reclusión, Pedro Albizu sufrió un derrame cerebral, que le trajo secuelas importantes, como la parálisis de la mitad de su cuerpo y problemas en el habla. En esa oportunidad fue trasladado al Hospital Presbiterano de San Juan de Puerto Rico.
Desde ese momento comenzó a manejarse la tesis –y también los rumores- de que Pedro Albizu Campos había perdido la razón, sobre todo en base a las declaraciones de este líder en donde denunciaba haber sido víctima de experimentos con radiación, de parte de los funcionarios estadounidenses. Empero, y a pesar de su delicado estado de salud, este líder pasó una década más en prisión, hasta que en 1964, nuevamente el gobernador Muñoz Marín lo indultó, permitiéndole recuperar su Libertad, pese a las fuertes críticas y oposiciones.
No obstante, apenas unos meses después, el 15 de noviembre de 1965, Pedro Albizu Campos falleció, en la Ciudad de San Juan, Puerto Rico. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de María Magdalena de Pazzis. A diferencia de los sentimientos de las autoridades puertorriqueñas, el pueblo se lanzó a las calles, a acompañar a su líder, realizando uno de los sepelios más multitudinarios que este país ha tenido en toda su historia, y que se calcula contó con la participación de más de setenta y cinco mil personas. A la fecha, sus seguidores siguen acusando al Gobierno de los Estados Unidos de haber torturado y hecho experimentos con este líder, a través de radiaciones directas, tesis esta que es desprestigiada por las autoridades.
Imagen: wikipedia.org