Rafael Alberti Merello (Puerto de Santa María, Cádiz, España, 16 de diciembre de 1902 – ibídem, 28 de octubre de 1999). Escritor y Poeta español, perteneciente a la Generación del 27, la cual constituye la Edad de Plata -o la Segunda edad de Oro- de la Literatura española.
Su prolífica obra, entre las que pueden contarse más de cincuenta títulos, conformada por poemarios y algunas obras de teatro, lo hicieron merecedor de numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Poesía, otorgado en 1925 y el Premio Cervantes, con el que fue galardonado en 1983. Rafael Alberti es considerado uno de los más importantes y brillantes escritores de su generación.
Vida Temprana
Rafael Alberti nació el 16 de diciembre de 1902, en El Puerto de Santa María, ubicado en Cádiz, España. Era descendiente de italianos, radicados en España y dedicados al negocio del vino. Inició sus estudios con las hermanas Carmelitas, para continuarlos posteriormente en el Colegio de Jesuitas San Luis Gonzaga, donde Alberti nunca pudo adaptarse. En cuarto año de bachillerato, fue expulsado, bajo la acusación de mala conducta. Un año después, en 1917, se muda con su familia a Madrid, ciudad donde descubre el Museo del Prado y su vocación por la pintura. En esta época realiza brillantes pinturas, donde, de acuerdo a los críticos, logra captar el espíritu vanguardista de la época. Su trabajo lo lleva a exponer en el Salón de Otoño y en el Ateneo de Madrid, eventos donde su obra es bien recibida.
Nacimiento como Poeta
No obstante, pronto una tragedia personal abriría la puerta de una nueva vocación: la Poesía. En 1920, su padre fallece. Durante la noche del velorio, Alberti escribe sus primeros versos. Este hecho es tomado por sus biógrafos como el nacimiento del Alberti poeta. Posteriormente, contrae una enfermedad respiratoria, que lo hace dirigirse a la Sierra de Guadarrama, donde continúa escribiendo, trayendo a la luz sus primeros poemas. A su regreso a Madrid, comienza a visitar la Residencia de Estudiantes, donde entabla amistad con otros jóvenes poetas, entre los que destacan Pedro Salinas, Jorge Guillén y Federico García Lorca, quienes al igual que Alberti se convertirían en las grandes voces poéticas de la lengua española del siglo XX. En 1925, Alberti publica su primer poemario, Marinero en Tierra, el cual fue recibido con gran entusiasmo por la crítica, la cual aprecia su gran popularismo inscrita en su terrible nostalgia. Ese mismo año, Alberti se convierte en una figura destacada de las Letras españolas al ser galardonado con el Premio Nacional de Poesía.
Generación del 27
En 1927, forma parte de los jóvenes poetas que se unen para planificar un homenaje, al poeta del Siglo de Oro, Luis de Góngora, en los trescientos años de su partida. Con gran entusiasmo, estos jóvenes intelectuales, organizan un evento en el Ateneo de Sevilla, a fin de reconocer la obra del máximo exponente del barroco español, quien había sido echado al olvido por la oficialidad del momento. Este acto cultural, marca una posición política, que da nacimiento a la Generación del 27. Luego de esta época de entusiasmo y alegría, las necesidades económicas y ciertas afecciones de salud, conducen a este poeta a vivir una crisis anímica, que toma forma en su obra Cenizas de Cal y Canto y Sobre los ángeles, publicados en 1929, y donde los críticos señalan una gran desolación y depresión que solo vio salida en un compromiso político. Esto lleva a Alberti a participar activamente en los alzamientos estudiantiles que buscaban la instauración de la Segunda República. Igualmente, en esta época se inscribe en el Partido Comunista. En adelante, Alberti advertirá en la Poesía una herramienta política. En 1930, conoce a María Teresa León, intelectual y militante comunista con quien compartiría el resto de su vida.
Guerra Civil Española
En 1933, junto a su compañera, funda la revista Octubre. Unos meses después, viajan a la Unión Soviética, a fin de participar en la reunión de escritores. Tras el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, junto a importantes artistas y pensadores, Rafael Alberti conforma la Alianza de Intelectuales Antifascistas, organización que se dedicó a impartir charlas, manifiestos y movilizaciones, a fin de denunciar el advenimiento del fascismo, encarnado en Franco y su ejército. Durante la Guerra Civil, participa como colaborador de la publicación antifascista El Mono Azul, donde dirige la sección “A paseo”, la cual denunciaba los fusilamientos de intelectuales, ocurridos dentro de la guerra. Igualmente, ayudó a resguardar de los bombardeos los cuadros del Museo del Prado, al tiempo que resguardó en su casa a intelectuales republicanos de todo el mundo y produjo poesía política.
Exilio y reconocimientos
Luego del triunfo de Franco, Alberti decide partir al exilio con su compañera María Teresa. La pareja se traslada a París, donde, después de un tiempo, el presidente Pétain les quita el permiso laboral, bajo la acusación de comunistas. En 1940, ante el avance de las fuerzas nazis, Alberti y León deciden entonces embarcarse a Buenos Aires, a donde arribaron el 2 de marzo de ese año. En Suramérica, la pareja de intelectuales vivirán en Buenos Aires y Córdoba, época durante la cual tendrán a su hija Aitana. Igualmente, residieron en Punta del Este, en Uruguay, y en Chile, donde se tuvieron la oportunidad de compartir con el poeta Pablo Neruda. En 1977, después de la muerte de Franco, Alberti regresa a España. Es electo como diputado por las listas del Partido Comunista, cargo al que renuncia para radicarse en Roma, Italia, a fin de continuar con su trabajo artístico. Durante los años posteriores recibió varios reconocimientos: Premio Nacional de Teatro (1980), Hijo Predilecto de Andalucía (1983), Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Cádiz (1985) y Premio Roma de Literatura (1991), entre otros. Finalmente, el 28 de octubre de 1999, Rafael Alberti falleció en su casa, en la ciudad que lo vio nacer, El Puerto de Santa María. Su cuerpo fue cremado y esparcido en el mar que inspiraría sus primeros versos.
Fuente de imagen: poetasandalucesanacamposortega.blogspot.com