Ernesto Guevara [Rosario, Argentina, 14 de mayo de 1928 (aun cuando hay fuentes que señalan que el nacimiento pudo haber ocurrido también en junio) – La Higuera, Bolivia, 9 de octubre de 1967. Mejor conocido como el “Ché” Guevara, fue un médico, líder político y militar revolucionario, ideólogo político y uno de los más importantes comandantes de la Revolución cubana, así como uno de los más destacado miembros de la organización del Estado cubano, hasta su partida rumbo a Bolivia, en 1965.
Primeros años
De acuerdo a los que dictan las distintas fuentes biográficas, Ernesto “Che” Guevara nació el 14 de mayo de 1928, aunque ciertas fuentes también señalan el 14 de junio como el día de su nacimiento, el cual ocurrió por casualidad en la ciudad de Rosario, Argentina. De esta manera, Ernesto Guevara se convertiría en el primogénito y el mayor de los cinco hijos de Ernesto Guevara Lynch y su esposa Celia de la Serna, acomodada familia argentina, relacionada con lo más alto de la aristocracia sureña.
Primeros viajes
Después de haber cursado sus estudios secundarios, Ernesto Guevara decidió estudiar Medicina, por lo que se trasladó a Buenos Aires, capital argentina, en donde se recibió de Médico en 1952. Sin embargo, su ideología de izquierda, su fuerte oposición a Perón y sus ansias de mundo, lo hicieron tomar la decisión de viajar por Latinoamérica, por lo que ese mismo año, junto a su amigo Alberto Granado y sobre la motocicleta de éste, Poderosa II, iniciaron un viaje que los llevaría a recorrer Latinoamérica, territorio que la mayoría del tiempo transitarían en moto, y otras tanto en avión.
De acuerdo a los que dictan algunas fuentes históricas y bibliográficas como los diarios de viaje llevados por estos jóvenes aventureros, el recorrido de este primer viaje los habría llevado a visitar consecutivamente los distintos destinos: San Francisco, Buenos Aires, Miramar, Bariloche (en Argentina); Osomo, Valdivia, Temuco, Santiago, Valparaíso, Antofagasta, Chuqicamata, Frontera Chile-Perú (en Chile); Tarata, Titicaca, Cuzco, Machu Pichu, Abancay, Lima, Pucallpa-Iquitos, San Pablo (en Perú); Leticia, Bogotá (Colombia); Caracas (Venezuela); Miami (Estados Unidos) y nuevamente Buenos Aires, Argentina.
No obstante, más allá de la emoción y la aventura que vivieron este par de amigos durante siete meses, tiempo por el que se extendió este primer viaje a América Latina, Ernesto Guevara quedó impresionado con la gran pobreza que parecía extenderse a lo largo y ancho del continente, en donde, al igual que su país, los recursos económicos parecían estar bajo el poder de pocas manos, mientras el grueso de la población carecía de lo más mínimo para tener calidad de vida. Ansioso de poder hacer algo, Guevara decidió participar en varios movimientos contestatarios, terminando por adoptar el marxismo como ideología política, pues a su juicio era el que le ofrecían las bases teóricas para explicar la diferencia de las clases sociales, y la existencia de oprimidos por la presencia de poderosos dominantes.
Encuentro con Fidel Castro
Sin embargo, las ansias por hacer algo que cambiara las relaciones de poder político, llegaron finalmente en 1955, cuando Ernesto Guevara conoció a los hermanos Castro, Fidel y Raúl, en México, decidiendo incorporarse a la expedición revolucionaria que estos planeaban desde este país de América Central. Por consiguiente, Ernesto Guevara se convirtió en uno de los tripulantes de la embarcación Granma y el movimiento 26 de julio, que desembarcaría en Cuba el 2 de diciembre de 1956, para internarse en la Sierra Maestra, con el objetivo de emprender una serie de acciones que desencadenaran en el derrocamiento de Fulgencio Batista.
Desde su llegada a Cuba, Ernesto Guevara fue ganándose la confianza de Fidel Castro, así como los distintos ascensos que lo hicieron convertirse en lugarteniente de este movimiento armado, así como en el comandante de una de las dos columnas que cumplieron con la misión de ir tomando territorios ubicados en el oeste, y que lo llevaron finalmente a tomar bajo control Santa Clara, en el año 1958, y entrar triunfal a La Habana, en el año 1959, sepultando el gobierno de Fulgencio Batista e instaurando un nuevo gobierno revolucionario, que llegaba con la promesa de liberar al Pueblo de la opresión y la pobreza.
Gobierno revolucionario
Logrado el triunfo de la Revolución, vendría la fase de organización del nuevo estado revolucionario. En consecuencia, Ernesto Guevara fue envestido con la nacionalidad cubana, pasando a formar parte importantes del nuevo gobierno, en donde se desempeñó entonces en numerosos cargos, entre los que se encuentran el de Director del Instituto de Reforma Agraria (1959); Jefe de la Milicia (1959); Presidente del Banco Nacional (1960); Ministro de Economía (1960) y Ministro de Industria (1961) siendo esta responsabilidad por la que más ha sido criticado por sus detractores, quienes consideran que fue un pésimo representante de esta cartera. Así mismo, dentro de sus muchas responsabilidades políticas, resaltan las misiones diplomáticas que encabezó como representante del gobierno revolucionario de Cuba, como por ejemplo la asistencia a la Asamblea de la Naciones Unidas en 1964, así como las relaciones internacionales de la Isla con los dirigentes soviéticos y de la china comunista.
Igualmente, tanto en la montaña como en sus funciones gubernamentales, Ernesto Che Guevara se destacó siempre como uno de los máximos ideólogos y teóricos políticos revolucionarios, pues era el encargado de darle contexto marxista a las decisiones que tomaba el gobierno. En este sentido, a pesar de las críticas que existen al respecto, fue uno de los que más empeño colocó en la industrialización de Cuba, con apoyo de la Unión Soviética, en aras de lograr la verdadera independencia.
Partida a Bolivia
Sin embargo, por mucho que la revolución en la que participó había triunfado en Cuba y había logrado ver con sus propios ojos la conformación del Estado revolucionario por el que luchó, Ernesto Guevara parecía no poder dejar de pensar que el continente entero necesitaba de un movimiento revolucionario global, que viniera a liberar a los pueblos que sucumbían bajo el yugo de la pobreza y la opresión.
De esta manera, y rechazando las teorías que afirmaban que el triunfo de un movimiento revolucionario depende directamente de que las condiciones sociales estén dadas para lograrlo, el Che Guevara partió rumbo a Bolivia, donde en compañía de algunos de sus compañeros de armas en la Sierra Maestra estaba decidido a torcerle el brazo a la Historia, para demostrar que la propia existencia de un movimiento armado crearían las condiciones sociales que generarían la conformación de un gran ejército revolucionario latinoamericano que marcharía en pro de liberar el continente y cambiar las relaciones de poder y la diferencia de clases, de acuerdo a la ideología marxista que seguía.
No obstante, para su sorpresa, los campesinos bolivianos no se sintieron identificados ni hicieron eco con su movimiento, decidiendo no sumarse. Afectado por el Asma, la cual era alimentada por la altura y las condiciones climáticas, y en una posición geográfica poco favorable, finalmente, el 8 de octubre de 1967, Ernesto Guevara y sus hombres fueron capturados por el Ejército Boliviano, con el apoyo de la inteligencia estadounidense. Para evitar escándalos políticos, sus captores decidieron fusilarlo y enterrarlo de forma clandestina, no sin antes tomarse las fotos correspondientes junto a su cadáver.
Finalmente, treinta años después de su asesinato y la desaparición de sus restos, Cuba logró exhumar sus restos y llevarlos a su territorio, en donde fueron inhumados nuevamente con todos los honores que el Estado cubano, a mando todavía de Fidel Castro pudo ofrecerle a una de las figuras más importantes de su revolución y del régimen castrista, cuya estampa para ese momento ya había traspasado las fronteras cubanas para convertirse en uno de los íconos de mayor renombre dentro de la izquierda, en donde es considerado el emblema del guerrillero heroico, así como símbolo del internacionalismo revolucionario, títulos que contrastan con aquellos que lo adversan, y que rechazan sus acciones considerándolo también responsable de gran número de muertes, hecho que convierten al Che Guevara en otro de los personajes más polémicos del siglo XX y de la historia reciente de Latinoamérica.
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