Tal vez lo más conveniente, previo a avanzar sobre las distintas causas internas que pueden encontrarse como responsables de los Cambios lingüísticos, sea revisar de forma breve la propia definición de este fenómeno, a fin de poder entender cada uno de estos procesos dentro de su contexto teórico preciso.
Cambio Lingüístico
En este sentido, es importante resaltar que la Lingüística define al Cambio lingüístico como todo cambio ocurrido en alguna de las dimensiones del Lenguaje durante la evolución histórica de una Lengua. De esta forma, esta disciplina deja en claro que el Cambio lingüístico debe verse como un proceso histórico, el cual sucede de diferentes maneras, dependiendo del nivel en el que ocurra, bien si tiene que ver con una variación en los sonidos de la Lengua (nivel fonético-fonológico), la formación y gramática de las palabras (nivel morfosintáctico) o con el significado de las formas lingüísticas (nivel léxico-semántico). Así mismo, la Lingüística advierte que el Cambio Lingüístico no sea confundido de ninguna manera con el concepto de Variación lingüística, pues mientras este es producto de cambio sincrónicos, el Cambio lingüístico es un proceso histórico, que solo puede ser observado a través de un estudio diacrónico de la Lengua.
Causas internas del Cambio lingüístico
Por otro lado, en relación a las causas que pueden impulsar que durante su desarrollo una Lengua experimente este tipo de fenómenos o cambios, la Lingüística diferencia entre causas externas –es decir, los distintos procesos sociales o históricos que influirían en una Lengua, así como las causas internas, las cuales están estrechamente relacionadas a los procesos y evoluciones que vive la propia lengua, como organismo lingüístico. En cuanto a estas últimas, la Lingüística señala que entre las principales causas internas de los Cambios lingüísticos, se distinguen los siguientes:
Presión paradigmática
En relación con esta causa, la mayoría de los autores coinciden en señalar la importancia de ver siempre al Lenguaje como un sistema, noción que implica tomar en cuenta que como sistema al fin no se puede hablar de cambios aislados, puesto que toda variedad en uno de sus elementos, repercutiría de inmediato en otros de ellos. Por lo tanto, todo pequeño cambio, ocasionará cambios a nivel general dentro del sistema. A este tipo de causas, se les conoce también como Presión del sistema.
Leyes fonéticas
Quizás en este mismo sentido, la Lingüística advierte que entre otras de las causas de Cambios lingüísticos puede encontrarse las Leyes fonéticas que se cumplen siempre que ha tenido lugar un cambio fonético, pues este no solo ocurrirá de forma aislada, sino que precisamente por las Leyes fonéticas, así también como por “presión del sistema” se convertirá en una ley que se aplicará en todas las palabras de la Lengua que posean la articulación del sonido sobre el cual se produce el cambio.
Tendencias humanas
Como creación y propiedad inherente al hombre, la Lengua tiene una gran influencia del comportamiento humano sobre ella. En este orden de ideas, la Lingüística señala que entre algunas de las principales causas internas detrás de los cambios lingüísticos se encuentran los comportamientos o tendencias humanas, entre las cuales se puede distinguir a la vez las siguientes:
- Economía del lenguaje: este tipo de causa se relacionará con la necesidad que tiene el hablante de economizar esfuerzos en cuanto a la energía de pronunciación, lo cual lo llevará a pronunciar sonidos mucho más relajados, o incluso a suprimir algunos de ellos, buscando un habla mucho más relajada y sencilla, dando paso a algunos cambios lingüísticos históricos.
- Diferenciación: por otro lado, siendo la comunicación el fin último del Lenguaje, también sucede que el hablante coloca gran cuidado en manejar formas precisas que no se presten a confusión. De esta manera puede incurrir en procesos de Diferenciación, que buscando producir formas que se distinguen unas de otras, ocurran cambios fonéticos como la Disimilación, entre otros fenómenos lingüísticos, que terminan por traducirse en cambios lingüísticos.
- Analogía: así mismo tiene lugar la Analogía, entendida por los lingüistas como una de las causas internas de cambios lingüísticos con más capacidad de producción. A través de ella, el hablante –sobre todo en contextos populares- busca establecer una analogía o conexión etimológica entre la palabra y el concepto con el que se relaciona con ella, además de querer unificar el sistema, generando nuevas palabras en base a otras ya existentes, es decir, buscando replicar sus sonidos o formas.
- Lenguas modelos: de igual forma, los hablantes tienen siempre dentro de sus nociones lingüísticas ciertas lenguas que consideran modelos, bien por sus sonidos o por el prestigio de quien las habla. En este sentido, consciente o inconscientemente los grupos humanos tratarán de que sus lenguas se aproximen a dichas lenguas, por lo que se dará inicio a una serie de adaptaciones o cambios, que constituirán parte de las evoluciones históricas vividas por la lengua, es decir, de los cambios lingüísticos.
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