Céfalo y Procris
Céfalo era un joven guapo griego, conocido por sus grandes habilidades para la cacería. Su apariencia lo hacía fuente de atención poco deseada como aquella de la diosa Eos, quien en más de una ocasión intentó a unirse a él, pero éste lo rechazaba debido a que estaba casado con Procris, su verdadero amor.
Durante sus tardes de cacería, después de dar fin a sus batidas, el joven Céfalo solía sentarse al lado de un arroyo y proclamar: “vamos brisa, refresca mi pecho y termina con este calor ardiente” un ritual que solía hacer cada día que salía. Un día, su proclamación fue escuchada por un amigo de la pareja, solo oyó sus palabras mas no vio a la misteriosa mujer, el amigo fue directamente a contarler a contarle a Procris lo que había escuchado.
La mujer se encontraba desolada, no podía creer que su esposo la estuviera engañando y triste por lo sucedido decide que lo mejor es seguir a su esposo. Es así que va detrás de él, y cuando llegan al arroyo, Céfalo se prepara para tu su típico ritual. Procris se esconde entre los matorrales y escucha las palabras de su esposo: “vamos brisa, ven y refresca mi pecho.”
Procris no podía ver quien era la “dichosa mujer”, las ramas perturbaban su vista y al moverse un poco en su escondite hace ruido con lo cual advierte a Céfalo de la presencia de un “animal”, es así como termina arrojando su lanza a los matorrales, pero en vez de sentir el lamento de un animal lo que escuchó fue el grito de su mujer, quien se desangraba.
Céfalo consternado intentó detener la hemorragia, pero ya era demasiado tarde y lo último que dijo su celosa esposa fue los siguiente: “te lo ruego, si alguna vez me amaste, no te cases con esa odiosa brisa” y luego expiró; Céfalo entendió el mal que se había hecho debido a los celos y Procris murió con un sonrisa pesarosa en su cara.
Fuentes:
- https://www.youtube.com/watch?v=dziVS_dlaAk
Imagen: wikipedia.org