Quizás una de las profesiones más admiradas, enviadas e incluso disfrutadas es la de la actuación, pues la mayoría ve reflejados, en los actores famosos y sus vidas, sus propios sueños.
La profesión de actor
Sin embargo, pocos conocen que la carrera de actuación, aun cuando hermosa, como afirman algunos actores, es también una de las más difíciles, competitivas, inestables, y en ocasiones ingratas.
De esta manera, un actor pasa cientos de horas de su vida preparándose física e intelectualmente, para desempeñar sus papeles cada vez mejor. Así mismo, puede asistir a cientos de casting y audiciones sin que se le tome en cuenta. Por otro lado, puede dedicarse a hacer papeles que no le agraden tanto solo para mantenerse al flote, y lo que es peor puede brillar enormemente con un papel, y al año siguiente ser olvidado por completo.
En consecuencia, la actuación es un verdadero desafío y una montaña rusa de emociones. Sin embargo, tal como afirman algunos de los que la han elegido, o han sido elegida por ella, la Actuación es también una de las opciones de vida que más aprendizaje y momentos dulces puede regalar, a la par de las cientos de anécdotas jocosas, y otras no tanto, sobre las cosas que pueden ocurrir detrás de escena, ahí, cuando el público no ve, y que solo conocen los actores.
Chistes sobre actores
De hecho muchas de estas anécdotas o situaciones han sido robadas de vez en cuando por los humoristas, quienes las han convertido en chistes clásicos sobre la actuación, ya que si se lo piensa bien, el nerviosismo, los errores y la lucha por los papeles principales pueden dar mucha tela que cortar en materia de humor, tal como se podrá ver a continuación en cada uno de los chistes de actuación, que se exponen como ejemplo:
Sobre los actores con tic Llega un actor a presentar un casting para un comercial. Al pararse frente a la cámara, el director nota que el hombre tiene un tic nervioso, que le hace guiñar el ojo, a cada momento. Con un poco de tacto le dice:
-Pero con ese tic, no creo que podamos darte el papel, no está en casting.
A lo que el actor responde:
-Sí, perdón, qué pena, ya me tomo una aspirina, y de inmediato se me quita.
El hombre comienza a buscar en su bolsillo, y de repente en lugar de pastillas, comienzan a sacar muchos papeles con números telefónicos, por lo que el director vuelve a comentar:
-Caramba, pero es usted un tipo bastante sociable…
Y el actor le responde:
-No se crea, trate de vivir con un tic que le hace guiñar el ojo a todo el mundo, y verá cómo descubre, cuántos admiradores puede llegar a tener.
Llega un actor a presentar un casting para un comercial. Al pararse frente a la cámara, el director nota que el hombre tiene un tic nervioso, que le hace guiñar el ojo, a cada momento. Con un poco de tacto le dice:
-Pero con ese tic, no creo que podamos darte el papel, no está en casting.
A lo que el actor responde:
-Sí, perdón, qué pena, ya me tomo una aspirina, y de inmediato se me quita.
El hombre comienza a buscar en su bolsillo, y de repente en lugar de pastillas, comienzan a sacar muchos papeles con números telefónicos, por lo que el director vuelve a comentar:
-Caramba, pero es usted un tipo bastante sociable…
Y el actor le responde:
-No se crea, trate de vivir con un tic que le hace guiñar el ojo a todo el mundo, y verá cómo descubre, cuántos admiradores puede llegar a tener.
Este chiste, bastante inocente, aun cuando tiene otras versiones un poco más picantes, es la demostración de cuán difícil puede ser para un actor pararse frente a una cámara, y olvidarse de los nervios, para poder demostrar su talento, e incluso cómo algunas veces esos mismos nervios pueden jugarle una mala pasada, como por ejemplo ocasionarle un tic. Así mismo, demuestra qué tan estrictos pueden ser algunos directores, y sobre todo la estética de la televisión.
Chisteas malos sobre el Cine Primer acto: se abre el telón, y aparece un chino.
Segundo acto: se abre el telón, y aparece el mismo chino, pero esta vez, tocando un arpa, ¿cómo se llama la obra?
Alpa chino
Primer acto: se abre el telón, y aparece un chino.
Segundo acto: se abre el telón, y aparece el mismo chino, pero esta vez, tocando un arpa, ¿cómo se llama la obra?
Alpa chino
Por su parte este corto y mal chiste, que para algunos sin embargo puede resultar bastante gracioso, es apenas una muestra de las cientos de bromas y chanzas que existen sobre los actores y películas más taquilleras. Este, como puede verse, es una alusión directa al famoso actor de Hollywood, Al Pacino.
Más chistes malos sobre el Cine Mientras un enorme trasatlántico atraviesa en medio de la noche, las heladas aguas del océano, el capitán de la embarcación decide reunir a toda su tripulación, y les dice en voz alta:
-Les tengo dos noticias, una buena y una mala, ¿cuál prefieren escuchar primero?
Pregunta esta que la tripulación responde al unísono:
-¡La buena!
Así que el capitán continúa:
-Algún día nuestra historia ganará 11 premios Oscar.
Mientras un enorme trasatlántico atraviesa en medio de la noche, las heladas aguas del océano, el capitán de la embarcación decide reunir a toda su tripulación, y les dice en voz alta:
-Les tengo dos noticias, una buena y una mala, ¿cuál prefieren escuchar primero?
Pregunta esta que la tripulación responde al unísono:
-¡La buena!
Así que el capitán continúa:
-Algún día nuestra historia ganará 11 premios Oscar.
Así mismo, este es otro chiste que usa las películas de culto como referencia para plantear situaciones cómicas. En él se puede ver una clara alusión a la película Titanic, la cual trataba sobre el histórico barco homónimo, que se hundió en las aguas del atlántico, la noche del 14 de abril de 1912, y que se convirtió en un éxito de taquilla, la cual se tradujo también en 11 premios a la Academia.
Sobre la improvisación Un actor entra a escena, y en ella, según indicaciones del director, debe coger un papel, leerlo, y con precaución quemarlo, antes de que entre la actriz, quien a su vez debe expresar que le huele a quemado. Sin embargo, cuando está por quemar el papel, el actor descubre que ha olvidado el encendedor, por lo cual decide resolver la escena rompiendo el papel. Su compañera que ha visto todo detrás de escena, y que se ha quedado sin parlamento, decide improvisar, por lo que entra a escena, y dice:
-Acá pasa algo raro, me huele a roto.
Un actor entra a escena, y en ella, según indicaciones del director, debe coger un papel, leerlo, y con precaución quemarlo, antes de que entre la actriz, quien a su vez debe expresar que le huele a quemado. Sin embargo, cuando está por quemar el papel, el actor descubre que ha olvidado el encendedor, por lo cual decide resolver la escena rompiendo el papel. Su compañera que ha visto todo detrás de escena, y que se ha quedado sin parlamento, decide improvisar, por lo que entra a escena, y dice:
-Acá pasa algo raro, me huele a roto.
A pesar de que pueda parecer un relato inverosímil por lo gracioso que resulta, en realidad no está lejos de las cientos de anécdotas que puede haber acerca de los olvidos, las improvisaciones y hasta los errores que los actores cometen en escena, y que debido al maravilloso pacto ficcional que crea el teatro con el espectador, muchas veces no son percibidos, o incluso son tomados como parte de la misma obra, secreto entonces que solo conocerán los actores.
Imagen: pixabay.com