Estambul Subterránea
La tierra, el tercer planeta del sistema solar, un mundo lleno de lugares mágicos tanto sobre él como en sus profundidades, unas creadas por la naturaleza otras por el hombre.
Hoy nuestro recorrido nos lleva a un lugar muy particular, una pequeña casita con un rótulo en sus puertas, un pórtico que parece llevarnos a un universo paralelo. Allí, después de bajar 52 escalones nos adentramos en un ambiente sin igual de música clásica y un espectáculo de luz maravilloso. Éste sitio, una de las localizaciones de la película de James Bond «Desde Rusia con amor», se denomina La Cisterna Yerebatan que casi con 1500 años de antigüedad es parte de las 60 obras de ingeniería que se pueden encontrar bajo tierra en Estambul. Abarcando 10.000 metros cuadrados fue construida utilizando como material primordial 336 columnas romanas de los antiguos templos paganos distribuidas en 12 hileras de 28 y situadas a 4 metros unas de otras, su altura es de 8 metros y podía albergar aproximadamente 80.000 mts³ de agua y funcionó plenamente hasta finales del siglo XIV.
Portal vista exterior
Portal vista interior
Estambul ha sido una de las ciudades más invadidas a través de la historia; por esta razón se hizo necesario construir murallas para protegerse al igual que cisternas subterráneas durante el imperio bizantino para servir como abastecimientos permanentes de agua . La «Yerebatan Sarayi» construida por el emperador Justiniano en el año 532 suministraba agua a los palacios imperiales con agua recolectada en el Acueducto de Valente. El propósito de estos grandes depósitos era traer el preciado liquido desde fuentes lejanas como ríos en el bosque de Belgrado, a unos 25 Kilómetros de distancia debido a que frecuentemente sus aguas eran envenenadas y sus acueductos destruidos con el fin de diezmar la población.
Imagen Via
Imagen Vía
Después de dejar de cumplir su función cayó prácticamente en el olvido hasta que fue redescubierta por el francés Peter Gyllius cuando durante un viaje en el siglo XVI veía con curiosidad desaparecer a los habitantes de la ciudad tras sus puertas con sus cestas vacías y volver con ellas llenas, fue entonces cuando se decidió a adentrarse en un territorio que hasta entonces fuera desconocido para muchos, al salir incluso dijo haber visto gran cantidad de peces multicolores nadar en sus aguas. Luego de ésto se uso como deposito de maderas hasta 1987, año en que fue restaurada cuando se construyeron unos puentes de madera sobre el agua, por lo que es posible realizar un recorrido circular por este bosque de columnas, todas ellas de diferente estilo debido al hecho de provenir de diferentes lugares. En cuanto a su disposición queda la duda si fue diseñada de esta forma con un propósito especifico o se hizo descuidadamente pensando en que no sería visto por el público entre las columnas destacan la columna que llora y en el ángulo izquierdo dos columnas cuyas bases esculpidas con óvolos clásicos reposando sobre dos extrañas cabezas de Medusa una cabeza abajo y la otra lateral.
Columna que llora
Imágenes Exnovo
Esta magnifica construcción la podemos visitar frente al museo de Santa Sofía en el barrio de Sultanahmet
Horario: de 9 a 16,30 horas, todos los días excepto los martes, que permanece cerrado.
Precio: 10 liras turcas (unos 7 euros).
– Recomendaciones:
Llevar cámaras con flash potente.
Calzado con buen agarre porque el suelo puede ser resbaladizo.
– Teléfono: (0212) 522 12 59
Posteado Galilea. El pensante