Ciudad perdida
El tema de las ciudades perdidas es siempre fascinante, ya se trate de leyendas de ciudades antiguas (como la famosa Atlantis) o de ciudades escondidas en la actualidad (como Manoa o la ciudad del Cerro Uritorco). El tema de hoy es relativo a una leyenda japonesa de una ciudad perdida que cualquiera podría encontrarse, aunque nadie sabe con certeza dónde se encuentra.
Pero, cómo no, los japoneses le imponen sus propias particularidades. Veamos.
La Aldea de Inunaki
Más que una ciudad, se trata de una pequeña aldea que se encuentra oculta en las campiñas japonesas. Su ubicación exacta, se afirma, no la conoce nadie.
Y esto se debe a que cuando alguien arriba a esta tierra de nadie, según la tradición, no podrá abandonarla por el resto de su vida. Y tendrá que esforzarse mucho si quiere tener una vida larga, pues cuenta la leyenda que la aldea es un territorio sin Dios ni Ley. Se trata de un lugar en el que no existen normas y cada cual puede realizar lo que desee sin sufrir consecuencia alguna… además, claro, de la posible venganza de los enemigos que se vaya formando con el tiempo.
Son numerosos los relatos de viajeros que desaparecían sin dejar rastro en medio de los caminos (siendo generalmente comerciantes): tradicionalmente se decía que habían terminado en Inunaki. Los orígenes de la leyenda, sin embargo, son un tanto difusos y no está claro de dónde surgió o cómo comenzó a ganar popularidad.
Entrada a la villa de Inunaki que fue inundada por la presa. Nadie sabe si tiene relación con la leyenda.
Orígenes
De acuerdo con algunas versiones de la leyenda, la Aldea de Inunaki se habría construido en el territorio del clan Inunaki, que por razones desconocidas se habría alejado de la sociedad y habría decidido abandonar cualquier respeto por el Shogun y el emperador hace más de 3 siglos. Hábiles guerreros, astutos estrategas, habrían aislado su ciudad del exterior y colocado un gigantesco mensaje en el que quedaba claro que allí no regían las leyes del Japón.
El asunto pronto derivó en la anarquía. El clan convirtió el incesto en una actividad recurrente, comenzaron a aumentar los robos y eventualmente llegó la muerte. La ciudad se convirtió en un territorio sin ley. A partir de entonces los comerciantes y viajeros comenzaron a evitarla, y comenzó a correr la voz de que una vez alguien llegaba allí no podría escapar so pena de ser asesinado. La ciudad, entonces, desapareció de la historia.
¿Existe en verdad?
Evidentemente, la existencia de un lugar así en una región tan densamente poblada como Japón es imposible… al menos en el plano material. Algunos opinan que la ciudad en verdad existe como una entidad metafísica, con portales que nadie puede percibir pero que se encuentran allí, para el desafortunado que los encuentra: esto explicaría que nadie pueda salir de allí una vez ha entrado.
Otros hablan de una ciudad que, en efecto, existió en el pasado, pero que terminó por desaparece de la historia inundada en su propia decadencia y anarquía, esfumándose para siempre del mundo de los hombres y permaneciendo solo en su memoria. En efecto, la leyenda tiene una antigüedad considerable y bien podría hacer referencia a una verdad a medias, una aldea perdida en la Edad Feudal japonesa.
Por último, vale mencionar que una ciudad pequeña de nombre Inunaki existió, efectivamente, pero desapareció en la segunda mitad del siglo XX como consecuencia de la construcción de una presa. En la actualidad no se sabe si esta aldea tenga algo que ver con la peculiar leyenda.
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