Tal vez lo más conveniente, previo a exponer la clasificación de la sílaba que hace la Gramática con respecto a su tonalidad, sea realizar una breve revisión a la propia definición de esta categoría gramatical, a fin de entender cada uno de los tipos de sílabas que se encuentran incluidos en esta organización, dentro de su contexto adecuado.
La sílaba
En este sentido, se puede comenzar por decir entonces que la sílaba es vista de forma tradicional como cada uno de los golpes de voz que emite el hablante durante la pronunciación de una palabra. Sin embargo, la Lingüística –ciencia que estudia el Lenguaje- no se muestra muy entusiasta con esta definición, prefiriendo definir a la sílaba como una unidad fonética, constituida por un conjunto de sonidos, que se pronuncia dentro de una misma emisión de voz, y que por lo general se encuentran agrupados en torno a un sonido vocálico. Así mismo, la Lingüística ve a la sílaba también como la segunda forma de fragmentación de la palabra, secundando así a la letra.
Estructura de la sílaba
Con respecto a su estructura, la Lingüística considera que la sílaba puede ser explicada entonces como una unidad fonética, en donde se combinan sonidos consonánticos con sonidos vocálicos, los cuales casi siempre están conformados por un conjunto de consonantes que se organizan teniendo como eje a la vocal, letra que ejerce la mayor intensidad sonora, y que incluso en ocasiones puede ejercer ella sola la función de sílaba, acción que jamás podría cumplir una consonante. De esta manera, las vocales y las consonantes se unirán para formar sílabas de distintas estructuras y órdenes: una vocal (v); una vocal y una consonante (v-c), una consonante y una vocal (c-v), dos consonantes y una vocal (c-c-v); dos consonantes, una vocal y una consonante (cc-v-c), entre otras posibilidades.
Clasificación de las sílabas por su tonalidad
Así mismo, además de su estructura interna, la Gramática busca clasificar los distintos tipos de sílabas, de acuerdo a varios criterios. Uno de ellos es la tonalidad que tiene la sílaba, puesto que aun cuando la propia sílaba es la organización de un grupo de sonidos alrededor de una vocal, cada sílaba es parte de una palabra, la cual cuenta también con sus propios niveles de intensidad, teniendo entonces sílabas con mayor sonoridad que otras, hecho que viene dado por el acento, el cual siendo prosódico u ortográfico, señala cuál es la sílaba de mayor intensidad. De esta forma, la Gramática diferenciará entre aquellas sílabas que presenten mayor tonalidad, y aquellas que no, distinguiendo básicamente dos grupos, tal como se ve a continuación:
Sílabas tónicas
Será la sílaba en donde recae el acento –bien sea prosódico u ortográfico- de la palabra, lo cual la hace distinguirse sobre las otras sílabas, en cuanto a su sonoridad. Así mismo, en el ámbito de la tonalidad, es la sílaba que más importancia tiene. Algunos ejemplos de este tipo de sílaba pueden ser los siguientes: cámara; salón; sustancia, remolino.
Sílabas átonas
Por otro lado, las sílabas átonas serán todas aquellas sílabas de una palabra, que no siendo tónicas, tienen una menor intensidad que esta. De esta manera, las sílabas átonas son tomadas como compañeras o secundarias de la Sílaba tónica. Entre los distintos ejemplos que pueden existir en referencia a este tipo de sílaba se encuentran los siguientes: canción; espectáculo; sílaba; sombrero. Por consiguiente, una palabra contará siempre con una sola sílaba tónica y varias átonas, constituidas por todas las otras sílabas que no son tónicas.
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