Gases de efecto invernadero
Como ya hemos mencionado en varias ocasiones en este portal, en este momento nuestra civilización está emitiendo una vasta cantidad de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) a la atmósfera que se encuentran modificando los patrones climáticos. Esto podría representar un serio problema para nosotros en los años por venir.
Se han hecho esfuerzos considerables en resolver este problema, y si bien por ahora las cosas no han mejorado lo cierto es que en el horizonte se perfilan nuevas tecnologías que permitirían mantener gran parte de nuestra industria y al mismo tiempo reducir la emisión de estos gases. En el campo de la generación de electricidad, la energía obtenida a partir de turbinas eólicas, paneles fotovoltaicos y torres de energía termosolar se perfilan como soluciones que se volverán más y más viables en los años por venir. En el campo del transporte, los carros eléctricos siguen ganando terreno y varios países (principalmente China) han invertido considerables recursos en generar una red de trenes eléctricos. En el campo de la agricultura, nuevas técnicas agrícolas permiten reducir el uso de fertilizantes y maquinaria y mantener mejor la salud de los suelos.
Pero hay un área en la que aún no tenemos una solución: las aerolíneas.
Volando
A medida que los costos bajan y la riqueza la población se incrementa más y más personas aspiran a poder volar a sus destinos en lugar de tener que realizar un viaje mucho más largo por tierra.
Sin embargo, en el momento las alternativas tecnológicas que permitan sustituir el combustible de aviones prácticamente no existen. Ni las celdas de hidrógeno ni las baterías son lo suficientemente livianas para permitir que un avión despegue de manera eficiente.
Por esta razón se están comenzando a evaluar alternativas, y en vista de que la tecnología no puede cambiar por ahora lo más inteligente parece será comenzar a fabricar los combustibles de otras fuentes que no sean el petróleo.
Estos “combustible sintéticos” podrían obtenerse de varias maneras. La más interesante consiste en grandes fábricas que absorberían aire de atmósfera para extraer el carbono, con lo cual se podría volver a fabricar el combustible. Esto es más costoso que obtenerlo del petróleo, pero si la tecnología mejora y la energía sigue bajando de precio quizás en algún momento pueda ser competitivo (o al menos viable, e ir de la mano con impuestos al petróleo).
Otras alternativas se refieren al aprovechamiento de residuos y la extracción de hidrógeno a partir del agua, con lo cual se podrían idear nuevas mezclas que cumplan la misma función que actualmente cumple el combustible de petróleo.
En cualquier caso, estas dos alternativas nos presentan la posibilidad de permitir el crecimiento de las aerolíneas sin por ello afectar el planeta. Estamos aún lejos de llegar al momento en el que la transición será completa pero es importante tener un objetivo en el horizonte, pues de lo contrario simplemente seguiremos usando los combustibles a los que estamos acostumbrados.
Se espera que varios gobiernos e instituciones privadas comiencen a invertir en el desarrollo de estas tecnologías. Bill Gates, por ejemplo, ya se encuentra invirtiendo en una empresa que tiene una planta para extraer carbono de la atmósfera.
Fuentes:
- https://www.economist.com/technology-quarterly/2018/12/01/synthetic-fuels-could-help-low-carbon-aviation-take-off?utm_source=quora&utm_medium=referral
Imágenes: wikiedia.org