Azúcar de colores

Sin embargo, pese a la impresión que puede dar, este elemento con sus vistosos colores y brillos, en realidad no es un producto que amerita un proceso industrial complejo, puesto que en realidad el azúcar de colores, básicamente es simple azúcar a la cual se le añaden pigmentos o colorantes artificiales culinarios, los cuales la tiñen de esos hermosos tonos rojos, azules, verdes o amarillos, que sirven tanto a la repostería, entre otras disciplinas.

De esta forma, para quien no tenga claro los innumerables usos que puede tener el azúcar de colores, se pueden mencionar como sus principales usos la decoración de postres, área en donde pueden ser empleada para decorar galletas, simplemente colocando el azúcar sobre ellas; así mismo, se puede usar hacer merengue o suspiros de colores, algodón de azúcar, caramelos de colores, merengadas o malteadas coloridas, entre otros. Así mismo, la preparación de cócteles puede verse deliciosamente favorecida, pues con ella se pueden decorar las copas y vasos, en donde se sirven los cócteles, vistiéndolos de un atractivo y delicioso borde (escarchado) que sirve de invitación y disfrute a los comensales.

Cómo preparar azúcar de colores de colores

No obstante, no siempre que se quiera disfrutar de este ingrediente debe comprarse u optarse por un elemento de procedimiento netamente industrial, puesto que existe una forma de prepararla en la intimidad de la casa, y en la cantidad que se necesite, a fin de usarla en las preparaciones que más se deseen. Para prepararlo, se necesitará seguir una serie de pasos, como los que se muestran a continuación:

Paso 1

Lo primero que deberá hacerse, antes de preparar el azúcar de colores, es reunir una serie de ingredientes y de elementos. En consecuencia, se necesitará contar entonces con una (1) taza de azúcar refinada / colorante comestible del color preferido, el cual puede ser tanto líquido o en pasta. Así mismo, se requiera tener a disposición una serie de utensilios, entre los que se encuentran los siguientes: Un (1) cuenco grande / un (1) recipiente pequeño / un (1) plato mediano / un (1) colador / una cucharita.

Paso 2

Reunidos todos los elementos, se deberá disponer el cuenco de mayor tamaño, sobre el cual se debe colocar el colador. Dispuestos estos utensilios, sobre el colador se deberá colocar media (½) taza de azúcar, y a ella se le deben agregar unas cuantas gotas de colorante que se haya escogido. Con ayuda de la cucharilla, se debe empezar a envolver el azúcar, a fin de que todo el colorante empiece a teñir este producto, a medida de que también va cayendo en el fondo del cuenco.

Paso 3

Una vez que se haya terminado de colar el azúcar, se deberá repetir nuevamente la operación, a fin de que este elemento tenga la mayor oportunidad de asumir el tono del colorante que se desea. No obstante, si se desea un tono pálido se hará una sola vez, a fin de que apenas asuma el tono. Al contrario, si se quiere un color mucho más brillante será necesario repetir el procedimiento al menos tres veces. Una vez terminado el proceso, se deberá colocar en un recipiente de vidrio para su conservación, la cual se cree está calculada para durar por lo menos un mes.

Ejemplos de uso

Con este ingrediente se podrán preparar deliciosas recetas, así como adornar de forma festiva algunos alimentos. Una forma de usarlo de manera cotidiana puede ser para decorar el borde de los vasos donde se servirá limonada, o cualquier otro jugo, a los invitados. Para esto, se necesitará simplemente, antes de servir la bebida dentro del vaso, humedecer con un poco del jugo el borde del vaso, y luego pasarlo por el azúcar de colores, a fin de que el líquido sirva para humedecer y adherir el azúcar a este. Será un procedimiento rápido y sencillo, que agregará un toque de diversión a las comidas, y que de seguro le encantará a los invitados, sobre todo a los más pequeños.

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