En ocasiones el hablante, sobre todo cuando inicia en el aprendizaje del Lenguaje, tiende a confundir formas o palabras que se encuentran cercanas en cuanto a la grafía que poseen, dando como consecuencia errores de contenido, debido al empleo incorrecto de una forma, cuando se necesitaba otra.
Ante esto, el hablante en cuestión sólo puede recurrir al Diccionario como herramienta, a fin de poder dilucidar cuál de las dos opciones es la que conviene registrar en el contexto que le ocupa en determinado momento, mientras con el tiempo va adquiriendo el conocimiento de su Lengua, hecho que como refieren los expertos en Lenguaje se logra sólo a través del estudio constante de sus reglas y formas, lo cual solo es posible a través de la lectura y escritura constante de dicha Lengua.
Un ejemplo de este tipo de casos lo constituyen las formas “prejuicio” y “perjuicio” las cuales a pesar de que pertenecen a categorías gramaticales idénticas, cuentan con significados distintos, por lo que usar una cuando el texto escrito requiere de la otra da pie a errores de coherencia y contenido, que en ocasiones incluso pueden resultar graciosos, por lo absurdo que expresa la frase. En cuanto a estas dos formas, incluso hay hablantes que en su registro oral tienden también a confundir una con otra, debido a la cercanía fonética y gráfica que tienen estas dos formas, ante las cuales el hablante sólo cuenta con la posibilidad de diferenciar a través del aprendizaje de cada uno de sus significados y posibles usos.
A continuación entonces las definiciones de cada una de estas formas, así como ejemplos de sus modos de empleo:
Prejuicio
Al consultar el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el hablante puede encontrar una estrada para la forma “Prejuicio”, la cual cuenta a su vez con dos distintas acepciones. Seguidamente se detallará cada una de ellas, al tiempo que se precisarán algunos de los contextos en los cuales pueden inscribirse alguno de sus significados:
1.- En su primera acepción, la palabra “prejuicio” constituye un sustantivo masculino, que refiere a la acción de prejuzgar, es decir de sacar juicios a priori, sin conocer el objeto, la persona o la situación que se juzga. Un ejemplo de los posibles usos de esta palabra, lo constituyen los siguientes:
Por favor, suspende tus prejuicios y date la oportunidad de conocerlo
Las personas con tatuajes deben afrontar el prejuicio social de las personas sobre ellos
El prejuicio es el germen de toda discriminación
2.- En su segunda acepción, la palabra “prejuicio” también constituye un sustantivo masculino en el cual se refiere a una opinión a priori, y por lo general negativa, hacia algo que no se conoce con exactitud. Algunos de sus posibles usos son los siguientes:
Pensar que una Persona con Síndrome de Down no puede aprender es un prejuicio social
Creer que una mujer de falda corta está provocando es un prejuicio de género
Asumir que los hombre no lloran es parte del prejuicio de género que fomenta el machismo
Perjuicio
En cuanto a la forma “perjuicio”, igualmente al consultar en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua el hablante podrá encontrar una entrada, la cual cuenta con tres distintas acepciones. Seguidamente se definirá cada una de ellas, al tiempo en que se detallan ejemplos de cada uno de los posibles contextos y modos de empleo:
1.- En su primera acepción, la palabra “perjuicio” constituye un sustantivo masculino que refiere a aquel usado para denominar el efecto o la causa de “perjudicar”. Un ejemplo de los posibles usos serían los siguientes:
La violencia ejercida sobre un niño causa un gran perjuicio en su psique
El peor perjuicio que tiene una separación es el miedo a volver a involucrarse en una relación
Además del perjuicio que le causó engañándole, tuvo que asumir las deudas del socio
Todo perjuicio termina devolviéndose sobre quien lo causó
Lo mejor es andar por la vida sin causar perjuicio alguno sobre alguien
2.- En su segunda acepción en cambio la palabra “perjuicio” se circunscribe en el terreno de los tecnicismos empleados en la disciplina del Derecho, dentro de la cual se refiere al daño o detrimento económico o patrimonial perjudicado por alguien, el cual debe ser repuesto o compensado a través de orden judicial. Algunos ejemplos de sus usos pueden ser los siguientes:
El querellado causo perjuicios al querellado equivalente a veinte salarios mínimos
El Juez determinará en que forma le serán restituidos los perjuicios al demandante
Todo acto de Posesión sobre una propiedad pierde caso si el poseedor ha causado perjuicios morales o patrimoniales sobre el dueño legítimo
3.- En último lugar, la palabra “perjuicio” cuenta con una acepción –también circunscrito al terreno legal- en el cual se usa esta palabra para referirse en tal a la indemnización que debe cancelar la persona demandada a su demandante. Por ejemplo:
En este caso el perjuicio antes detallado deberá ser consignado ante el Tribunal Primero en lo Civil
Conclusión
En este sentido se puede concluir que usar indistintamente las formas “prejuicio” y “perjuicio” da pie a errores de contenido, puesto que cada una cuenta con significados diametralmente distintos, pues la forma “prejuicio” está ligada a la acción de sacar juicios a priori, mientras que la palabra “perjuicio” se refiere al daño físico, moral o patrimonial que puede causar o sufrir un individuo.
Fuente de imagen: elpensante.com