Aullar, ladrar hacia la pared o hacia donde no hay nada ni nadie y algunos otros comportamientos extraños de los peludos, pueden indicar que existen presencias paranormales que los humanos no somos capaces de percibir, pero ellos sí, según las creencias populares y algunos expertos en temas de los sobrenatural.
En esta oportunidad veremos: “cosas extrañas que perciben los perros”:
Desde tiempos milenarios, la humanidad ha creído que los animales poseen capacidades extra sensitivas, como por ejemplo los egipcios, quienes atribuían incluso facultades divinas a los gatos. El perro también ha sido muy importante y en diversas culturas se ha creído que puede olfatear y ver seres de otras dimensiones y entonces alertan.
Los canes no sólo poseen olfato y vista, sino un poderoso oído; con todo en su conjunto, pueden captar toda índole de movimientos. Se estima que el olfato de un peludo llega a superar el de los humanos casi 10 mil veces. Igualmente sucede con las frecuencias sonoras que perciben, casi cuatro veces más que una persona.
En grandes calamidades, se ha observado cómo los animales son tan sensitivos que se tornan muy inquietos desde horas antes del nefasto evento, prediciendo de muchas formas que algo malo ha de ocurrir.
Se han visto múltiples casos en diversos tsunamis del suroriente asiático. Así, un grupo de científicos chinos se percató de que la mayoría de animales pueden escuchar sonidos agudos y lejanos, que producen los movimientos intratarrenos.
Los perros son tan sorprendentes, que se han descubierto algunos que tienen la facultad de identificar el cáncer en personas, sólo usando su superdotada nariz. Prácticamente son como pequeños y peludos súper héroes.
El sexto sentido perruno
La mayoría de gente que tiene perros, se han preguntado alguna vez a quién o qué le ladrará el animal, cuando de repente se le erizan los pelos y se pone en posición de alerta ante algo aparentemente invisible. Un reconocido psicólogo de mascotas, el doctor Marti Miller de Estados Unidos, afirma que tanto humanos, como animales, poseemos un sexto sentido.
“Comúnmente, los humanos juzgan o niegan lo que sienten. Los perros no, ellos solamente sienten lo que está sucediendo en el medio ambiente”, explica el veterinario.
En el tsunami de Indonesia en 2004, las mascotas en todos los hogares lanzaron diversas alertas vocales. Algunos se veían muy angustiados buscando escondites y se comportaban muy extraño. Los investigadores coinciden en que los animales son capaces de captar los movimientos de las placas tectónicas.
En diversas partes del mundo, un gran número de personas creen que sus mascotas ven o sienten a sus familiares o amigos fallecidos. Empero, oficialmente eso no ha sido verificado con pruebas fehacientes.
Una referencia interesante es el libro intitulado “Cuentos del Más Allá”, autoría de Peggy Schmidt, en el que se describen eventos sobrenaturales que experimentó Del Johnsen, una mujer que le tenía mucho aprecio a los animales y por eso tenía como mascotas a siete gatos y a siete perros.
Pero lamentablemente la mujer falleció y a los pocos días, los vecinos afirman que empezaron a ver cómo los animales jugaban solos, como con una presencia invisible que parecía acariciarlos, porque movían su cola tal cual.
Algunos chamanes de distintas tribus americanas, asiáticas y africanas, creen rotundamente que los ladridos del perro ahuyentan a las entidades tenebrosas. Es por ello que a veces se tornarían agresivos, se ofuscan hacia algún lugar en el vacío y por más que se revisa, no hay nada ni nadie por allí que pueda causar su perturbación.
La explicación científica más aceptada
Aunque no hay nada contundente, una de las teorías que más ha convenido a los científicos, es la del doctor Ron Douglas, un biólogo londinense que descubrió que tanto los felinos como los canes, tienen la habilidad de captar los rayos ultravioleta y según él, esta sería la causa de por qué pareciera que estuvieran viendo algo.
Sin embargo, eso no dice mucho al respecto del sexto sentido canino, que es capaz de saber con anticipación y a la distancia, que un ser querido se aproxima, o cuando se hace entender un aviso de peligro, etc.
Sea como fuere, estamos seguros de que casi no conocemos mucho ni sobre sí mismos, ni sobre nuestras mascotas, ni el universo infinito y complejo en el que vivimos y morimos.
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