Fumar es una de las «adicciones más comunes en el mundo». Anualmente, mueren millones de personas a consecuencia del abuso de cigarrillos. Su uso frecuente deriva graves problemas de salud, sobre todo en el aparato respiratorio y digestivo. En esta oportunidad, veremos las cosas increíbles que la pasan a tu cuerpo cuando se erradica el tabaquismo.
Vuelve el olfato
Cuando dejas de fumar, tu nariz se descongestiona y las glándulas destinadas a identificar los olores se activan inmediatamente, pues el humo las obstruye y no deja que percibas los olores. Cuando dejas de fumar, tu sentido del olfato resucita.
Mejora la presión sanguínea
Cuando dejas de fumar, la presión sanguínea se normaliza y las pulsaciones disminuyen y esto ayuda a la buena salud de tu corazón y de otros órganos vitales, que dependen de la buena oxigenación de la sangre. Así mismo, aumenta notablemente la temperatura del cuerpo y no vas a sentir tanto frío en las noches.
Desaparece el mal aliento
Esto es obvio. Si dejas de consumir cigarrillo, tu aliento mejorará y la salud bucal estará en óptimas condiciones. Cuando dejas de introducir el humo de los cigarrillos en tu boca, la saliva mejora sus funciones vitales para mantener la buena higiene.
Disminuye la probabilidad de infarto
Se cree que tan solo 24 horas después de dejar de fumar, se disminuye en un 60% el riesgo de padecer un infarto; entonces, si tomas al decisión de dejarlo por mucho más tiempo, tu expectativa de vida aumenta notablemente.
Mejora el sentido del gusto
Al igual que ocurre con el olfato, este sentido se atrofia, debido a la cantidad de sustancias que se ingieren con un cigarrillo. Algunos científicos aseguran que éste contiene algunas toxinas que son nocivas para la salud en general, pero tan pronto dejas de fumar, tu sentido del gusto regresa y podrás disfrutar de tus comidas favoritas, sin ningún problema.
Disminuye la fatiga
Luego de 3 o 4 semanas de haber dejado el cigarrillo, la circulación de la sangre en el torrente sanguíneo aumenta y ya no te vas a sofocar subiendo las escaleras o realizando un caminata relativamente corta. Las funciones pulmonares se estabilizan y puedes realizar más deporte al aire libre.
Disminuye la posibilidad de contraer cáncer
El consumo frecuente de cigarrillo, puede desencadenar varios tipos de cáncer; los más notables son: cáncer en la boca, pulmón, esófago, estómago y garganta. Cuando se deja de consumir, esta posibilidad disminuye y puedes efectuar esfuerzos en desintoxicar tu cuerpo, para no contraer ninguna de estas enfermedades en el futuro.
Desaparece la ansiedad
Es normal que al principio te cueste mucho dejarlo, pero conforme pasa el tiempo, la ansiedad va desapareciendo y es factible comenzar a invertir esa energía en otras cosas que realmente aportan a la salud física y mental.
Ahorras dinero
Vas a notar que tu economía mejora notablemente, pues el dinero que antes gastabas en cigarrillos, ahora te va servir para ahorrar y puedes invertirlo en cosas que tal vez antes no podías comprar, como ese auto nuevo que te parecía imposible.
Salud cerebral
El cerebro recibirá más oxígeno y así, disminuirá la posibilidad de sufrir un derrame cerebral. Las neuronas normalizarán su funcionamiento y te sentirás más activo que antes. Esa niebla en el pensamiento desaparece y puedes pensar con más determinación y claridad.
Imagen: pixabay.com