Los expertos recomiendan que a los bebés hay que satisfacerlos con las cosas que ellos disfrutan, pues provienen de su naturaleza y contribuyen a desarrollar su expresión y a cubrir sus necesidades primordiales. Hacer feliz al pequeñín, genera grandes resultados en toda su vida. Veamos “las cosas que hacen felices a los bebés”:
La música
Definitivamente, la música es una parte esencial en un ser humano, sobre todo en la etapa de bebé. Las notas agudas y graves, ayudan a desarrollar las conexiones neuronales y modifican el cerebro y su psiquis. Obviamente, los expertos aconsejan la música clásica, pues la moderna se ha evidenciado que genera efectos nocivos y contrarios. Los científicos han descubierto que la música de Brahms, Mozart, Beethoven, entre otros, despiertan una alta inteligencia y relajación.
Estar arropadito
Cuando se les arropa, ellos sienten muy parecido a como estaban en el útero y toda su piel era recubierta por las paredes uterinas que les brindaban calor, protección y amor. En especial en las primeras semanas de nacidos, ellos disfrutan mucho cuando se les envuelve. A medida en que pasa el tiempo, les comienza a gustar la libertad de ropas.
La piel materna
Sin duda, la piel de la madre es de vital importancia para el bebé y él así lo percibe, pues un abrazo de ella le calma todo; adecúa su ritmo del corazón y le ayuda a sentirse amado, liberando altas cantidades de oxitocina, tanto ella como el primogénito.
El ruido monótono
Los sonidos parecidos a un motor, un secador, una nevera o una lavadora, etc, pareciera gustarles mucho ya que los relaja. Estudios han revelado que esos ruidos son similares a los que el bebé percibía en el vientre. Los sonidos que emite un sonajero, les encanta también.
Un paseo callejero
Cuando los bebés salen de paseo a la calle, se distraen y no lloran tanto como en casa. Y es porque el aire los refresca y el ambiente es muy distinto al encierro de casa. Igualmente, la multiplicidad de sonidos les causa curiosidad y los entretiene, al igual que los olores. Salir a pasear es toda una aventura para ellos.
Chupar todas las cosas
La boca lo es casi todo para un bebé, pues llevando todo a esta, conocen y experimentan el mundo circundante, notando el sabor, la densidad, la textura, el peso, etc. Todas estas informaciones no se las otorgan los demás sentidos. Es como la nariz de un perro, que funciona como si fuese un escáner.
Estar desnudo
A veces, cuando los bebés lloran mucho y nada pareciera calmarlos, si se les quita el pañal y la ropa, lo más seguro es que se serenen, puesto que en los humanos recién nacidos, prevalece una intensa relación del cuerpo con las emociones, razón por las que les encanta permanecer sin vestidos encima. Les encanta permanecer como Dios los trajo al mundo.
La voz de mamá
Otro de los factores primordiales y lo que más les gusta a los bebés, es la voz de su madre, sobre todo si ella le canta. Aunque con sólo hablarle, es música para su oídos y esa tonalidad en particular, estimula los procesos de aprendizaje. Cuando él percibe que la madre quiere comunicarse, se siente muy bien y también intenta hacer lo mismo, aunque con pequeños gorgoritos pero con el pasar del tiempo, esa misma comunicación los impulsará a querer hablar.
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