El Pensante

Cosas que los perros más odian de los humanos

Animales sorprendentes - febrero 12, 2017

De todos los animales, los perros son los más cercanos y cariñosos con las personas. Por eso reciben el apelativo de «el mejor amigo del hombre». Sin embargo, muchas de nuestras acciones los incomodan y los hacen dudar de su rol de amistad, ocasionándoles tristeza, estrés y enojo. Pero para que ello no suceda, veamos las «cosas que los perros más odian de los humanos»:

Imagen 1. Cosas que los perros más odian de los humanos

Señales cruzadas

Algunas personas intentan hablar con su perro como si éste fuera también humano. Aunque los canes pueden aprender cierto número de palabras, no pueden entender el fluido lenguaje humano, por lo que se fijan mucho en los movimientos corporales de la gente. Entonces se puede cometer el error de enviarle señales cruzadas, al pretender que entienda todo lo que se le dice con la boca, mientras la actitud quinésica dice otra, como por ejemplo decirle que se quede quieto y a la vez inclinarse hacia él, lo cual toma como una señal de llamado. Frente a los regaños y la confusión, el perro se siente mal.

Que no se dejen sueltos

Los peludos liberan muchas tensiones y adrenalina mientras corren por todas partes. Es bueno controlarles con la correa en el paseo diario, pero ellos esperan el momento feliz en el que se les libere por un momento, para sentirse libres y alegres. Es recomendable llevarlos a lugares seguros, donde corran a sus anchas.

Que los abracen

Aunque tengan actitudes muy parecidas a las humanas, a estas mascotas no les gusta mucho la idea de que se les ponga los brazos alrededor. Para la gente puede significar afecto y algo positivo un abrazo, pero para los perros, mismos que no tienen brazos, es como un acto dominante, tal cual ellos hacen cuando le ponen una pata encima a otro can. Es una de las causas de mordidas más frecuentes a niños.

Que le den palmaditas en la cabeza

Al igual que a todo el mundo, ellos no son la excepción. Casi ningún perro disfruta que alguien les dé golpecitos suaves, puesto que no entienden esas expresiones afectivas. Los niños son quienes más acostumbran a realizar esta acción y recomiendan los expertos, enseñarles a acariciar gentilmente la parte de la espalda de la mascota en dirección a la cola; esas caricias sí son muy valoradas.

Los perfumes humanos

No los toleran para nada. Del mismo modo que aborrecen el olor a jabón y ambientador. Ellos aman los olores de la tierra, pero no los artificiales. No resulta buena idea perfumar a un perro para que huela bien, porque en menos de lo que se piense, él querrá ir a restregarse en algo fétido, pues se siente muy incómodo con los aromas descritos.

Que los soplen

Es innegable la incomodidad y el sufrimiento de un peludo cuando lo soplan, especialmente en su cara. Aunque no es tanto por el aire en sí, porque cuando van en un automóvil les encanta asomar la cabeza, mientras se anda a buena velocidad. Pero si un humano los sopla, así sea una pata, ellos reaccionan de inmediato.

Que un extraño los mire fijamente a los ojos

Es como si les sucediera lo mismo que a una persona, en las mismas circunstancias. Si alguien viniera acercándose, mirando fijamente a los ojos, es normal que el nerviosismo surja y el sentimiento de intimidación. Tal cual sienten los canes y lo consideran como una alerta de un individuo con malas intenciones.

Imagen: wikipedia.org