Definición de América
Considerado la segunda plataforma continental más grande del mundo, América se encuentra ubicada en el Hemisferio Occidental, extendiéndose de norte a sur desde el Océano Glacial Ártico, y desde oriente a occidente desde el Océano Atlántico al Océano Pacífico.
De acuerdo a los que señalan las distintas fuentes geográficas, América cuenta con una extensión de más de 43 millones de kilómetros cuadrados, la cual representa un total de 8,4% de la superficie de la Tierra, en donde además se concentra cerca de 12% de la población mundial. Así mismo, América es el continente que más se demoró en entrar en contacto con los demás conocidos, momento que sucedió a raíz de arribo de los conquistadores españoles, en el siglo XV, proceso que dio origen entonces al intercambio de América con el resto del mundo.
En sintonía con esto, la Conquista española a América fue un largo proceso, que abarcó al menos quinientos años –desde 1492 hasta los movimientos independentistas del siglo XIX- la cual tuvo profundas repercusiones económicas, demográficas, culturales, territoriales, políticas y por su puesto sociales, siendo el mestizaje la consecuencia más profunda en este sentido, generando de esta forma nuevas características fenotípicas en el género humano.
A esta altura la Ciencia ya ha determinado que es incorrecta la expresión “raza” para referirse al género humano, pues se ha demostrado que todos las personas tienen exactamente el mismo genoma, variando simplemente el fenotipo de uno a otros, según las concentraciones de melanina o los rasgos hereditarios de cada quien. Sin embargo, la Historia sigue reportando la expresión “grupos raciales” para referirse a los distintos fenotipos y procedencias que llegaron o existían en América, durante los primeros momentos de la historia de población de este continente, así como en el proceso de conquista y colonización.
Grupos fenotípicos de la América precolombina
Antes de la llegada de los españoles a América, este continente se encontraba poblado, en toda su extensión, por cientos de pueblos y etnias indígenas, las cuales tenían distintas culturas, lenguajes, fenotipos y orígenes, los cuales según algunas teorías, provenían de poblaciones que en el pasado habían venido del continente asiático. En este sentido, los antropólogos y distintos paleontólogos han indicado de forma global que a esta población originaria de América se le conoce como tronco racial amarillo, o también como población amerindia, la cual se encuentra a su vez conformada por varios fenotipos o grupos étnicos, entre los cuales se pueden distinguir los siguientes:
- Esquimales: denominados también como subártidos, se considera que poblaron principalmente las costas ubicadas en el noroeste de Canadá y Alaska.
- Plánidos: población perteneciente a las planicies del territorio norteamericano.
- Colúmbidos: grupo etnográfico que se desarrolló al noroeste del Norte de América.
- Sonóridos: grupos que se ubicaron en el territorio suroeste del territorio de Norteamérica.
- Ándidos: con este nombre, se identifican los pueblos que se ubicaron desde el norte del continente americano, hasta los Andes suramericanos.
- Ístmidos: población amerindia que se ubicó en lo que actualmente pertenece al territorio de Pánama.
- Amazónidos: por su parte este grupo se desarrolló principalmente en Venezuela (cuenca del río Amazonas) y las Antillas.
- Láguidos: hacia el sur del continente, estos grupos hicieron su vida en las mesetas de Brasil.
- Pámpidos: finalmente, en los territorios de Tierra del Fuego, se encontraban estos grupos.
Grupos Raciales posteriores a la Conquista
Con el proceso de conquista también surgió el proceso de mestizaje, sobre todo en el continente latinoamericano, donde se produjeron nuevos fenotipos. En este sentido, se puede identificar los siguientes grupos, además de los grupos originarios que poblaban América:
- Españoles: población europea, proveniente de territorios españoles como por ejemplo Andalucía y Castilla.
- Africanos: traídos a América por los portugueses, llegaron a continente como esclavos, aun cuando muchos lograron escapar y fundar sus propias poblaciones.
La mezcla genético entre estas poblaciones arrojó nuevos fenotipos, como por ejemplo:
- Mestizo: palabra usada para referirse a los hijos que nacieron de padres europeos y amerindios.
- Castizo: vocablo con el que se bautizaban los hijos de europeos con mestizos.
- Mulato: con este nombre se distinguían los hijos de padres negros y blancos.
- Morisco: de esta forma eran conocidos aquellas personas que provenían de la unión entre europeos y mulatos.
- Cholo: entre las mezclas fenotípicas propias de América, también resaltó este grupo, conformado por los descendientes de padres españoles con mulatos.
- Chinos: también se podía dar el caso de individuos que nacieran debido a la mezcla de mulatos y amerindios.
- Pardos: así mismo existía este tipo de fenotipos, surgidos de la unión de padres negros, bien con blancos o amerindios, los cuales no podían ser identificado como mestizo ni como mulato. En este sentido, la denominación de pardo refiere más un color de piel, que a los orígenes exactos de los padres del individuo.
- Zambos: por su parte, los individuos que provenían de la mezcla de padres de origen africano y amerindio.
De esta forma, sobre todo en Latinoamérica el mestizaje se extendió rápidamente, sin que las diferencias sociales, económicas y fenotípicas pudiesen evitarlo. No obstante, algunas fuentes hacen ver que este fenómeno social fue una consecuencia de la decisión española de no traer mujeres al nuevo mundo, hasta bastante avanzada la colonización. De esta forma, los hombres europeos, en principio, comenzaron a mezclarse con las mujeres amerindias y africanas, no siempre con la total aprobación de ellas.
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