Ubicación estratégica del Fuerte, en medio del territorio enemigo y cerca de la frontera con Laos
Laos
Terminamos nuestro artículo anterior hablando de cómo la idea era atraer a los vietnamitas a la fortaleza de Dien Bien Phu, donde serían fácilmente derrotados por la superioridad del fuego francés.
Pero, ¿por qué iban los vietnamitas a atacar una fortificación que sabían inexpugnable? Simple: por Laos.
Laos es un país fronterizo con Vietnam en el que el Viet Minh había realizado avances considerables. Al ser un aliado de los franceses, era crítico defender su territorio, pues el país podría darles la espalda y entonces no habría manera de derrotar a los vietnamitas.
Una ofensiva a gran escala era inviable, y una línea de defensa no funcionaría en la selvática región, pero un fuerte que obligara a los vietnamitas a presentar combate podría funcionar. Dicho fuerte debería estar cerca de la frontera con Laos, y bien dentro del territorio de Vietnam del Norte para funcionar; sería capturado por unidades de paracaidistas y abastecido por aire con el objetivo de amenazar un territorio crítico para el enemigo. La idea era repetir el éxito previo del fuerte de Nà San, pero a una escala mucho mayor.
Dien Bien Phu
Comienzan las operaciones
El 20 de noviembre de 1953 el comandante Henri Navarre ordenó comenzar las operaciones, y tres mil paracaidistas llegaron al Valle de Dien Bien Phu junto con considerable apoyo aéreo. Debido a que unidades del Viet Minh estaban realizando entrenamientos en la zona ocurrió allí una dura batalla en la que murieron 13 franceses y 90 vietnamitas, mientras que cada bando tuvo 40 y 4 heridos respectivamente.
Al final del día, sin embargo, las operaciones resultaron exitosas, y el Valle de Dien Bien Phu (junto con una pista aérea construida allí por los japoneses) quedó en manos francesas. Había comenzado lo que los franceses esperaban sería el comienzo del fin para el Viet Minh.
Preparativos
Por meses, hubo un tenso silencio. Tanto los franceses como los vietnamitas se encontraban preparando sus fuerzas para la confrontación definitiva.
Los franceses habían llevado pesadas piezas de artillería. Controlaban la fortificación, y esperaban poder contrarrestar con su potencia de fuego cualquier amenaza desde las laderas. Estaban confiados, y no creían posible una victoria vietnamita.
Pero el Viet Minh también iba preparado. Por varias semanas, y bajo la cobertura de las densas selvas vietnamitas, había ido trasladando pesadas piezas de artillería, así como gran cantidad de munición. Durante toda la guerra los vietnamitas se caracterizaron por hacer buen uso de túneles y trincheras subterráneas para permanecer ocultos, y esta batalla no sería la excepción.
Christian de Castries, comandante francés
Los franceses esperaban que el ataque principal comenzaría en enero… y de hecho, todo indica que esta era también la intención de los vietnamitas. Sin embargo, todo indica que los asesores rusos y chinos aconsejaron esperar a tener más munición acumulada.
Para febrero los franceses incluso creían que el ataque no ocurriría y los vietnamitas se iban a concentrar en Laos, lo que de hecho les convenía, pues sería fácil atacar sus líneas de suministro (desde el mismo fuerte) y aislarlos en el frente. De hecho, cuando al teniente coronel Charles Piroth, jefe de artillería, le ofrecieron trasladar baterías de Hanoi a Dien Bien Phu para asegurar más la posición, dijo que tenía más artillería de la que necesitaba.
Las fortificaciones vietnamitas
Los franceses habían subestimado de manera grave y dramática la voluntad y capacidad de las fuerzas vietnamitas.
A cubierto de la noche y de la densa vegetación, los vietnamitas habían atrincherado considerables piezas de artillería, cubiertas con una capa para que no se viera el humo de sus disparos y a distancia considerable unas de otras con el objetivo de evitar la detección por parte de los franceses.
Había funcionado. El alto mando francés no tenía idea del alcance y poder de las fuerzas del Viet Minh.
Durante el mes de febrero el Coronel Christian de Castries, quien dirigía las operaciones al interior del Fuerte, realizó varias ofensivas con las que buscaba debilitar las fuerzas vietnamitas, pero todas resultaron en graves pérdidas para los franceses. Esto debería haber resultado en una advertencia, pero hicieron caso omiso a la información.
Vo Nguyen Giap, comandante de la ofensiva vietnamita
Ataque generalizado
Si bien Vo Nguyen Giap, Comandante Vietnamita, estaba confiado en su posición, sabía que debía lograr una victoria decisiva si iba a convencer a Francia de que la ocupación no valía la pena. Por esta razón, coordinó con todo el mando vietnamita un ataque generalizado a todas las posiciones francesas en el norte del país, obligando así al mando francés a mantener sus tropas atadas en sus posiciones y limitando el apoyo que podrían recibir en Dien Bien Phu.
Más importante aún, los vietnamitas habían aprendido de su anterior derrota en Nà San y sabían que el apoyo aéreo era crítico para la estrategia francesa. Por esta razón, fortificaron en particular el área del lado de la pista de aterrizaje y llevaron consigo grandes cantidades de artillería antiaérea.
Y el 12 de marzo, aprovechando un clima particularmente nuboso, lanzaron proyectiles al avión del Mayor General René Cogny mientras despegaba. El resultado fue la inutilización de la pista. Ahora los refuerzos y suministros franceses tendrían que llegar mediante paracaídas.
Y el día siguiente comenzó la batalla. Pero de ello hablaremos en un próximo artículo.
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Imágenes: 1: foreignlegion.info, 2: britannica.com, 3: thoughtco.com