Tal vez, la forma más adecuada de abordar el cambio fonético conocido como Disimilación anterior y contigua sea revisando previamente algunas definiciones, necesarias para entender este fenómeno lingüístico en su contexto adecuado.
Definiciones fundamentales
Por consiguiente, quizás se deba pasar revista sobre los conceptos de Cambio fonético, Cambios fonéticos condicionados, así también como el de la propia Disimilación, pues esto ayudará a describir la naturaleza del fenómeno, así como las categorías que constituyen su clasificación. A continuación cada uno de estos conceptos:
Cambio fonético
Con respecto al Cambio fonético, este ha sido definido de forma general por la Lingüística como una fenómeno que ocurre cuando se presenta cualquier variación en la articulación de algún sonido de la Lengua. Sin embargo, no todos los cambios fonéticos ocurren en las mismas dimensiones del Lenguaje, por lo que la Lingüística también señala que puede hablarse básicamente de dos niveles de cambio fonético: uno en el cual el cambio es puramente fonético, es decir, tiene lugar en el Habla, cuando el alófono es modificado, aun cuando el fonema no sufre ninguna alteración; y otro en donde el cambio sí alcanza a inscribirse en la Lengua, produciendo que el fonema se modifique, al igual que el inventario fonológico de la Lengua en donde tiene lugar dicho cambio.
Cambios fonéticos condicionados
No obstante, la Lingüística no sólo indica que existan diferentes niveles de cambios fonéticos, sino que además dicta que estos pueden diferenciarse según sus motivaciones y lugares de la cadena de habla en los que sucede. Uno de estos tipos de cambios fonéticos, es conocido con el nombre de Cambio fonético condicionado, el cual es definido como el tipo de fenómeno lingüístico que ocurre cuando un sonido de la lengua cambia, en un contexto específico de la cadena de habla, y además como consecuencia directa de la influencia de unos fonemas sobre otros, lo que hace a su vez que este sea un tipo de cambio fonético no aleatorio. Por otro lado, algunos autores indican que los tipos de cambios fonéticos, identificados como condicionados, en realidad suponen variaciones temporales.
Disimilación
Finalmente, será prudente pasar revista sobre la definición de Disimilación, fenómeno lingüístico entendido por las diferentes fuentes como un tipo de Cambio lingüístico condicionado, consistente en la variación sufrida por un fonema, con la intención de diferenciarse de otro idéntico, y ubicado en la misma cadena de habla. De acuerdo a lo que han señalado algunos autores, la Disimilación podría estar motivada por un deseo de los hablantes de escoger formas cuyo entendimiento sea mucho más sencillo; sin embargo, otras corrientes indican que no existen pruebas de peso para afirmar esto, por lo que prefieren señalar que la Disimilación en realidad está relacionada con un error en la articulación.
Disimilación anterior y contigua
Teniendo presentes estos conceptos, quizás sea mucho más sencillo abordar la explicación de la Disimilación anterior y contigua, descrita por la Lingüística como un tipo de cambio fonético condicionado, que tiene lugar cuando un fonema determinado varía buscando diferenciarse de un fonema que se encuentra inmediatamente adelante y que puede ser idéntico, o bastante parecido. De esta forma, el fonema que cambia será influido por el fonema contiguo posterior, fenómeno que es señalado por a Lingüística como un tipo de Disimilación poco común en las distintas lenguas.
Ejemplo de Disimilación anterior y contigua
Pese a su carácter bastante atípico, sí se pueden encontrar, en las distintas lenguas, algunos ejemplos de la Disimilación anterior y contigua. En el caso concreto del Español, como en casi todos los tipos de Disimilación estos pueden hallarse en la evolución que algunas formas han seguido desde el latín, sucediendo principalmente en cuanto a los fonemas líquidos /r/ o /l/ y los fonemas nasales /n/ o /m/. Un ejemplo de esto puede ser el cambio sufrido en su evolución en la forma “alma”:
nima > anma (lat.) > alma (español)
Al revisarse, se verá cómo en su forma en latín “anma” cambia al español “alma” después de que el fonema nasal /n/ varía para convertirse en el fonema líquido /l/ tratando de diferenciarse del otro sonido nasal inmediatamente contiguo /m/, dando origen a la forma /l/. En consecuencia, se puede afirmar que se está en frente a un caso de Diferenciación. Así mismo, si se toma en cuenta la el sentido y la distancia entre los fonemas involucrados, se tendrá que al estar la /m/ en una posición delante de la /n/ es entonces una Disimilación que ocurre de forma anterior. Por otro lado, se verá también cómo en lugar de estar a una distancia, los fonemas involucrados en el cambio fonético son vecinos, es decir, se encuentran uno al lado de otro. Tomando en cuenta estas dos circunstancias entonces ciertamente, el cambio que se ha operado en la evolución de esta palabra corresponde a una Disimilación, que además podrá ser identificada como anterior y contigua. Así mismo, considerando que los fonemas que interactúan en el cambio fonético son contiguos, entonces este fenómeno podría llamarse igualmente Diferenciación anterior y contigua.
Imagen: pixabay.com